Autoridades de la UNCuyo se reunieron con funcionarios del Ministerio de Seguridad y del Servicio Penitenciario de la Provincia, quienes les entregaron productos que fabricaron mujeres de la Unidad Penal de Mujeres N° lll El Borbollón.
Junto al rector Daniel Pizzi, el vicerrector Jorge Barón y el secretario de Bienestar de la UNCuyo, Rodrigo Olmedo, participaron del encuentro el director de Enlace de Asuntos Penitenciarios y Justicia del Ministerio de Seguridad, Juan Ignacio Mulet; el responsable de Promoción del Liberado Luis Romero; y de la Unidad de Producción Penitenciaria, Juan Pablo Rodríguez y Mauricio Poroyan.
Durante la reunión el Rector destacó lo que representa el esfuerzo y la cultura del trabajo. “Esta propuesta, en el mundo moderno, forma parte de lo que los especialistas llaman el valor compartido. Más allá del trabajo en sí, creo que lo que subyace en el fondo, y lo más importante de todo, es que si hay algo que purifique y transforma la mente y el alma, es el trabajo”, sostuvo. A lo que agregó: “Debemos recuperar la calidad de la cultura de trabajo, la conducta, el hecho del esfuerzo compartido. Celebro que de esta manera se estén prestando un servicio y productos de calidad”, expresó la autoridad en el encuentro que se desarrolló en su despacho.
Por su parte Mulet, subrayó que la intención es que personas que se encuentran dentro de los servicios penitenciarios tengan trabajo, educación y capacitación. “Gracias a esta iniciativa hoy tenemos un 83 por ciento de la población penal, que estudia, trabaja y se capacita. La herrería, la carpintería y lo textil son algunos de los oficios que se aprenden, y que son remunerados”, enfatizó el funcionario.
En tanto que Olmedo consideró que la propuesta fue posible porque “coincidimos en el diseño de este tipo de políticas públicas. Creemos que ofrecer una alternativa de oficios a personas privadas de libertad, es contribuir desde la Universidad, de alguna manera, a que en el momento de su salida tengan una alternativa y no caer nuevamente en el delito, que tengan una opción laboral digna, y así contribuir a una mejora en las condiciones de vida de la sociedad”.
Según Olmedo se beneficiarán 76 plazas de las Residencias Universitarias, con una compra directa de los materiales aproximada de 27 mil pesos, lo que representó un “ahorro de cerca del 45 por ciento en relación a la compra de estos mismos productos que nosotros conseguíamos en el mercado, inclusive comprando directamente en fábrica”.
Los materiales
Se trata de 12 juegos de sábanas, 22 paños de cortinas, 44 toallas y 44 toallones que fueron confeccionados por 15 presidiarias de la cárcel de El Borbollón, de Las Heras, y que se destinarán a las Residencias universitarias para estudiantes extranjeros, en el Campus de la UNCuyo.
La compra se hizo a través de la secretaría de Bienestar Universitario, en el marco de un convenio de cooperación mutua entre la Casa de Estudios y el Ministerio de Seguridad. El acuerdo busca que ambas instituciones contribuyan a la resocialización laboral de las personas privadas de libertad a través de la capacitación y el trabajo, a fin de que obtengan conocimientos para que, una vez que alcancen la libertad, puedan participar del mundo del trabajo y su entorno social en condiciones de igualdad que el resto de la población.
Los productos los puso a la venta la Unidad de Producción Penitenciaria (calle Planta Mura y Boulogne Sur Mer de la Ciudad de Mendoza), dependencia que coordina las tareas de los presidiarios en diversos talleres (textiles, metalúrgicos, de carpintería, entre otros rubros), cuyos productos luego se ofrecen a distintas dependencias estatales y a la comunidad.