Bonnardel era crítico de arte y espectáculos en el Diario Los Andes cuando fue detenido por efectivos militares, el 23 de noviembre de 1975. Tras tres años y ocho meses de detención, durante los que fue trasladado a distintos lugares de reclusión del país, le fue concedida la opción del salir del país. Se exilió en Burdeos (Francia), donde falleció el 30 de octubre de 1984, en un accidente de tránsito.
"Con ellos compartimos los miedos, las búsquedas, los cruces de vereda, el 'algo habrán hecho'", agregó la rectora, cuyo hermano Conrado integra la legión de desaparecidos durenta la última dictadura militar.
"Afortunadamente -finalizó- hoy vivimos otra etapa, en la que todos pueden expresar sus ideas y es lo que queremos y practicamos en nuestra Universidad", que con este reconocimiento "cierra algo que Mendoza le debía a Jorge, a Sara y a su familia".
Acto seguido, la rectora leyó y entregó a la señora de Bonnardel la Resolución por la cual la UNCuyo reconoce a Bonnardel por su labor como "hacedor cultural" de Mendoza.
Al finalizar el acto, el secretario del Sindicato de Prensa de Mendoza, Roberto Picco,invitó al veterano periodista Ramón Abalo a entregar a Sara Malvicino una placa de piedra ágata con la que la entidad homenajea a los colegas más destacados.

Biografía

Jorge Bonnardel nació el 19 de noviembre de 1931 en Mendoza. Hizo su escuela primaria en la Normal Tomás Godoy Cruz y cursó sus estudios secundarios en el Liceo Agrícola y Enológico Domingo Faustino Sarmiento. Estudió música y Ciencias Políticas y Sociales. Le quedaba una materia para obtener su título en Políticas y nunca se recibió porque su verdadera vocación fue el periodismo.
Comenzó a trabajar como periodista en un programa cultural de Canal 7. Su interés siempre estuvo vinculado a las artes ya que era un lector infatigable y escuchaba mucha música. También trabajó en el diario Tiempo de Cuyo y posteriormente en las secciones culturales de Los Andes y El Andino. Hacía sobre todo, crítica de música y teatro.
Ganó un concurso como Jefe de Programación de Radio Nacional aunque nunca se hizo efectivo el cargo. Fue jurado de libretos de la Fiesta Nacional de la Vendimia. Fue profesor de la Escuela de Periodismo en la época en que Daniel Prieto Castillo la dirigía.
Escribió una historia del teatro mendocino que nunca se publicó.
El 23 de noviembre de 1975 lo tomaron preso y lo mantuvieron 3 años y 8 meses en esa situación. Cuando se lo llevaron hubo una asamblea masiva de periodistas que pedían explicaciones sobre su detención y su liberación.
Salió en julio de 1979 con el derecho de opción para ir a vivir a otro país. Él y su familia eligieron Francia donde residió hasta su muerte. Trabajó como profesor de Español en el Instituto Universitario de Tecnología que forma periodistas, promotores culturales, asistentes editoriales y encargados de relaciones humanas en Francia.
Bonnardel murió el 30 de octubre de 1984 en un accidente en la vía pública en Francia.

Evocaciones y adhesiones

El corresponsal de Clarín en Mendoza, Rafael Morán, ex compañero de trabajo, evocó la figura de Bonnardel, su forma de trabajo y de comportamiento y el marco político "de terror previo al golpe de 1976" en el que se produjo su detención. Destacó la iniciativa de la UNCuyo de darle un reconocimiento público y oficial, "el primero que tiene lugar en Mendoza".
"Fue un hombre reflexivo, manso, periodista brillante", señaló, lo que hace más arbitraria su detención "por la nunca recibió una acusación formal", recordó.
Otra evocación muy sentida fue la que hizo llegar el periodista y escritor Rodolfo Braceli, también ex compañero de trabajo. Caificó a Bonnardel como "crítico cordial, que siempre veía el vaso de agua medio lleno, un cultor de la ciencia de la paciencia". Entre recuerdos y anécdotas, evocó la "mansedumbre" de Bonnardel y su "proverbial incapacidad para decir que no" para finalizar con un concepto muy original: "La muerte -subrayó- no puede con todos. La muerte es impotente frente a las criaturas. Y Jorge es una perenne criatura".
También hizo llegar su adhesión al acto el profesor Daniel Prieto Castillo, director de la antigua Escuela de Periodismo, por no encontrarse en Mendoza. Igualmente, se leyó la adhesión de la Liga por los Derechos Humanos de Mendoza.
La señora Sara Malvicino -quien agradeció a la rectora Gómez de Erice y a todos los presentes- cerró las evocaciones con lo que llamó "una visión de puertas adentro". Recordó la "mucha preparación de sus artículos de crítico de arte y su inmenso respeto por el trabajo de los demás", su convicción de que "un periodista sólo puede aspirar a tener responsbilidad y no poder". Rememoró escenas de la vida familiar. De la época de la detención, apuntó que "en sus cartas nunca hubo lamentos. Con muchos dientes menos y una herida en la frente, siempre estaba bien. Y todas terminaban con una frase que se convirtió en un lema para nosotros: 'Valor, esposa. Ya falta menos'".