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La UNCUYO trabaja en la creación de Ecoescobas, junto a internos de una Unidad Penal

“Aprendizaje de oficio y cuidado del medio ambiente” se denomina la iniciativa de la que forman parte docentes, estudiantes universitarios e internos que tiene como objetivo el aprendizaje de oficios, el cuidado del medio ambiente y el reconocimiento de las propias capacidades de los miembros del Penal.

17 de junio de 2020 Por: Unidiversidad
imagen La UNCUYO trabaja en la creación de Ecoescobas, junto a internos de una Unidad Penal

Foto: Facultad de Ingeniería (UNCUYO)

Con el fin de innovar creando soluciones simples, reales y escalables con impacto social y ambiental, e impulsando la comunicación y el arte como fuentes de cultura y compromiso ciudadano, el espacio UNCULAB (Laboratorio de Innovación Social) de la UNCUYO fue convocado por la Unidad N° VI Penal de Jóvenes y Adultos, para colaborar en la búsqueda de actores institucionales pertenecientes a la Universidad que trabajen con jóvenes privados de la libertad.

En tal sentido, la Facultad de Ingeniería junto a la Facultad de Arte y Diseño participan de la propuesta “Aprendizaje de oficios y cuidado del medio ambiente como mecanismos de reconocimiento de las propias capacidades y la importancia de lo vincular en los jóvenes privados de libertad: PROYECTO ECOESCOBAS”.

El objetivo general del proyecto financiado desde el Programa de Prácticas Sociales Educativas del Área de Innovación Social de la Secretaría de Extensión y Vinculación, además de optimizar el proceso productivo de escobillones ecológicos, posibilita incrementar el doble impacto -ambiental y social- que su implementación suscita dentro de la Unidad N° VI Penal de Jóvenes Adultos. Además, hace hincapié en el intercambio de saberes y prácticas (entre los estudiantes y los internos) volcados en el proceso proyectual y productivo.

Lo propuesto acompaña el proceso ya iniciado por el equipo de actores sociales de la UNCUYO y los jóvenes internos, cuyo producto resultante es un escobillón, en 2 tamaños, para uso interno, fabricado a partir de la reutilización de botellas plásticas de PVC y PET descartables (como cerdas) y madera de pallets (para la base de estos escobillones).

La modalidad de trabajo se plantea como interdisciplinaria entre las cátedras “Emprendedorismo e innovación” y “Comercialización”, de las carreras de Ingeniería Industrial y Mecatrónica de la Facultad de Ingeniería; y “Diseño de Productos 1” y “Métodos de Diseño” de las Carreras de Diseño Industrial y Gráfico de la Facultad de Artes y Diseño, a través de comisiones de trabajo.

Al respecto, la docente coordinadora del proyecto por parte de la Facultad de Ingeniería, Mónica García Tello, explicó que se han planteado cuatro objetivos específicos: optimizar el proceso productivo de fabricación de los escobillones; implementar mejoras en el producto, para reducir o eliminar los desperdicios que genera su producción;  incrementar la participación de internos en los proyectos de doble impacto (ambiental y social) que se generan en el Penal; y generar relaciones comerciales para la adquisición de escobillones por parte de organismos e instituciones.

Actualmente, se trabaja en el primero de estos objetivos: la optimización del proceso productivo, a través de posibles mejoras en la máquina con la que se fabrican las cerdas del escobillón.

Los estudiantes que participan de la iniciativa son Juan Francisco Levatino, Maximiliano Reinoso, Lucas Díaz Herrera, Valentina Mattiello y Paula Prado.

Juan Francisco Levatino, comentó que, debido a la situación de pandemia, los primeros meses fueron complicados. Pero que, a partir del mes de mayo, se comenzó a trabajar con mayor agilidad y se logró terminar la primera etapa: la realización de un diagnóstico de los procesos productivos que están llevando a cabo actualmente en la penitenciaría, en base al cual se propusieron mejoras con el fin de hacerlos más eficientes, seguros y atractivos, no tan rutinarios.

Asimismo, explicó que la idea en el próximo semestre es seguir completando fases y lograr un mayor acercamiento con los jóvenes del Penal, una vez que se puedan realizar visitas a la institución. 

“Tenemos expectativas grandes, sobre todo en generar que esta experiencia se pueda replicar en otros penales y sea un programa de reinserción social para muchos jóvenes” agregó Levatino.

Por su parte, Paula Prado, expresó que como estudiantes de una universidad pública sienten la necesidad de involucrarse con diversos actores sociales en la resolución de distintas problemáticas. A la vez que destacó que es importante ver cómo, desde las carreras de ingeniería se pueden realizar muchos proyectos que tienen un impacto social muy grande.  

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