Con la premisa de dar respuesta a las distintas necesidades de la comunidad mendocina, desde el 2015 la UNCuyo trabaja en la inclusión de niños, jóvenes y adultos con diferentes realidades sociales a los distintos espacios del Club Universitario, favoreciendo su acceso al desarrollo de actividades deportivas, recreativas y de turismo.
En ese sentido la dirección de Deportes de Bienestar Universitario, a través del programa de becas “Inclusión Deportiva”, garantiza la incorporación y continuidad de cerca de 200 niños y jóvenes de los barrios La Favorita, Flores Oeste, Olivares y San Martín en la práctica de diversos deportes federados como el patinaje artístico, judo, gimnasio de pesas, balonmano, hockey, futbol 11, futsal, hockey, vóley, ritmos y atletismo.
La idea es estimular la incorporación de aquellos deportistas fundamentalmente de divisiones inferiores que presenten una situación de vulnerabilidad social, como así también se apunta a evitar el abandono de la práctica deportiva que por distintos motivos suele producirse.
Para ello se exime a los atletas del pago de la inscripción, cuota social y cuota deportiva del Club y en muchos casos de abonar la cuota federativa que exigen las ligas o asociaciones de cada deporte en la Provincia. Y, en caso de ser necesario, también se absorve los diversos gastos que requiere la práctica, como viajes a torneos, indumentaria específica, accesorios pertinentes al deporte e inscripciones a competencias.
Para concretar esta propuesta desde una perspectiva inclusiva, el secretario de Bienestar Universitario, Rodrigo Olmedo, sostuvo que se trabaja a menudo junto con varios municipios, como la Ciudad de Mendoza, Godoy Cruz y Las Heras. “Muchos chicos se acercan a la UNCuyo por una gestión de las comunas. También es muy valioso el compromiso de sus padres, porque los traen, los buscan y así favorecen su continuidad y rendimiento deportivo”, expresó el funcionario.
A lo que agregó que se busca que esos jóvenes, que no son estudiantes de la Universidad, se sientan integrados con aquellos que sí lo sean o que vengan de otros barrios como Dalvian o Champagnat. “En las canchas las diferencias no deben existir, somos todos iguales haciendo deportes, independientemente de nuestras habilidades. Debemos acompañar a los jugadores para que afuera del campo de juego esas diferencias sociales sean menores”, enfatizó Olmedo.
Para cerrar, el funcionario se refirió al crecimiento de la demanda del deporte en la Universidad y destacó que en la actualidad el grueso del desarrollo de la actividad física más social la realizan los municipios, y en menor medida los clubes de barrio o sociales. “La UNCuyo entonces ha venido a sumarse como Estado a dar respuesta a esa demanda. Debemos contemplar las opciones que busca la gente para practicar deportes”, explicó.