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La Nación: Una universidad china busca llegar a los alumnos argentinos

Para fortalecer lazos compartirá simulaciones de negocios con la UCES. Se trata de Renmin, una de las cinco principales instituciones universitarias del país más poblado del planeta. Está orientada a las ciencias sociales. Más de 200 graduados fueron ministros

27 de julio de 2004, 11:50.

En un paso relámpago por Buenos Aires, el doctor Yuan Wei, vicerrector de la Universidad de Renmin, de Pekín, China, acordó estimular la simulación de negocios entre sus estudiantes y los de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES).

En esa casa de estudios, que en 2000 firmó un acuerdo con Renmin, el profesor Francis Decheff le contó, como ejemplo, sobre una competencia que desarrollaron 50 estudiantes, agrupados en 14 equipos, para plantear proyectos de exportación de vinos a China, analizando el mercado y usando Internet como medio de información.

De paso hacia un congreso en Brasil, Wei acababa de llegar, no muy cansado a pesar de un viaje de 30 horas, cuando se prestó a un diálogo con LA NACION, en el que dijo que quiere incrementar el entendimiento y el intercambio académico con la UCES, universidad privada fundada en 1991. Allí lo recibieron el rector, Horacio O´Donnell; el vicerrector, Juan Carlos Gómez Barinaga; los decanos de Ciencias Empresariales, Enrique Costa Lieste; de Derecho, Diego Bunge, y de Medicina, Luis Ferreira, y varios profesores.

Wei estimó oportuno organizar programas de formación bilateral y señaló que en su país es pobre el conocimiento de la cultura y de la sociedad argentinas.

En la reunión se proyectó un documental de la Universidad de Renmin, que pone el foco en las humanidades, las ciencias sociales y la administración pública y de empresas. Se veían paredes y pasillos limpios, alumnos de saco y corbata, bibliotecas amplias, bien iluminadas, y aulas con computadoras. Al pasar, en una clase, por detrás de muchos alumnos, se podían divisar cuadros de Lenin y de Stalin. En otro cuadro -el documental estaba en inglés y no dirigido a la Argentina- se veía entrar en la universidad al ex presidente Fernando de la Rúa.

Wei tiene 53 años, pero aparenta menos. Casi ninguna cana asoma en su pelo negro. En la entrevista lucía un traje azul, camisa blanca y una corbata roja con un pequeño dibujo. Sonreía con facilidad y en una ocasión sirvió agua al cronista, con una atención oriental.

En China hay más de mil universidades, y en un estudio realizado por 200 especialistas en el año 2000 Renmin fue ubicada en quinto lugar, según un ranking de calidad de las carreras. Wei apuntó que no es fácil ocupar el quinto puesto cuando su universidad no tiene ni ingeniería ni medicina ni agronomía. Usó un curioso elemento para distinguir a sus 30.000 alumnos: 19.000 de ellos son "de jornada completa", viven en los tres campus de la universidad, en el centro de Pekín, y se dedican al estudio full time; los otros 11.000 son part time, estudian de noche o los fines de semana. De los primeros, sólo 8000 están en carreras de grado; más de 10.000 siguen estudios de posgrado, y además hay 800 extranjeros. ¿De dónde? Más de un tercio, de Corea; otro tercio, de Japón, y el resto, de otros países.

Relación con el Partido Comunista

Para ese número de alumnos -relativamente escaso para China, distribuido en 69 carreras de grado, 89 maestrías, 58 programas de doctorado-, Renmin tiene 1458 profesores full time.

Le preguntamos cuál es la relación de su universidad con el Partido Comunista, que rige el país. Lejos de incomodarse, sonrió y dijo que "sólo los que saben hacen esa pregunta". Indicó que la universidad comenzó en 1937 cuando China enfrentaba la invasión de Japón. Tuvo que moverse más de una vez por la guerra. Luego de la "liberación" de 1949 (la expulsión de las huestes nacionalistas de Chang Kai Shek a la isla de Taiwan), dijo, fue la primera universidad fundada por el Partido Comunista, encargada de formar sus autoridades y cuadros dirigentes. Por eso, no le interesaba graduar ni ingenieros ni médicos. En los años 60 incorporó más carreras para ciudadanos en general, pero todavía hoy tiende a formar las autoridades más importantes de la sociedad y, también, del partido hegemónico. Más de 200 ministros han sido egresados de Renmin. Este nombre es la traducción fonética de Universidad del Pueblo de China. Así se la presentaba antes en inglés; ahora, se pretende desenganchar la traducción de una connotación ideológica, pero en el fondo, en chino, el nombre sigue siendo el mismo.

Wei se graduó en otra universidad, pero en 1985 se doctoró en estadística en Renmin, donde ya trabajaba. Hizo un año en la escuela de negocios Wharton, de la Universidad de Pennsylvania. A su vuelta, en 1997, fue nombrado vicerrector.

Wei sostiene que si alguien quiere captar los cambios sociales y económicos que se están dando en China, "seguir cursos en Renmin es la mejor opción". Dice que sus profesores están involucrados en los cambios y presentan proyectos y propuestas.

Antes se hablaba de sistemas de economía dentro del socialismo; luego, de teoría del mercado, pero siempre dentro del socialismo. Después de la Revolución Cultural, de Mao, vino un shock cuando con Deng Xiaoping se incorporaron materiales de "la economía occidental".

Tradujeron a Samuelson

A comienzos de los 90, la editorial de Renmin tradujo y publicó los libros del economista norteamericano Paul Samuelson, premio Nobel 1970. Y han dado clases allí otros premios Nobel como Robert Mundell (1999) y Joseph Stiglitz (2001). En la escuela de Economía, en parte se estudia a Carlos Marx, para estudiar "las bases y el método", y en parte, a los autores de la moderna economía occidental. "Esperamos que los alumnos puedan aprender de ambos lados. Queremos que tengan un conocimiento más amplio", comentó Wei.

Renmin recibió fondos oficiales para conducir desde 1978 el 14% del total de las investigaciones del país en áreas sociales, su biblioteca tiene 2.500.000 volúmenes, y brinda estudios on-line. Aspira a convertirse en una universidad de primer nivel internacional. En su facultad de idiomas se pueden cursar inglés, alemán, japonés, francés y ruso. "Y seguramente -apuntó Wei- el próximo idioma será el español.".-

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