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La Nación-Sábado 2: Hay más de 6300 estudiantes que tienen sida

Representan el 12% de los casos notificados en el país

Walter tenía 13 años cuando, en agosto de 1989, un grupo de padres le impidió que ingresara a la escuela N° 1 de La Boca. Tenía sida y muchos pensaron que podría contagiar a sus hijos con esta enfermedad que hoy afecta a 11, 8 millones de jóvenes de todo el mundo, según cifras de la Unesco.

Los maestros lo defendieron y contrarrestaron la embestida de los padres que, por temor al contagio, se negaban a enviar a sus hijos a clase. Pero Walter pudo continuar con sus estudios y terminar la primaria.

El caso sentó “jurisprudencia social” sobre un tema preocupante, que ahora llevó al Ministerio de Educación a lanzar una campaña de prevención en las aulas.

Según un informe del Ministerio de Salud, existen 6384 adolescentes y jóvenes, de 13 a 24 años, afectados del virus de sida. Son, en su mayoría, estudiantes secundarios y universitarios, y representan el 12 % de los 53.179 casos notificados en la Argentina. Se presume, sin embargo, que el número es mayor, dado que se estima que unas 150.000 personas viven en el país con el HIV, por cuanto la enfermedad presenta un largo período asintomático.

Ante la preocupación de maestros y directores, que no tienen herramientas pedagógicas para tratar el tema en el aula, el Ministerio de Educación lanzó 45.000 CD-ROM con juegos, videos e información, que se distribuirán en todos los colegios.

El disco "Hablemos del sida en la escuela" contiene un marco teórico, con artículos de especialistas para reflexionar sobre el tratamiento educativo del HIV, e información científica para abordar el tema desde lo sanitario, lo social y lo ético.

Se incluyen actividades y enlaces recomendados, con un banco de recursos educativos y Preventoons, un dibujo animado desarrollado por la Fundación Huésped y La Pintada Producciones, con sugerencias para el docente, guiones, canciones y cortos del detrás de escena. El cortometraje animado cuenta con las voces de los actores Miguel Angel Rodríguez, Florencia Peña, Manuel Wirzt y Georgina Barbarossa, entre otros.

"Estamos democratizando una información imprescindible para la prevención [del sida] desde la escuela y apoyar solidariamente a los que más lo necesitan", dijo el ministro de Educación, Daniel Filmus.

Según el informe del Ministerio de Salud, "en todo el mundo, nuevos estudios concluyen que una enorme cantidad de jóvenes no tiene idea de cómo se transmite el HIV (encuestas efectuadas en 40 países indican que más del 50% de los jóvenes de 15 a 24 años tiene graves concepciones erróneas acerca de la forma como se transmite la enfermedad), ni de cómo protegerse, y si utiliza preservativo, tiene mayor peso en la elección prevenir embarazos no deseados que prevenir el HIV u otras infecciones de transmisión sexual". 

 

Un tema tabú

 

Los docentes coinciden en que aún es un tema tabú en las escuelas. "No hay materias específicas sobre educación sexual que traten el sida. La enfermedad, como las cuestiones del desarrollo sexual, se ven en diferentes materias. Pero con la llegada del CD estos temas tendrán más fuerza en los programas", dijo Viviana Caputo, directora de la escuela porteña N° 4 de Almagro.

A pesar de las limitaciones y tabúes, existen diferentes experiencias escolares para prevenir el sida. Así lo cree María Esther Musto, maestra de la Escuela Técnica N° 623 de Rosario, que desde la plástica y lo visual trabaja en la prevención.

"Hacemos un simulacro de una publicidad. Para eso los chicos tienen que crear carteles, fabricar algunas figuras y buscar información sobre el sida. Todo eso después sirve de base para hacer una propaganda de prevención de la enfermedad", explicó a LA NACION.

Alejandro Preis, docente de la Escuela N° 1172 de Rosario, dijo que en su colegio se instruye a chicos de 7° grado para que sirvan como mediadores y líderes de difusión sobre el sida.

La directora de la escuela porteña N° 6 Guillermo Correa, Graciela Vizcay , dijo que aunque parezca que los alumnos son muy chicos, entienden a la perfección y constantemente preguntan sobre el tema.

Lo demuestra el testimonio de Gonzalo Frey, de 6° grado. "Cuando tengo alguna duda se lo pregunto a mi viejo. Así me enteré de que el sida se contagia por la sangre o manteniendo una relación sexual con alguien infectado", contó el niño, de 11 años.

Su compañera Rocío Lacal, también de 11, explicó que en el grado reunieron mucha información, a partir de un trabajo que les pidió la maestra Juanita. "Teníamos que hacer una historieta que informara sobre cómo se puede contagiar el sida y cómo actuar. Ese trabajo lo llevamos al Ministerio de Educación y lo presentamos durante el lanzamiento de los CD", dijo Lacal. 

 

La jurisprudencia

 

El psicólogo Osvaldo Devries, ex secretario de Educación del gobierno porteño, recordó que con el primer episodio de un alumno con sida (Walter) el tema sentó jurisprudencia social y a partir de ahí se abrió en debate en la escuela sobre el HIV.

"Walter falleció hace siete años. Igual que su hermano. Ambos de sida. Pero nunca me voy a olvidar su voluntad de continuar estudiando y que la sintetizó por escrito, poco después de terminar la primaria", dijo Devries, que en ese tiempo conducía el área de Educación de la ciudad.

Esas palabras quedaron impresas en el libro "Salud y educación. Sida en una escuela", de Devries, y sintetizan lo importante que fue la escuela para Walter. "Más allá de que andaba en cosas negativas, siempre quería terminar la escuela. Era el único objetivo que tenía, porque en el fondo de mí había una luz que me hacía sentir que yo no había nacido para estar en cosas malas."

* Por Jesús A. Cornejo, De la Redacción de LA NACION

 

Opinión: De los conceptos a las prácticas

  

El sida existe; la forma de prevenirlo también. Una adecuada educación, junto a una información clara y abierta a los adolescentes, es condición infaltable de la prevención, porque aumenta grandemente la posibilidad de que adolescentes y jóvenes adopten conductas positivas.

Diversas investigaciones han mostrado que la educación en esta materia no conduce a un aumento en la actividad sexual, sino que, por el contrario, aplaza la edad de la primera relación y contribuye a evitar comportamientos sexuales de riesgo.

Es importante que padres e hijos tengan un diálogo franco y abierto sobre el HIV/sida y otros temas asociados a su sexualidad. La escuela tiene también responsabilidades ineludibles. Una educación de calidad es una herramienta sumamente poderosa para limitar la extensión de la epidemia del HIV/sida.

La información aislada no es suficiente para proteger a los jóvenes. Ellos necesitan de su familia y de la escuela también para generar valores y desarrollar actitudes, así como para adquirir habilidades para negociar, resolver conflictos, tener opiniones críticas, tomar decisiones informadas y saber comunicarse.

* * *

Un proceso interactivo de enseñanza-aprendizaje, guiado por los docentes, ayudará a los adolescentes a tomar mayor responsabilidad sobre sus vidas, resistir las presiones y reducir al mínimo los comportamientos que pueden dañarlos. El comportamiento no se cambia sólo con el conocimiento. Hace falta educar la voluntad para que los conceptos pasen a ser prácticas de vida.

Por eso es indispensable fortalecer la preparación de los docentes en este campo, mediante capacitación y apoyo, con materiales de calidad, científicamente fundados, que posibiliten el desarrollo de habilidades para la vida, la comunicación y la prevención del HIV/sida.

La educación es también necesaria para los adultos, porque hay aún mucho por hacer para que ser ciudadano signifique mirar la vida con el enfoque de los derechos, para reducir la discriminación y el estigma para con quienes la sufren.

Sostener la discusión y el diálogo intergeneracional es tarea compleja cuando los sentimientos tienen que ser guiados por principios éticos sobre el cuidado y la confianza entre las personas. Pero es necesario avanzar en esa dirección y profundizar la participación y el reconocimiento de los adolescentes y jóvenes como sujetos de derecho, activos en la protección de su salud.

* Por Jorge Rivera Pizarro, Para LA NACION. El autor es el actual representante de Unicef en la Argentina.

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