Bajo la dirección del maestro Rodolfo Saglimbeni los músicos de la Sinfónica ofrecerán un nuevo espectáculo de su ciclo de Conciertos Temáticos en compañía de coros juveniles de la Universidad. Será el viernes 6 de setiembre, a las 21.30, en las instalaciones de la calle Maza 250 de Ciudad.
“Voces y Futuro” es el nombre del tercer programa de esta serie de conciertos que interpretará la Sinfónica junto a 140 jóvenes de los Coros Inicial y Superior de la Escuela del Magisterio, que conduce Liliana Sánchez y Ricardo Portillo, respectivamente, y de Alumnos de la Escuela de Comercio Martín Zapata de la Universidad, que dirige Mariana Ledda.
El repertorio sinfónico-coral contempla dos estrenos en Mendoza: en primer lugar, la obra Canciones Folclóricas del italiano Luciano Berio para soprano y pequeña orquesta, con la participación de la reconocida cantante Marcela Carrizo; y a continuación, se interpretará La Doncella suite de ballet para orquesta y coros del venezolano Alberto Grau.
Las entradas tienen un valor de 210 pesos para público general y 180 pesos para estudiantes, jubilados y personal de la Universidad. Se pueden adquirir en boletería de la Nave (Maza 250, de Ciudad) de martes a sábados de 17 a 22 y domingos de 17 a 21 o en el sitio www.entradaweb.com
Sobre los compositores
Luciano Berio fue uno de los principales representantes de la vanguardia musical europea, reconocido por su trabajo en la música experimental y pionero en la música electrónica. El ciclo de canciones folklóricas se compuso 1964 para voz y siete instrumentos, y contiene canciones de Azerbaiyán, Sicilia, Armenia, Estados Unidos y Francia.
Por su parte, Alberto Grau, es uno de los impulsores de la música coral en Venezuela, director fundador de la Schola Cantorum de Caracas, con la que cosechó importantes triunfos y que fue la base para la creación de numerosos proyectos de desarrollo de la música coral. “La Doncella” (basada en poemas de Salvador de Madariaga) es una obra llena de frescura y optimismo ante la vida, que se refleja tanto en el texto escogido como en el lenguaje musical empleado, dejando sentir la influencia de la música española, como así también los ritmos afro-americanos.
Está escrita para coro mixto, percusión y orquesta de cámara, a la que se incorporan instrumentos no tradicionales como la guitarra y el bajo eléctricos. El variado tratamiento del coro demuestra un profundo conocimiento de las posibilidades del mismo, utilizando -además de los recursos vocales tradicionales y la técnica de composición aleatoria- otros como lo son el taconeo, las palmadas, chasquidos de los dedos y silbidos, produciendo interesantes patrones rítmicos en combinación con las distintas líneas melódicas, movimientos de cuerpo, brazos y manos los cuales refuerzan el texto o simplemente provocan un efecto visual de gran impacto. El coro se convierte entonces en parte fundamental de la coreografía.