El conflicto entre el personal no docente y las autoridades de la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini se profundizó, aún más, luego de que los representantes gremiales afirmaran que no levantarán la huelga hasta que los reciba el rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Jaim Etcheverry.
La medida de fuerza, que perjudica a unos 2500 alumnos, comenzó el jueves último cuando unos 30 empleados de la Asociación del Personal de la Universidad de Buenos Aires (Apuba) decidieron suspender sus tareas de limpieza en la escuela y comenzar con un paro por tiempo indeterminado.
La prolongada huelga generó problemas de higiene, lo que llevó al rector del colegio, Abraham Gak, a suspender las clases.
Los estudiantes perdieron ya una semana de clases y aún no han podido rendir los exámenes correspondiente al primer semestre de este año.
Las autoridades de la escuela, por su parte, están preocupadas pues una vez que termine el conflicto deberán poner en marcha algún programa para recuperar el tiempo perdido por la medida de fuerza. Y es que, según lo establece la ley 25.984, sancionada en diciembre último, el ciclo escolar debe contar con un piso mínimo de 180 días de clases.
Consultado por LA NACION, el rector Gak aseguró: "Estoy preocupado por los días de clases que se están perdiendo, pero hasta ahora no encontramos una solución al conflicto. Ellos están en una posición muy dura y no quieren suspender el paro y acceder a una instancia de diálogo".
Según el rector, el plan para recuperar el tiempo perdido por la huelga se va a concretar cuando se sepa cuándo termina el conflicto. "Estuve conversando con algunos padres y alumnos. Les propuse acortar las vacaciones de invierno, pero la idea no les gustó. De todas maneras podemos reprogramar el próximo cuatrimestre para recuperar las clases perdidas", dijo.
Lo que vendrá
Gak aseguró que si la huelga continúa se verá obligado a adoptar medidas legítimas necesarias para restablecer las clases. "Aunque no queremos llegar a eso, podemos sancionar con una semana de suspensión, previo sumario administrativo, a los no docentes que no vuelvan a cumplir sus tareas administrativas. También podemos contratar una brigada de higiene, pero eso generaría violencia, incluso sería desaprobado por los maestros."
Los no docentes insisten en que continuarán con el paro hasta que el rector de la UBA los escuche. "Todo esto ha superado el ámbito del colegio Carlos Pellegrini. Gak no nos escucha. Se cree el dueño de la escuela y nos trata muy mal. Nos trata como si él fuera el patrón de una estancia y nosotros sus peones", dijo a LA NACION Hugo Panelo, representante de Apuba.
Según el gremialista, los no docentes solicitan la cobertura de más cargos, que hoy son "ocupados por asesores" o por docentes. "Históricamente, la escuela ha tenido una planta estable de entre 80 y 90 empleados administrativos, pero, con el tiempo, el rector fue limitando esos cargos y ahora sólo hay 58 trabajadores no docentes."
Panelo acusó a Gak de utilizar los fondos destinados para el personal no docente para nombrar a asesores. "Recientemente, el rector designó a dos asesores que cobran como si fueran parte de la planta del personal no docente", advirtió.
Réplica de Gak
Frente a las acusaciones, el rector dijo: "Esa imputación es una acusación excesiva, porque la función del rector del colegio es similar al del decano de una facultad. No soy autoritario, pues cuando llegué a la escuela constituí el Consejo Académico, con la participación de egresados y estudiantes, y siempre tengo la puerta abierta para cualquier consulta de mis alumnos".
Gak reconoció el nombramiento de dos asesores. "Son dos profesionales que llevan 11 y 18 años, respectivamente, en el colegio y me parecía que su labor es importante y debían continuar", indicó.
"Cuando accedí al cargo, en 1993, la escuela tenía 63 empleados no docentes. Un año más tarde, la planta se congeló en 58 agentes. Esa es la cantidad que diez años más tarde aún se sigue respetando. No sé por qué los gremios aseguran ahora que históricamente hubo 80 o 90 trabajadores no docentes. Esa cifra es falsa", concluyó