Especialistas nacionales se reunieron para analizar los desafíos y oportunidades que plantea la inteligencia artificial (IA) para la enseñanza y el aprendizaje. El encuentro estuvo dedicado a repensar la formación docente en tiempos de IA y contó con la participación de la decana de la Facultad de Educación, Ana Sisti, los expertos Fernando Peirone y Daniel Daza, y el exsecretario académico de la Universidad Nacional de Cuyo, Julio Aguirre.
En el cierre del ciclo Conversaciones entre la Educación y la Inteligencia Artificial, Sisti destacó la reflexión generada en las prácticas docentes y el papel crucial de la universidad pública en discutir y abordar cuestiones relevantes, especialmente en el contexto de la inteligencia artificial.
“La universidad pública debe estar y tiene que estar discutiendo sobre IA y dando respuestas, o por lo menos repensando situaciones que todo el tiempo nos atraviesan en los espacios y en las aulas”, expresó la Decana.
Daza exploró los significados de enseñanza y aprendizaje en un entorno tecnológico avanzado e invitó a reflexionar sobre estos conceptos. En este sentido, diferenció el aprendizaje humano del de las máquinas, y remarcó la necesidad de cuestionar qué implica aprender para nosotros.
En relación con el interrogante ¿Qué significa vivir en contextos de alta disposición tecnológica digital inteligente?, el especialista mencionó que la idea de aula ampliada y sin paredes, pero con redes “implica reconocer que hay otros espacios (portales presenciales, virtuales o físicos) en los que los estudiantes aprenden contenidos, incluso con más entusiasmo”.
En su intervención, Peirone abordó la temática de las fuentes de socialización no institucionales en el contexto de la inteligencia artificial. Destacó la transformación de las prácticas sociales debido a la incorporación de tecnologías informacionales, dando origen a conceptos como tecnosocialidad y tecnosociabilidad.
“Con el advenimiento de la sociedad informacional, surgieron fuentes de socialización no institucionales mediadas por celulares, consolas de videojuegos, computadoras, plataformas y otros entornos digitales. Estas alteraron significativamente el proceso de subjetivación y socialización, contribuyendo a su naturalización”, analizó Peirone.
Además, habló de la necesidad de adaptar el sistema educativo a las nuevas realidades sociales para evitar la brecha entre la experiencia de los estudiantes y las instituciones educativas. “El sistema educativo sigue reproduciendo prácticas y modelos pedagógicos inerciales que no se condicen con el universo experiencial de los estudiantes”, aseguró el especialista.
Aguirre destacó la creciente dependencia tecnológica de la sociedad y la necesidad de que la universidad pública analice este fenómeno. Se refirió a la importancia de investigar la inteligencia artificial, aprender a enseñar con estas tecnologías de manera significativa y reflexionar sobre los riesgos asociados.
“Hay un vacío de conocimiento que tenemos que llenar, pero fundamentalmente, un vacío político. Tiene que ver con cómo estas tecnologías están cambiando nuestras formas, nuestras prácticas, nuestras relaciones, y allí hay un vacío que la universidad pública tiene que ayudar a llenar”, concluyó el disertante.
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