CORDOBA.- De no mediar una pronta solución para el prolongado conflicto salarial de los docentes universitarios, que llevan cinco semanas de paro, un 70% de los 100.000 estudiantes activos de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) corre riesgo cierto de perder el año lectivo.
La crítica situación -que ya provocó masivas movilizaciones y toma de sedes universitarias- está ahora extendiendo un clima de angustia e incertidumbre entre alumnos y padres.
"Nos vemos todos perjudicados porque el cuatrimestre ya está perdido. Más allá de que se puedan reanudar las clases, es un daño importante. Pero, por sobre eso, luchamos para que se atiendan los reclamos de profesores y estudiantes", dijo Anabel Allochis, estudiante de Letras, afectada por las huelgas.
Desde que terminaron las vacaciones de invierno no se tomaron los exámenes parciales de julio y agosto y no se reanudó el dictado de clases, salvo en contadas excepciones.
La paralización de los docentes impidió la reanudación de la segunda parte del año en el tradicional colegio Montserrat y la escuela Manuel Belgrano, dependientes de la UNC.
Ambos colegios fueron ocupados por estudiantes, con apoyo de padres y docentes, al igual que las facultades de Arquitectura, Filosofía y las escuelas de Ciencias de la Información y Trabajo Social, entre otras. Ciencias Químicas fue una de las pocas sedes con cierta regularidad, como muchas cátedras de Ciencias Económicas y Medicina, que volvieron a la actividad académica.
Igual situación de parálisis afronta la Universidad Nacional de Río Cuarto, en el sur de la provincia.
Ayer, el rector de la UNC, Jorge González y los decanos de varias facultades se reunieron con el ministro de Educación, Daniel Filmus en Buenos Aires. Plantearon varios reclamos: las pocas dedicaciones docentes, los montos que se adeudan a los docentes de los colegios de la universidad por el incentivo docente, problemas edilicios y restricciones presupuestarias en ciencia y tecnología. Tras la reunión, se acordó incorporar a la UNC a varios programas de financiación que están en vigencia: fondos para proyectos de ciencia y tecnología, aumento de dedicaciones docentes y el plan de infraestructura, que este año sumó a las universidades. La UNC deberá presentar un proyecto de refacciones para los colegios. Además, la cartera educativa se comprometió a abonar la deuda del incentivo docente a los profesores preuniversitarios.
Una eventual salida del conflicto, que se extiende a la mayoría de las universidades del país, se aguarda en una reunión que mantendrán pasado mañana los representantes gremiales con los rectores y funcionarios del Ministerio de Educación, donde se anticipa que habrá una oferta salarial superadora. Hoy, la Conadu y la Conadu Histórica definirán en esta ciudad la postura que llevarán al encuentro.
 
Preocupación y apoyo
Una recorrida por la Ciudad Universitaria permitió comprobar que los estudiantes transitan la crisis entre la preocupación por la prolongada pérdida de días de clases, además de los exámenes, y un relativo apoyo a los profesores.
"Si todo sigue así, vamos a perder el año. Ya hemos perdido los segundos parciales. Estamos de acuerdo con la huelga de los profesores, pero queremos que se resuelva rápido para comenzar las clases", dijo Francisco Salgado, de 7° año del Monserrat.
"El miedo de perder el año siempre está. Hace 45 días que no tenemos clase y queremos una solución conveniente para nosotros y para los docentes. Por eso tomamos el colegio", apuntó Calixto Ferreyra, de 6° año.
Con un tono más político, César Báez, que cursa 2° año de Ciencias de la Información en la universidad, dijo: "No sólo se pierde el año lectivo, sino también la universidad pública y gratuita que el Gobierno no está garantizando. Demandamos la derogación de la ley de educación superior, el aumento salarial docente y mayor presupuesto universitario".
"Queremos volver a clase cuanto antes. No sabemos si el año se va a perder o no. Pero si después de esta lucha no se consigue nada para mejorar los recursos y todo sigue igual que antes, será una frustración", apuntó Pablo Jiménez, estudiante de cine.
"No creo que estemos perdiendo el año. Aunque no tengo militancia política, apoyo la lucha de los docentes y también de los estudiantes", dijo Griselda Prado Romero, de Letras.
Orlando Andrada