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La Nación: Subsidios por $ 9.000.000 a institutos científicos

Para producir vacunas en el país

A fines de este año o principios del próximo, las vacunas BCG, Doble y antirrábica, varios sueros antiponzoñosos y el factor VIII (para hemofílicos) comenzarán a ser producidos en el país gracias a un inusual acuerdo entre dos ministerios (el de Educación, Ciencia y Tecnología, y el de Salud y Medio Ambiente) y un grupo de investigadores. La acción conjunta de funcionarios y científicos fructificó en el otorgamiento de subsidios por 9.000.000 de pesos para reequipar y modernizar tres laboratorios y la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), que se ocupará del control de calidad.

Los créditos se entregaron ayer a la tarde a los responsables de cada una de las instituciones durante un acto en el Salón Ramón Carrillo de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva al que asistieron su titular, el ingeniero Tulio Del Bono; el presidente de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, Lino Barañao; el ministro de Educación, Ciencia y Tecnología, licenciado Daniel Filmus, y la viceministra de Salud y Medio Ambiente, Graciela Rosso.

"Pensamos que podremos llevar el costo de las vacunas de once a alrededor de seis centavos de dólar la dosis", comentó el doctor Alejandro Lozano, director del Instituto Biológico Tomás Perón, de La Plata, que recibió financiamiento por un monto de 2.292.228 pesos para triplicar la producción de BCG y Doble Adultos. 

Una dosis de entusiasmo

Además del "Biológico", recibieron créditos el Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas Julio Maiztegui, de Pergamino, y el Laboratorio de Hemoderivados de la Universidad Nacional de Córdoba. Al primero se le asignaron 415.000 pesos para financiar pruebas en voluntarios humanos de la vacuna Candid #1, contra la fiebre hemorrágica argentina (una enfermedad "huérfana", que no recibe atención del sector privado). Al segundo, 2.000.000 de pesos para el desarrollo y modernización tecnológica de sus instalaciones a las "buenas prácticas médicas" nacionales e internacionales. La Anmat recibió 3.600.000 pesos para mejorar el control y certificación de calidad de medicamentos e insumos médicos.

Jorge Zarzur, del Laboratorio de Hemoderivados, explicó: "En la Argentina hay una demanda de alrededor de 40.000.000 de dosis anuales. En dos años pensamos que podríamos estar produciendo a un precio menor que el internacional alrededor de 10.000.000 de dosis".

En nombre de las instituciones, el doctor Manuel Limeres, interventor en el Anmat, agradeció a las autoridades: "Con este tipo de proyectos estamos mostrando cómo se pueden aplicar la ciencia y la tecnología en la vida diaria", dijo.

Por su parte, Rosso y Filmus subrayaron la importancia del trabajo conjunto. "Este tipo de proyectos le permite al Estado recuperar su papel", dijo Rosso. "Recorrimos una parte del camino, pero todavía no tenemos un modelo de país que se base en la suma de valor agregado a partir del conocimiento -dijo Filmus-. No creemos en la idea nostálgica de los años setenta, que postulaba que todo tenía que hacerlo el Estado, pero tampoco en los modelos de desarrollo espurio, que se basan en el agotamiento de los recursos naturales. Queremos crear una sociedad más igualitaria y no conocemos países que hayan podido lograrlo sin incorporar ciencia, tecnología y excelencia en la educación."

La producción local de vacunas había sido una meta anhelada durante más de dos años por el "Grupo de Gestión de Políticas de Estado en Ciencia y Tecnología" coordinado por el inmunólogo del Conicet Martín Isturiz.

"En este marco, la BCG es una anécdota", dijo Isturiz. El Grupo de Gestión apoyará de aquí en más la producción pública de medicamentos, que ellos consideran la única manera de sostener una cobertura pública de la salud. "En la Argentina existen 37 instituciones capaces de hacerlo", subrayó el investigador.

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