Pero ya vislumbra que este proyecto puede dar impulso a nuevos desarrollos de innovación tecnológica, capaces de dar a los científicos jóvenes un motivo para quedarse en el país y de incitar a regresar a tantos otros que partieron en busca de las posibilidades de las que aquí carecían.
\"Algunos de los discípulos del doctor Pusiol en la Facultad de Astronomía, Matemáticas y Física de la Universidad de Córdoba trabajan actualmente en Quantum Magnetics, una empresa norteamericana que, con los conocimientos de ellos, encara el desarrollo de un detector con la tecnología de resonancia cuadrupolar. Nos encantaría repatriarlos. Con buenos proyectos podríamos hacerlo\", sostuvo Puga.
El proyecto chocó desde el inicio con problemas de financiación: \"Es sabido que la Argentina no tiene crédito, por lo que el desarrollo y la producción de los tres primeros equipos fueron solventados por privados. Luego de que el Gobierno lo declaró de interés nacional, el BID aprobó un crédito a través del Fontar (Fondo de Tecnología Argentino), pero aún no contamos con ese dinero\", explicó Puga.
Como dato comparativo: el presupuesto 2005 de los Estados Unidos incluye una partida de 37.500 millones de dólares para el desarrollo de detectores de explosivos similares al de CSC.