La UNCuyo emprendió una serie de acciones que le permitieron obtener la certificación de Universidad Saludable. En ese sentido se centró en favorecer el bienestar de su comunidad, en una apuesta por consolidar una nueva cultura de la salud que integre a todos como actores protagonistas del cambio. Es así que promovió la salud integral actuando en tres ejes: ambientes saludables, alimentación sana y actividad física.
Desde la Secretaría de Bienestar se pusieron en marcha distintos programas para impulsar el cuidado de la salud individual y colectiva de estudiantes, docentes y personal universitario. Uno fue Ponete en Movimiento, iniciativa que apunta al cuidado de la alimentación y actividad física. Para ello un equipo de profesionales evalúa el estado de salud y el estilo de vida a través de un examen metabólico, postural y nutricional para conocer la condición física y sugiere un plan nutricional y deportivo para mejorarla. Y el otro es la propuesta de Comedor Saludable que intenta mejorar la calidad de vida de los universitarios a través del diseño de un menú más equilibrado que incluye dietas especiales y la incorporación de la opción vegetariana.
Entre los requisitos que debió cumplir la Universidad se encuentran:Ser una universidad libre de humo de tabaco; respetar todos los ordenamientos referidos a higiene, seguridad y medio ambiente; poseer una alimentación saludable en el comedor y ofertas de alimentación saludable en cada uno de los buffets o lugares de expendio de la Universidad; tener actividades deportivas abiertas a todos los miembros de la comunidad universitaria; promover y desarrollar proyectos y programas que mejoren la salud general la comunidad de la Universidad. Además, contar con un lactario o un espacio amigable para la lactancia materna para profesoras, empleadas administrativas y estudiantes y, por último, contar con hidratación, es decir, permitir a la comunidad el acceso al agua potable y en forma gratuita a través de bebederos o dispensers.
La certificación
El acto se realizó en el Cilindro Central del Cicunc con la participación del rector Daniel Pizzi, el vicerrector Jorge Baron, la secretaria de Bienestar Universitario, Graciela Cousinet, la coordinadora de Salud Integral de Bienestar, Érica Labeguerie, la funcionaria encargada de la acreditación de universidades saludables del Plan Nacional de Argentina Saludable del Ministerio de Salud de la Nación, Daniela Puntorello, de la dirección de Gestión Preventiva del Ministerio de Salud de la Provincia, Gustavo Tanús, secretarios, decanos y público en general.
En ese ámbito Pizzi se refirió a la claridad conceptual del Ministerio de Salud de la Nación para definir esta política y agradeció la ayuda ofrecida para que la Universidad pueda abordar ese tema. "Uno con el paso del tiempo entiende que los aspectos técnicos, sociales, económicos y ambientales son importantes pero, si no hay una defición clara de hacia dónde uno quiere ir, es muy difícil poder concretar objetivos que contribuyan al desarrollo integral de la comunidad". Comentó que la nueva gestión busca darle continuidad al diseño político y del Plan Estratégico porque "hacemos honor a la política universitaria e institucional porque es nuestra preocupación demostrar hacia dónde debiéramos ir".
Por su parte Barón reflexionó sobre el cambio de perspectiva de la medicina, donde el enfoque ya no es la enfermedad, sino entender que el estado natural de la persona debe ser la salud y trabajar para que la persona esté saludable. Mencionó algunas actividades que se realizan en la Universidad como caminatas saludables y clases de tai chi al aire libre. Sobre estos aspectos destacó que “cada vez hay más conciencia de que este tipo de acciones mejoran la calidad de vida, y tener una universidad más saludable nos suma a todos”.
En tanto que Graciela Cousinet reconoció el esfuerzo del equipo que trabajó para lograr la certificación de Universidad Saludable. Además agradeció el apoyo de los ministerios de Salud de Mendoza y de la Nación que los acompañó desde el principio con devoluciones y consejos. Por último dijo que ese proceso es el resultado del esfuerzo de 76 años de historia de la UNCuyo. Al respecto dijo “Estamos celebrando el 75 aniversario de la dirección de Deportes, o sea que 1 año después de la creación de la Universidad se inauguró esa Dirección con el objetivo de mejorar el bienestar y la salud de todos sus integrantes”.
Según explicó Daniela Puntorello la primera motivación de la UNCuyo de llevar adelante esta estrategia se remonta a 2013 con la firma del acta compromiso, es decir un primer documento en el que las autoridades de la Universidad y ministerio de Salud de la Nación asumieron la responsabilidad de encarar el proceso. Asimismo manifestó que el objetivo es promover estilos de vida saludables en toda la comunidad educativa universitaria, ya sean docentes, no docentes, estudiantes y personal administrativo. “La Universidad está trabajando fuertemente en muchas acciones intervinientes en lo que respecta a los determinantes de las enfermedades crónicas no transmisibles: el consumo del tabaco, la inactividad física, la alimentación no saludable y el uso nocivo de alcohol, entre otros”.
Por ultimo, Gustavo Tanús mencionó los criterios específicos con los que se evaluó a la Universidad: tabaco, actividad física y alimentación. Señaló que se busca concientizar a la comunidad universitaria, que pasa gran parte de su tiempo en la Universidad, y generar un entorno saludable. “Actualmente los cambios de estilo de vida son fundamentales para la disminución de enfermedades crónicas no transmisibles que son las que se llevan el mayor número de muertes anuales –dijo y agregó- nos parece fundamental trabajar en estas comunidades tan amplias, que a su vez puedan ser multiplicadores de estas conductas”. Tanús indicó que la certificación es el paso inicial para llegar al objetivo final, que es lograr que la comunidad tome conciencia de la importancia de los cambios de estilo de vida y en la que la UNCuyo está en condiciones de lograrlo.