La Universidad de Buenos Aires (UBA) completó ayer el último paso antes de la elección que el martes próximo definirá quién ocupará el cargo de rector por los próximos cuatro años.
 
Representantes de los profesores, graduados y estudiantes eligieron ayer, en tres asambleas separadas pero simultáneas, a quienes formarán el Consejo Superior de la UBA, cinco consejeros por claustro. A ellos se sumarán, el martes, los consejos directivos de las trece facultades y sus decanos respectivos. En total, 236 personas.
 
Los resultados marcarían, en principio, un apoyo creciente al decano de la Facultad de Derecho, Atilio Alterini, para acceder al Rectorado, al frente de una coalición heterogénea de radicales, peronistas e independientes, con el apoyo de ocho facultades y la minoría de dos más. Para imponerse en primera vuelta necesitaría 119 votos.
 
En el Colegio Nacional de Buenos Aires, que continuó su actividad con normalidad, se mezclaban ayer los estudiantes secundarios, curiosos, con los asambleístas, expectantes por el resultado. No era una ocasión menor: la composición del Consejo Superior -máximo órgano de gobierno de la UBA- permite acercarse a pronósticos menos inciertos, a tres días de la elección.
 
En profesores -que votaron en el imponente salón de actos del colegio- la lista Protagonismo e Integración, que apoya a Alterini, obtuvo 69 votos y tendrá cuatro de los cinco consejeros (Aníbal Franco, Enrique Dams, Osvaldo Delgado y Martín Marcos). En graduados -reunidos en un aula en anfiteatro, pequeña y calurosa-, la misma lista obtuvo 30 votos y logró igual resultado en cantidad de consejeros (José Luis Giusti, Marcelo Rodríguez Fermepín, Sergio Varela y Juan Pablo Más Vélez). En estudiantes -en el microcine del subsuelo-, con cinco listas presentadas, Unidad Reformista, que también lo apoya, sacó 27 sufragios y tendrá 3 consejeros (Carla Bonatti, Walter Palacios y Federico Kindgard).
 
Entusiasmo y reserva
 
En las respectivas minorías se ubicó la izquierda, que todavía no tiene definido el apoyo a ningún candidato propio, ni a los que hasta ahora aspiran a obtener su favor: los ex decanos de Agronomía Fernando Vilella y de Ciencias Exactas Pablo Jacovkis. También se anota en la lista de candidatos el rector, Guillermo Jaim Etcheverry, sin apoyos ciertos todavía.
 
En profesores, la lista de minoría se llamó Proyecto y Memoria, obtuvo 30 votos y tendrá una consejera (Felicitas Elías). Hubo dos votos en blanco y tres ausentes.
 
En graduados, se dividieron en dos: Compromiso Universitario, con representantes de Ciencias Exactas, Arquitectura y Agronomía, obtuvo 11 votos y tendrá una consejera (Flavia Bonomo); Graduados del Sur, de Ciencias Sociales y Filosofía, logró 10 votos y no tendrá consejeros.
 
En estudiantes, la lista 20 de Diciembre, encabezada por el Partido Obrero, tendrá a Santiago Gima, y Carlos Almirón, con presencia del MST y la CEPA, a Martín Bustamante.
 
La novedad estuvo en la modalidad de la votación, en un intento por asegurar que no existan presiones mientras se vota, ni se vayan viendo resultados que cambien voluntades en ese momento. Las asambleas fueron simultáneas. Se convocó a los votantes por orden alfabético; cada uno recibió un sobre con su nombre, debió hacer su opción en un cuarto contiguo y depositarlo en una urna. Luego se fueron abriendo los sobres y se enunció el nombre y voto de cada uno.
 
La asamblea del martes deberá decidir si adopta este sistema de votación también para elegir al rector. Hasta ahora se vota por facultades (ordenadas alfabéticamente) y por claustro (profesores, graduados y estudiantes, en ese orden), a viva voz.
 
Del lado de Alterini, la euforia ayer no se disimulaba y se anticipaba un "triunfo arrasador". En la izquierda, que en los últimos días promovió el cuestionamiento público de Alterini por los cargos que ocupó en la última dictadura, se anticipaba que en estos días definirán su estrategia.
 
Por ahora, interesados en imponerse en primera vuelta -donde saben que tienen más posibilidades-, los consejeros partidarios de Alterini pidieron que se asegure que la asamblea "se desarrolle en condiciones normales", ante el temor de manifestaciones que puedan dificultarla o hasta hacer que se suspenda, como ocurrió hace cuatro años, cuando una lluvia de huevos sobre el entonces rector, Oscar Shuberoff, y los asambleístas obligó a interrumpirla hasta la semana siguiente, con posteriores restricciones al ingreso.
 
"Si esto vuelve a pasar no es culpa de la izquierda, sino de Jaim Etcheverry", dijo a LA NACION José Luis Giusti, consejero graduado electo.
 
Desde el sector estudiantil de izquierda se anunció que "el martes vamos a movilizarnos para repudiar la candidatura de Alterini como colaboracionista de la dictadura", dijo a LA NACION Agustín Vanella, consejero suplente electo. Además, denunciaron "una operación del Gobierno para sacar provecho de un cuestionamiento genuino y bajar a Alterini".
 
Por ahora, desde el Rectorado se informó que no se prevén medidas de seguridad. En el Colegio Nacional de Buenos Aires no habrá clases ese día.
 
Triunfantes unos, precavidos otros, muchos creen que todavía hay que esperar para prever resultados. Como dijo un conocedor de la UBA, "los partidos se juegan en la cancha. En el vestuario todos dicen que ganan".
Por Raquel San Martín De la Redacción de LA NACION