Conferencias, debates, exposiciones, charlas abiertas a la comunidad, espacios de diálogo para becarios, mesas redondas de discusión y presentación de posters científicos moldearon una nueva edición de las Jornadas de Investigación de la Universidad Nacional de Cuyo.

“Es una alegría haber contado con la exposición de los resultados de más de 800 investigaciones que se desarrollan en el seno de la Universidad. Esto da cuenta de la riqueza y de la variedad del conocimiento científico que aquí se genera”, dijo Teresa Damiani, la secretaria de Investigación, Internacionales y Posgrado.

A modo de balance, Damiani señaló que un rasgo distintivo de esta edición —la número 28— fue el intercambio de saberes, la discusión, entre investigadores e investigadoras que provenían de diferentes disciplinas. “Esto ha enriquecido las sesiones de posters y las sesiones de comunicaciones orales de los trabajos de investigación”, aseguró.

"Estas jornadas han sido absolutamente participativas —agregó la funcionaria—, con muchas instancias de diálogo y de interacción tanto entre investigadores, entre investigadores, gestores y autoridades, con actividades que invitaban al diálogo y a la construcción colectiva de hojas de ruta para transitar, en un momento en el cual más que nunca se necesita mucha ciencia, buena ciencia, para hacer frente a las dificultades económicas y sociales que atraviesa nuestro país. Es importante entender que la ciencia es indispensable para el progreso. La ciencia no es un gasto, es una inversión necesaria". 

De igual modo, Damiani puso de relieve la labor entre las instituciones. Este año la UNCUYO armó una mesa de articulación con sus socios CNEA y CONICET, con quienes comparte la co-gerencia de institutos de investigación o unidades ejecutoras y organismos científicos a nivel provincial. 

Lo que dejaron las jornadas

Un momento memorable fue la entrega del título de Doctor Honoris Causa al prestigioso científico Gabriel Rabinovich. “Esta eminencia a nivel nacional nos deleitó con un repaso de sus aportes a la ciencia, que nos permitió corroborar la contundencia de su aporte al conocimiento científico y al tratamiento del cáncer y de las enfermedades inflamatorias crónicas”, afirmó Damiani. 

Destacable también fue la presencia de profesionales que llegaron de sitios y saberes bien distantes. Es el caso de la doctora y experta en temas de ciencia abierta, Jenny Molloy, de la Universidad de Cambridge, y la ingeniera e investigadora en temas mineros, Graciela Castro, de la Universidad Nacional de San Juan. O del cientista social Eduardo Chávez Molina, especialista en desigualdades sociales y acceso al trabajo, y el estudioso de las teorías de juego en Economía, Fernando Thomé, de la Universidad Nacional del Sur, en Bahía Blanca.  

Como novedad, se propiciaron ocho mesas de discusión en temas sensibles que requirieron la participación tanto de investigadores y becarios, como de autoridades y gestores, quienes pudieron generar hojas de rutas para continuar trabajando. El temario abarcó desde la investigación innovadora y la articulación público-privada, la importancia de la investigación pública para el desarrollo socioeconómico de la región, las políticas científicas de la UNCUYO, las políticas de género, las instancias de articulación interinstitucional, hasta las implicancias de la IA en el plagio y la propiedad intelectual, y la tarea de investigar en Artes, en Ciencias Sociales y en Humanidades.

Otra gran apuesta fueron las actividades de divulgación científica con expertas en el tema. Entre ellas, Nadia Chiaramoni, investigadora pionera en el uso del humor para comunicar la ciencia, y Valeria Edelsztein, investigadora y comunicadora que “lucha” contra los negacionistas del cambio climático, las vacunas, y la anticiencia.

En el cierre, tuvo lugar una mesa de política con autoridades de Ciencia y Técnica de San Juan, San Luis y Mendoza, para dar un panorama sobre los temas estratégicos que como región convocan a los investigadores. También estuvo de  visita Graciela Ciccia, referente de la Cámara Argentina de Biotecnología y de la Unión Industrial Argentina, quien compartió su visión sobre la transferencia de conocimiento hacia el medio socioeconómico.