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La Nación-Viernes 16: Se complica la situación del rector

Según la comisión investigadora, conocía las irregularidades

19 de diciembre de 2005, 12:37.

Un marco de total irregularidad rodea a la relación entre la Universidad Nacional de Formosa (UNAF) y el World College. Los convenios que firmaron nunca tuvieron validez, ni los títulos que se entregaron a 17 ciudadanos españoles. Ni siquiera hay constancia fehaciente de que esas carreras fueron efectivamente dictadas.

Más aún: el rector de la UNAF, Carlos Dalfaro, estaba al tanto de que el World College no tenía autorización para dictar carreras universitarias ni para entregar títulos en España.

Esa es la terminante conclusión del informe de la comisión investigadora que en los últimos quince días recogió información y documentos para reconstruir las responsabilidades del rector Dalfaro y del decano de la Facultad de Administración, Héctor Quijano, en la supuesta entrega de títulos fraguados de una licenciatura en Sistemas dictada en convenio con el Instituto Cibernos de Madrid.

El informe se presentó ayer ante el consejo superior de la UNAF, que, con una sola ausencia entre sus 24 miembros, decidió por unanimidad convocar a la asamblea universitaria para el lunes próximo. Como primera medida, se decidiría la suspensión de Dalfaro y Quijano -ambos actualmente en uso de licencia, que termina el martes-, mientras la destitución del rector estaría descontada y se concretaría el viernes 23. El informe se envió además a la justicia federal.

Particularidades

Según las conclusiones de la comisión, formada por 15 consejeros, la UNAF y el World College tuvieron un convenio entre el 16 de septiembre de 2003 y el 23 de enero de 2004. Las autoridades nacionales advirtieron a la UNAF de la falta de autorización nacional del World College y el rector Dalfaro dio por terminado ese acuerdo. Sin embargo, el 16 de septiembre de 2004 volvió a firmarlo.

Ambos convenios, en rigor, carecieron siempre de vigencia, porque no fueron aprobados por el consejo superior de la UNAF. Por lo tanto, los títulos que a partir de ellos se otorgaron tampoco tienen validez.

Además, Quijano firmó un acuerdo con Cibernos -también irregular- el 29 de septiembre de 2004, aunque un día después se encontraba con Dalfaro en Madrid, asistiendo a una entrega de diplomas en el Instituto Cibernos, de la que el rector que se llevó un máster honoris causa.

Según este convenio, se entregaron 17 títulos, que recibieron ciudadanos españoles muy particulares. Todos dijeron ser oriundos de Madrid pero domiciliados en Rivadavia 62, Ushuaia. Hay más: en la carrera se detectaron "graves indicios de irregularidades en el control académico y administrativo", como la ausencia de registro de exámenes finales y de instrumentos de contratación y antecedentes de los docentes -que fueron tres para cubrir 16 materias-. El 9 de marzo de 2005 la UNAF recibió $ 39.655 por matrículas y aranceles por estas carreras.

Con las pruebas a la vista, la comisión recomienda declarar nulos e inválidos esos títulos y determinar "las responsabilidades en el manejo financiero de los montos reconocidos como ingresados" y de otros fondos que podrían haberse recibido. Preocupados por el efecto que el escándalo pueda tener en toda la UNAF, sugieren ampliar las investigaciones al resto de los títulos y convenios para "restablecer la credibilidad de las instituciones".

Por Raquel San Martín
De la Redacción de LA NACION

 

 

Crean una agencia para la universidad

 

Esfuerzo concentrado. Con la idea de aprovechar y potenciar la capacidad de las universidades nacionales en producción tecnológica, investigación, atracción de estudiantes extranjeros y consecuente desarrollo económico, la Argentina tendrá una Agencia de Promoción de las Universidades Nacionales, que comenzaría a funcionar el 1° de marzo próximo, con presupuesto propio.

La idea fue presentada esta semana por el ministro de Educación, Daniel Filmus, ante los rectores, que se reunieron durante dos días en Mar del Plata para discutir las alternativas de una nueva ley de educación superior.

Según comentó Filmus a LA NACION, se formará una comisión que decidirá la estructura de la agencia, que trabajará en dos áreas. Hacia el exterior, se encargará de enviar una representación de las universidades nacionales a las misiones de negocios; promoverá la atracción de estudiantes extranjeros y la enseñanza de español fuera del país. "La idea es capitalizar el prestigio de las universidades argentinas", sintetizó Filmus.

Hacia el interior, la agencia relevará y coordinará el desarrollo de tecnologías e investigaciones que realizan las universidades y que pueden trasladarse y aplicarse fuera de ellas. En rigor, muchas universidades ya son muy activas en estas "transferencias de conocimientos" a sus regiones. "Hay que potenciar eso, tener un banco de información de la capacidad instalada y así poder conseguir recursos concentradamente", dijo Filmus.

La intención de la propuesta oficial es que en el directorio de la agencia se incluya, en partes iguales, la participación de rectores y de representantes de ministerios relacionados, como Economía, Planificación Federal y la Cancillería.

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