En el treinta aniversario de la conquista de la democracia, la UNCuyo conmemoró el significativo acontecimiento de la historia actual con la presentación del libro “Diez miradas diferentes para los primeros 30 años de democracia. Con esta publicación, la Universidad contribuye a profundizar el debate sobre el sentido de una palabra muy usada y a veces ignorada y desvirtuada: democracia.
El prólogo de la más reciente publicación de la Editorial de la UNCuyo (Ediunc) señala: “Debemos ser conscientes de que la democracia no es una reunión para tomar el té, donde la gente se sienta a conversar cortésmente. En las democracias, las personas se disgustan unas con otras. Argumentan vehementemente en contra de las posturas del otro, pero jamás llegan a agredirse. Y también es cierto que muchos afirman que la tolerancia ha permitido mantener y agudizar la brecha de desigualdad mientras se sigue proclamando el «genuino espíritu» de democrática aceptación del otro”.
La mesa académica de reflexión sobre el tema y presentación del libro estuvo integrada por el vicerrector de la UNCuyo, José Rodríguez, acompañado por Fabio Erreguerena, secretario de Extensión Universitaria; Juan Carlos Aguiló, coordinador del área de Políticas Publicas, y la jurista Aída Kemelmajer de Carlucci, coautora del libro.
Además de las autoridades provinciales, municipales y universitarias, legisladores, empresarios, estudiantes, representantes de los diferentes partidos políticos y público en general, estuvieron presentes todos los autores del libro. Entre ellos el ex gobernador Arturo Lafalla, el sacerdote Vicente Sebastián Reale, la jurista Aída Kemelmajer de Carlucci, los ex legisladores Raúl Baglini y Carlos Balter, el docente investigador universitario Roberto Follari, la representante de organismos de derechos humanos Mariú Carrera, los empresarios José Zuccardi y Enrique Pescarmona, y el sindicalista Guillermo Pereyra. Estas figuras públicas de la Provincia, testigos de aquella transición y de los 30 años transcurridos desde entonces, ofrecen en el libro sus interpretaciones de aquel hito histórico, de los años de dictadura y de la posterior democracia.
Luego de dar la bienvenida a los presentes, el vicerrector Rodríguez hizo un breve repaso histórico del rol que le toco disputar a la Universidad durante la dictadura militar y al finalizar la misma. “Durante aquellos años de plomo, la Universidad no fue una isla del País. Por el contrario, la política represiva tuvo características propias, porque además de las desapariciones, cárcel, muertes y exilios, hubo estudiantes expulsados, docentes destituidos, personal cesanteado, cátedras silenciadas, autores y libros prohibidos, carreras cerradas y censura. Todos los que asistían se encontraban con el aparato militar de la Universidad intervenida, y la vida universitaria regida por el miedo”, sostuvo el académico.
“Tampoco fue una excepción lo que sucedió en la Universidad a partir de ese 1983 que hoy estamos recordando y celebrando. Había que retornar al estado de derecho, reconstruir los órganos de gobierno, los procedimientos institucionales que habían sido destruidos. Mucho se hizo, y mucho queda por hacer. Seguimos haciéndole frente a los intentos privatizadores de los 90’, que buscaban imponer una universidad al servicio del mercado”, agregó el Vicerrector.
Además Rodríguez, se refirió al “camino de profundización de la democracia” por el que transita en la actualidad la Casa de Estudios. “Estamos abriendo la puerta a una nueva reforma, la reforma del Estatuto Universitario, con ella acabamos de profundizar la democracia en el sistema de elección directa de representantes de todos los claustros de la actividad universitaria. Se trabaja por más diálogo entre los diversos sectores, por una mayor escucha de las demandas sociales, especialmente de los sectores más vulnerables. Buscamos una mayor calidad académica, porque somos una universidad democrática y nuestro mandato es incluir, innovar y crear”, manifestó.
Según el vicerrector este libro, donde se discute el pasado, se analiza el presente y se avizoran los desafíos futuros, deja plasmada claramente la vocación de diversidad y apertura de la UNCuyo. “Seguimos necesitando reformas, acción y cambios, para abrir cada vez más la Universidad al medio, para sostener la educación pública y profundizar la calidad de la enseñanza. De este modo, con la mirada puesta en el futuro, en los estudiantes, pero también por la memoria de los que sufrieron en carne propia la feroz dictadura, es que estamos hoy aquí, celebrando esta democracia imperfecta pero necesaria, que necesita ser mejorada todos los días”, añadió.
Por su parte el prologuista y autor de uno de los capítulos de la obra, Arturo Lafalla, se refirió a las condiciones que debía reunir la iniciativa para transformarse en un libro. “Esta publicación es nuestro pequeño aporte que pretende expresar el reconocimiento de la diversidad, el respeto de esa diversidad, y la necesidad de encuentro de esas diversidades”.
En tanto que, Aída Kemelmajer de Carlucci expresó que el libro no pretende ser un “diálogo entre nosotros, ni con los que anteriormente han hablado, pretende ser un diálogo con el lector”, que si pertenece a nuestra generación, vivió la dictadura militar y también los 30 años de democracia, puede compartir o controvertir las descripciones y opiniones vertidas.
“Todos los que escribimos coincidimos en algo: un país es democrático o no lo es. Ahora bien, hay muy variadas calidades de la democracia. Y esa diferente calidad se mide en función de si ella permite un mayor desarrollo de los llamados derechos humanos básicos, que son las distintas libertades del hombre, como también el derecho a la vida, a la educación, a la salud, a la no discriminación, al ambiente sano, al crecimiento sustentable”, sostuvo la estudiosa de las leyes.
Y agregó: “recuperar la democracia fue una fiesta inolvidable, un hecho histórico. La democracia ganada en 1983 no consistió solo en el sufragio libre, se fundó en los derechos humanos y en el estado de derecho, la soberanía de la ley por encima de las voluntades políticas. Las instituciones republicanas fueron apreciadas porque limitan la discrecionalidad del poder, y resguardan los derechos de las personas. Con el pluralismo se valoró la diversidad y también los derechos de las minorías”.
Por último, la ex jueza destacó que desde lo institucional se ha aprendido que en una verdadera democracia nadie esta autorizado para marcar la cancha desde su propia óptica, sin atender a los otros campos del saber, porque todos juegan en esa cancha. “Esto es muy cierto para nosotros, la gente del Derecho, que debe legislar, juzgar, y regular, atendiendo a la realidad que muestran los datos sociológicos, económicos y culturares”, ejemplificó.
Asimismo el secretario de Extensión Universitaria, Fabio Erreguerena, agradeció la participación de todos los autores que aceptaron el desafío de reflexionar y pensar acerca del significado de estos 30 años de continuidad democrática. “Agradezco a todos y especialmente a Arturo Lafalla, quien se puso al hombro este desafío. El nacimiento de un libro es un motivo de festejo, y hoy adquiere un especial sentido esta publicación, luego de tanta oscuridad. La universidad pública debe democratizar su conocimiento. Así, el libro es un vehículo de transformación, de aportes a los debates de su comunidad, de su pueblo. Este es el sentido que queremos reflejar”, expresó.
A su vez el responsable de Políticas Públicas de la UNCuyo, Juan Carlos Aguiló, ofreció su impresión sobre los contenidos del libro. “El ejemplar invita al diálogo, uno tiene una especie de interacción pasional con los libros, este libro moviliza. La diversidad está presente. Existe una contribución a la memoria que es central, pedagógica, como un eje conductor que recorre todos los artículos, independientemente de las posiciones ideológicas de cada uno de los escritores, representadas con claridad y honestidad”, explicó Aguiló. Y añadió: “Esto es otro logro del libro, que se relaciona con el hecho de que no hay neutralidad en el relato. También hay un reconocimiento del conflicto en la sociedad, como algo intrínseco a las relaciones humanas, a la democracia como un sistema que encuentra espacios y mecanismos para ir resolviéndolos temporalmente”.
Sobre el libro
Desde distintas ópticas –la política, la eclesiástica, la de los derechos humanos, la económico-productiva, la sindicalista, la legal– los diez capítulos que componen esta obra intentan sintetizar y valorar nada menos que los primeros 30 años de democracia en Mendoza y en la Argentina.
La esencia de la publicación radica precisamente en la diversidad de miradas. Estas reconocidas personalidades de la vida pública mendocina relatan experiencias, ofrecen reflexiones, analizan el transcurrir socio-político y proponen nuevos caminos. De este modo, la obra se configura como un foro, en el que coinciden y a la vez confrontan distintas visiones sobre estos 30 años de democracia, de personas que vivieron y participaron activamente en los complicados e intensos años de la recuperación democrática, tras el fin de la última dictadura, en 1983.
Los capítulos y sus autores son: «Mis vivencias y experiencias en democracia», del padre Vicente Reale; «Treinta años de democracia en Mendoza: el rol de la Suprema Corte de Justicia», de Aída Kemelmajer de Carlucci; «El futuro de nuestros primeros 30 años», de Raúl Baglini; «Construyendo entre todos», de Mariú Carrera; «De la anarquía a la institucionalidad», de José Zuccardi; «El sindicalismo en 30 años de democracia», de Guillermo Pereyra; «Los años que vienen», de Arturo Lafalla; «Intelectuales, ideología y política en democracia», de Roberto Follari; «Una mirada liberal», de Carlos Balter, y «Desarrollo y tecnología en democracia», de Enrique Pescarmona.