La propuesta había sido presentada ante la Unesco por el ministro de Educación, Daniel Filmus. Y esta decisión española se inscribe en un documento general que fue acordado ayer por todos los cancilleres. “Nos comprometemos a promover en los distintos fondos multilaterales la implementación de mecanismos innovadores, inclusive la conversión de un porcentaje de los servicios de la deuda por inversión de los sistemas educativos de nuestros países\", dice el texto que hoy se hará público.
En el caso de la Argentina, el acuerdo permitirá canjear inversiones en educación básica por porcentajes de la deuda bilateral con España, que asciende a 1000 millones de dólares.
Al suscribir el documento de la Cumbre, en el que se incluirá la petición, España estaría aceptándola en términos generales. Falta conocer la letra chica: en qué porcentajes y con qué mecanismos se instrumentaría.
Filmus explicó que esta medida, que terminará de decidirse hoy, abre la posibilidad de que otros países de la Unión Europea pongan a consideración la propuesta. \"Este es el primer paso concreto que se da y constituye una puesta de acceso para negociar con otros países\", dijo el ministro.
\"Con Alemania tenemos una deuda similar, cercana a los 1000 millones de dólares, y las negociaciones están bien encaminadas\", agregó.
El canciller Rafael Bielsa destacó el rol de España en esta iniciativa gracias a Rodríguez Zapatero. En efecto, tras llegar a esta capital, el presidente del gobierno español reconoció que su gobierno apoyará la iniciativa del canje de deuda por inversiones en desarrollo, en especial en el sector educativo.
Incluso, el secretario de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación (OEI), José Piñón, anunció que en 2005 realizará en Salamanca, España, una conferencia internacional que buscará mecanismos para llevar el plan a la práctica.
Como una muestra de la buena relación entre la Argentina y España, además, Bielsa y su par de este país, Miguel Moratinos, acordaron una visita de Rodríguez Zapatero a nuestro país para el 19 de enero de 2005.
Entre los temas del encuentro también estuvieron las tarifas de los servicios públicos que operan en la Argentina y el respaldo de España a la Argentina ante el G7 y el G20 y los organismos internacionales de crédito por la deuda en default.
Extenuante
Siete horas de ida, cuatro de estada, y siete horas de regreso. El Presidente decidió someterse ayer a ese extenuante itinerario para satisfacer un pedido expreso del rey de España, que le reclamó su asistencia aquí en vista de que se trata de la primera edición de la que participa Rodríguez Zapatero.
Era, según explicaron a LA NACION fuentes de la comitiva oficial, un pedido al que no se podía negar, sobre todo porque la Argentina necesita del respaldo de ese país en las negociaciones con el FMI para avanzar en la presentación de la oferta de reestructuración de la deuda privada en default, prevista para el 29 de este mes.
El pedido del rey también respondió al hecho de que la Cumbre está desprovista de fuertes presencias de la región, lo que resultaba negativo a los ojos del resto del mundo (sobre lo que se informa por separado).
\"El rey y Rodríguez Zapatero son muy influyentes sobre Rodrigo de Rato [presidente del FMI] necesitamos de ese respaldo\", explicó a LA NACION un secretario de Estado que frecuenta el despacho presidencial.
Acceder a la solicitud del rey no fue, de todos modos, algo sencillo ni económico. Para viajar a Costa Rica, el gobierno alquiló un avión a la empresa Aerolíneas Argentinas.
Se trató de un Boeing 747/200, con capacidad para 394 personas, aunque la comitiva oficial sólo ocupó 30 plazas. El avión fue reacondicionado especialmente para el vuelo presidencial: se armó un espacio privado para Kirchner y tres acompañantes.
El Gobierno adoptó esta medida pues las aeronaves oficiales de la Presidencia no se encuentran en condiciones para volar. El T-01 aún está detenido en tierra y no fue enviado a la revisión general que se le debe practicar en Israel, luego de que el 29 de octubre último se incendiara una turbina con Kirchner a bordo.
A Kirchner lo acompañaron, además de Filmus, el ministro del Interior, Aníbal Fernández; el jefe de Gabinete, Alberto Fernández; el vocero presidencial, Miguel Núñez, y el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de Diputados, Jorge Argüello.
La agenda de hoy también prevé analizar la posible designación de Enrique Iglesias, actual titular del Banco Interamericano de Desarrollo, como presidente de la Secretaría Iberoamericana. Este es un cuerpo ejecutivo que la Cumbre creará para dar aplicación y seguimiento concreto a las políticas de integración en la región.
