Una amplia muestra de sectores representativos de la educación acompañó la presentación del libro "La educación aún espera", de Mariano de Vedia, editor de la sección Cultura de LA NACION, realizada en el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI).
Desde el ex ministro de Educación Juan Llach hasta la ex secretaria académica de la UBA Alicia Camilloni, académicos de Educación, como Ana Lucía Frega; autoridades y profesores de diversas facultades; la docente Mabel Mazzini, histórica impulsora del bachillerato internacional; la pedagoga Silvina Gvirtz, o el vicario de Educación de la arquidiócesis porteña, padre Juan Torrella.
El libro parte de un análisis del Congreso Pedagógico realizado durante el gobierno de Raúl Alfonsín y avanza sobre temas que quedaron pendientes, pese a los consensos alcanzados. Al final, desde el público, Bernardo Solá, secretario de Educación en 1983 con el ministro Carlos Alconada Aramburú, manifestó su satisfacción porque este estudio señale la conveniencia de que los políticos atiendan la educación.
Comentaron la obra el secretario de la Academia Nacional de Educación, Alfredo van Gelderen; el rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Guillermo Jaim Etcheverry, y el ministro de Educación, Daniel Filmus. Los presentó el politicólogo Luis González Balcarce, que señaló que los tres son personas con brillo propio, que no lo reciben de sus cargos.
Van Gelderen dijo que esperaba una historia imparcial, más allá de lo escrito por quienes participaron del fragor de los debates de aquel congreso. Y expresó que Vedia ha superado la crónica para entrar en el análisis de las ideas como "un testigo lúcido y atento observador". Van Gelderen se permitió generar neologismos al abogar por un país "escuelario" y "aulicéntrico".
Jaim Etcheverry dijo que no venía como editor -el libro es editado por Eudeba- sino como lector y amigo. Coincidió con Van Gelderen -que fue su maestro, deslizó- en que el libro se lee con gusto. Destacó los relatos y las entrevistas al ex presidente Alfonsín y al obispo Emilio Bianchi Di Carcano.
Filmus bromeó sobre el impacto que produce verse a los 50 años en un libro de historia. Comentó que en el Congreso Pedagógico había gran consenso en transferir las escuelas a las provincias, en que cada una hiciera lo propio, en la pluralidad, y no se advertía que la desigualdad social podría requerir la acción compensatoria del Estado nacional.
Vedia dijo que investigar para el libro fue una experiencia enriquecedora. Señaló que pensar la educación exige mirar más allá de lo cotidiano, a largo plazo; hacia adelante, pero también hacia el pasado.
* Jorge Rouillon