La mayoría de los estudiantes de la Universidad de Buenos Aires (UBA) puede dedicarse sólo parcialmente a sus carreras: seis de cada diez trabajan, y el 55,3 por ciento de ellos lo hace entre 26 y 45 horas por semana. Del resto, casi el 20% está buscando empleo.

Además, aunque es una universidad pública, más de la mitad de los estudiantes de la UBA egresó de colegios secundarios privados.

Los datos, que ayudan a precisar un perfil demográfico, académico y laboral de los jóvenes universitarios y sus familias, provienen del censo de estudiantes que cada cuatro años realiza la UBA, en cuya última medición, realizada en octubre pasado, se contaron 294.038 alumnos, un 16,3% más que en 2000.

De acuerdo con los resultados, que fueron difundidos ayer, el estudiante-tipo de la UBA es mujer (seis de cada diez alumnos lo son), soltera (85,2 por ciento), reside en la ciudad de Buenos Aires (52,4%), menor de 25 años (69,1%), se mantiene con su trabajo (49,9%) y completó tres materias el año último.

En esta oportunidad, el censo de estudiantes -que abarcó también a los alumnos de posgrado y de los tres colegios secundarios que tiene la UBA- incorporó mayor cantidad y complejidad de preguntas, y permitió profundizar en la situación laboral de los alumnos, los cambios de carrera y el nivel ocupacional de los padres.

Aunque en los últimos dos años se registraron progresivos descensos en su cantidad de inscriptos, el Ciclo Básico Común (CBC) es la unidad académica con mayor porcentaje de estudiantes: reúne al 26,9% de los alumnos.

Entre las facultades, las más pobladas continúan siendo las de Ciencias Económicas (15,2% de los estudiantes), Derecho (10,7%) y Medicina (8,7%), aunque la de mayor crecimiento relativo desde el último censo fue Ciencias Sociales, que vio incrementado su alumnado en un 51,6% en los últimos cuatro años. Odontología, en el otro extremo, tiene el 0,7% de los alumnos de la universidad y perdió el 20,8% de la matrícula en el mismo período.

Aunque las mujeres son mayoría, su distribución no es igualitaria, con una presencia mayoritaria de hombres en Ingeniería (82,2%) y Agronomía (65,9%).

Los colegios secundarios privados alimentan a la UBA con el 55% de sus estudiantes, un porcentaje que creció en dos puntos en los últimos cuatro años, en tanto los provenientes de colegios estatales descendieron. En estos datos, hay quienes encuentran los efectos de la crisis económica, que estaría dejando progresivamente afuera de la posibilidad de la educación superior a los chicos que provienen de los sectores más desfavorecidos.

Al mismo tiempo, las universidades del conurbano -que vienen registrando aumentos en su matrícula- podrían estar recibiendo parte de esta población. 

Tiempo compartido

A tono con el promedio de todas las universidades nacionales, la mayoría de los alumnos de la UBA (58,1%) reparte su tiempo entre trabajo y estudio. Desde la última medición, además, disminuyó el número de quienes trabajan hasta 25 horas por semana y aumentó el de quienes lo hacen a tiempo completo. El dato marca particularidades en el tiempo necesario y la disponibilidad horaria para la cursada de las carreras que tiene la mayoría de los estudiantes.

Al mismo tiempo, el 51,3% afirma que la relación entre su trabajo y sus estudios es "baja" o "inexistente". En este punto, sin embargo, hay diferencias en las facultades: el 70,4% de los alumnos de Ingeniería, el 67% en Ciencias Económicas y el 60% en Arquitectura afirman que su trabajo tiene una alta o mediana relación con sus estudios. En el otro extremo se ubican quienes estudian Psicología, Ciencias Sociales y Filosofía y Letras, que en su mayoría tienen empleos poco o nada relacionados con sus estudios.

En cuanto a la situación académica, el 18,9% de los alumnos de la UBA cambió de carrera alguna vez. En promedio, cursaron tres materias durante 2004, con Odontología superando el promedio (cinco asignaturas) y Ciencias Exactas, Farmacia y Bioquímica y Filosofía y Letras por debajo, con dos materias. En tanto, el 48,8% de los alumnos terminó el CBC en dos cuatrimestres, el tiempo teórico previsto, mientras el 29,5% necesitó tres.

El nivel ocupacional de los padres también aporta al perfil de los estudiantes. Así, el 47,3% de los padres es empleado u obrero, como el 48,5% de las madres. El 32% de los padres y el 19,2% de las madres trabaja por cuenta propia. Según los niveles de instrucción, en el informe de resultados se calcula que el 53% de los estudiantes de la UBA estaría superando el nivel educativo de sus padres.  

Auxiliares

La UBA también contó a sus docentes y sondeó sus características demográficas y académicas. El censo docente se realizó por Internet en septiembre último, y dio por resultado 27.603 personas con funciones de enseñanza en la UBA.

Entre ellas, creció el número de docentes auxiliares (75,6%) y disminuyó el de profesores (24,4%) en los últimos cuatro años. Se registra, además, un crecimiento sostenido de la presencia femenina (que llega al 51,9%), pero concentrada en la categoría de auxiliares, mientras los hombres son mayoría entre los profesores (60,9%). Sin embargo, como en los alumnos, también aquí hay diferencias entre las facultades, con un marcado predominio masculino en Ingeniería (76,4%) y femenino en Psicología (73,4%).

Algunos datos, en tanto, pueden indicar el inicio de algunos cambios en el cuerpo de profesores de la UBA. Por ejemplo, hay una tendencia a la disminución de la cantidad de docentes más jóvenes, mientras en todo el período se duplicó el porcentaje de docentes de 60 años y más. Los mayores porcentajes de docentes con mayor antigüedad están en Agronomía y Veterinaria, y los más jóvenes son mayoría en Psicología y Arquitectura.

Por otra parte, así como los estudiantes son part-time, muchos profesores también lo son: el 65% de ellos tiene, además, un trabajo remunerado no docente, sobre todo en Derecho (86,9%), Ciencias Económicas (79,9%), Psicología (76,7%) y Arquitectura (73,6%).