Aunque es bien conocido el espíritu solidario de los argentinos, que no sólo se mantuvo sino que se incrementó notablemente en el país durante la profunda crisis que golpeó duramente a vastos sectores de la sociedad, esta nueva manifestación de generosidad e imaginación no deja de sorprender gratamente. Como en el caso, por ejemplo, de la iniciativa para la generación de nuevos empleos presentada por American Express, que, con la ayuda de dos fundaciones, capacitó a más de 27.000 personas, o como Aguas Argentinas, que con la colaboración del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas relevó 200 edificios para proteger el patrimonio histórico.
Pero la mayor preocupación de las empresas está hoy centrada en el campo educativo. Por eso el jurado otorgó varias distinciones a compañías en ese rubro: a Coca-Cola, que ofrece herramientas de gestión, mediante la capacitación de miles de docentes, autoridades y padres; a la Fundación Arcor, por su estrategia de alianzas entre distintas organizaciones, a través de 14 proyectos, en localidades de siete provincias argentinas, y con más de 6000 niños involucrados, y a la Fundación YPF, que, con un presupuesto de cerca de un millón de pesos, benefició a 45 escuelas, 25 organizaciones, 4700 alumnos y 276 docentes, logrando un mejoramiento de los índices de retención y reinserción que en algunos casos alcanza el 100 por ciento.
Pero no es éste el único premio que reciben la solidaridad y la preocupación por el otro. Anteayer, los alumnos de 6º y 7º año de Medicina de la Universidad Nacional de Tucumán obtuvieron el Premio Presidencial 2004 en reconocimiento de la labor solidaria y educativa que realizan en su jurisdicción.
Hay, entonces, muchas realidades a las que estos premios contribuyen; entre otras, la voluntad de diálogo de gente de muy diversas creencias y extracciones, que unen sus fuerzas en pro de objetivos comunes. Esta vinculación de gente muy diferente, pero muy solidaria, es, afortunadamente, una característica de la sociedad argentina que nos permitirá recuperar aquellos valores sociales, políticos y morales que dan base y forma a una comunidad.