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La UNCUYO realizará un censo integral para actualizar el perfil de sus estudiantes

Todos aquellos estudiantes que realicen la inscripción anual deberán completar un formulario. El objetivo es delinear políticas educativas más acordes a las experiencias actuales del alumnado.

imagen La UNCUYO realizará un censo integral para actualizar el perfil de sus estudiantes

¿Quiénes son hoy los estudiantes de la UNCUYO? Con esa pregunta la Universidad Nacional de Cuyo pone en marcha un nuevo censo estudiantil que le permitirá conocer el perfil de sus estudiantes y pensar en políticas universitarias que se adecuen a sus características. 

Julio Aguirre, secretario académico de la UNCUYO, explicó que es “una enorme herramienta que brinda la oportunidad de conocer un poco más quiénes son nuestros estudiantes. Es un elemento más del sistema de información que tiene la Universidad sobre su comunidad, que le sirve para tomar distintos tipos de decisiones y organizarse en distintas dimensiones del trabajo”. 

“Uno siempre cuando piensa en el estudiante universitario, piensa en gente jovencita de entre 19 y 25 y nuestra comunidad estudiantil es mucho más grande y más diversa que eso. Esa imagen prototípica debe ser probablemente menos del 50% de nuestros universitarios, después tenemos muchos estudiantes que tienen más de 25 y tenemos muchos que tienen más de 30”, indicó Aguirre para ejemplificar los datos que permitirá actualizar el instrumento. 

Además, el censo revelará el perfil del estudiantado. “Tenemos una pluralidad de estudiantes universitarios en distintas carreras que, a su vez, tienen distintas experiencias de vida. Muchos trabajan, otros tienen familia o cuidan a personas, algunos trabajan en cosas que tienen que ver con sus carreras, otros trabajan en cosas que no tienen nada que ver, algunos tienen un lugar donde estudiar todos los días en su casa, otros no lo tienen, algunos tienen computadora, otros no la tienen”. 

¿Cómo se implementa el censo?

A diferencia del censo de 2022, que fue voluntario, en este caso se censará a todos los estudiantes a partir de segundo año, cuando realicen la inscripción anual por medio de la plataforma SIU Guaraní. Es un formulario breve que se completa en aproximadamente en 10 minutos y al finalizar permite continuar con el proceso de inscripción. 

En cuanto a la obligatoriedad del instrumento, Aguirre mencionó que se pensó de esta manera porque mucha de la información remite a grupos que son minoritarios dentro de la Universidad y es muy relevante contar con esos datos para brindar las políticas que necesitan. En ese sentido, invitó a los estudiantes a que respondan todas las preguntas a conciencia. "Es algo que realmente lleva muy poco tiempo y es muchísimo más seguro y anónimo que todo lo que hacen en cualquier red social”, señaló.

La seguridad de la información 

Para dar más tranquilidad al estudiante, Aguirre señaló que toda la información del censo está resguardada por la Ley N° 17622 de Secreto Estadístico. Si bien la encuesta está vinculada a la inscripción, se garantiza el anonimato, ya que lo que se genera es información estadística.

“Yo no puedo saber qué respondieron con nombre y apellido, solamente voy a tener informaciones en base a lo que se carga. Puedo hacer filtros, pero con la información estadística de las respuestas no puedo individualizar luego a las personas. Puedo saber qué respondieron todas las mujeres, y qué respondieron todas las mujeres que trabajan y que estudian tal carrera”, dijo el secretario. 

Datos para planificar y anticiparse 

La información relevada será clave para planificar políticas universitarias y anticiparse a diferentes escenarios. Aguirre detalló que contar con esa información puede ayudar, por ejemplo, a entender cuántos estudiantes tienen personas a cargo y a partir de eso pensar en las metodologías de cursado, o cuántos de ellos van con sus niños a cursar y a partir de esto construir lactarios en las Facultades.

“De igual modo, en un contexto de restricción presupuestaria, en donde necesitamos reforzar las becas, tenemos que saber cuántos estudiantes potencialmente las están necesitando. O si queremos más becas de conectividad, tenemos que hacer una estimación de cuánto de los más de 30.000 estudiantes de grado y pregrado tienen, realmente, problemas de acceso a internet. Para anticiparnos a un escenario en el cual vamos a ir aumentando los grados de virtualidad en la educación, primero necesitamos garantizar que todos vayan a poder acceder”, profundizó el secretario. 

A su vez, mencionó que el censo brinda información estadística que queda disponible para toda la comunidad académica. Incluso el censo anterior quedó plasmado en un libro que publicó la EDIUNC

Qué dejó el primer censo 

Fue en el 2022 y representó una muy buena experiencia ya que permitió complementar información del estudiantado. “Con todo ese tipo de información, pudimos mostrarle a la comunidad docente y a los directivos de las distintas instituciones dentro de la Universidad, quiénes son esas personas que están en las aulas, cuáles son sus problemas, sus deseos y sus expectativas. Es información que nos ayuda a conocernos mejor”, subrayó Aguirre. 

Expectativas a futuro 

El censo se aplicará durante el periodo de inscripciones, que se da en fechas diferentes de acuerdo a cada carrera, y se calcula que va a ir más o menos terminando al promediar marzo. 

Luego vendrá la etapa de sistematización de datos y los primeros informes estadísticos que se podrán tener para mediados de año. Hacia finales de 2025, se espera tener la información en formato de infografías y para el próximo año, en soporte libro. 

Aguirre también señaló que el censo empezó en la gestión anterior y que la idea es que se sostenga en el tiempo. "La importancia de este tipo de información no es solamente tener la foto, sino poder reconstruir eventualmente la película de lo que fue pasando", recalcó.

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