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La Nación: Renunció el cuestionado rector de Formosa

La universidad se aprestaba a separar a Dalfaro del cargo

Empujado por las pruebas que señalan su responsabilidad en la supuesta entrega de títulos fraguados en convenio con el World College, el rector de la Universidad Nacional de Formosa (UNAF), Carlos Dalfaro, presentó ayer su renuncia al cargo.
Lo hizo antes de que se iniciara la reunión de la asamblea universitaria que se aprestaba, al cierre de esta edición, a decidir por votación la separación de su cargo.
En el texto que circuló con su dimisión, Dalfaro pide más tiempo para realizar su descargo y justifica su renuncia en la necesidad de "despejar las dudas sobre el compromiso" que tiene con la UNAF y "salvaguardar los mayores intereses de la institución".
Del mismo modo actuó el decano de la Facultad de Administración, Héctor Quijano, quien argumentó en su renuncia "un extenuante cansancio moral", causado por las "infames, injuriosas y calumniantes publicaciones periodísticas, que denotan una decidida campaña de destrucción" hacia su persona.
Dalfaro y Quijano pasaron los últimos quince días en uso de una licencia, que tomaron por sugerencia del consejo superior de la universidad.
Según el estatuto, una vez destituido el rector, la asamblea universitaria debe volver a convocarse en treinta días para designar quién ocupará el cargo, mientras queda al frente de la institución el vicerrector, Martín Romano.
 
Datos contundentes
Con 82 de sus 84 miembros presentes -una convocatoria que superó todo lo previsto por los propios consejeros-, la asamblea se inició pasadas las 20.30, con la lectura del crítico informe que una comisión investigadora de 15 consejeros presentó la semana última.
Tras un trabajo de recopilación de documentación durante quince días, la comisión concluyó de manera terminante que el rector Dalfaro y Quijano se manejaron en un marco de total irregularidad en sus vinculaciones con el World College, con sede en Tierra del Fuego, un instituto terciario que no tiene autorización nacional para emitir títulos universitarios, según informó el Ministerio de Educación.
Así, los convenios que firmaron ambas instituciones -en 2003 y luego en 2004- nunca tuvieron validez, porque no fueron ratificados por el consejo superior de la UNAF, como tampoco la tuvieron los títulos que entregaron a 17 ciudadanos españoles. Extrañamente, todos oriundos de Madrid pero domiciliados en Rivadavia 62, de Ushuaia. Ni siquiera existe constancia de que esas carreras se dictaran realmente. En ellas se detectaron "graves indicios de irregularidades en el control académico y administrativo", como la ausencia de registro de exámenes finales y de instrumentos de contratación y antecedentes de los docentes, que fueron tres para cubrir 16 materias.
Más aún, según las pruebas reunidas por la comisión investigadora, Dalfaro y Quijano sabían que el World College no tenía autorización para dictar carreras universitarias ni para entregar títulos en España.
En ese informe, se recomienda declarar nulos e inválidos los títulos entregados y determinar "las responsabilidades en el manejo financiero de los montos reconocidos como ingresados", y se sugiere ampliar las investigaciones al resto de los convenios y los títulos de la UNAF, en previsión de casos similares en otras facultades.
 
Debates pendientes
Antes de la asamblea, cuando ya circulaban rumores de las renuncias de Dalfaro y Quijano, algunos consejeros no estaban de acuerdo con aceptar la dimisión de las dos autoridades, y agregaban que las renuncias ni siquiera estaban incluidas en el orden del día de la asamblea.
"Eso debilitaría el trabajo del consejo superior. Dalfaro debió haber renunciado antes de que se presentara este informe", dijo a LA NACION Julio Gómez, decano de la Facultad de Recursos Naturales y uno de los candidatos a suceder al rector.
Otra de las discusiones pendientes ayer era desde cuándo contar los 30 días tras los cuales debe volver a reunirse la asamblea universitaria, debido al receso de verano, que formalmente comienza hoy y se extenderá hasta el 31 de enero.
La postura con más adhesiones era llamar a la asamblea para la primera semana de febrero, terminado el receso. También había otras objeciones en preparación, como las de quienes sostenían que no sólo Dalfaro y Quijano tienen responsabilidad en el escándalo. "Toda la gestión está cuestionada y muchos piensan que todos deberían renunciar", adelantó Gómez.

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