El Hospital Universitario (HU) incorporó recientemene un nuevo servicio en Fonoaudiología. Se trata del Laboratorio de voz, un espacio destinado a toda persona que utilice la voz como principal herramienta de trabajo.
Consiste en un análisis a partir del cual el fonoaudiólogo valora cada uno de los parámetros de la voz. Como resultado se obtiene un diagnóstico de su estado, lo cual permite optimizar el tratamiento.
Se puede acceder al servicio con turno previo, que se solicita de lunes a viernes de 8 a 20, al 0810 999 1029 o por mensaje de WhatsApp al 2612053408.
El Laboratorio de la voz está a cargo de la licenciada Valeria Estrabón. A continuación, la especialista comparte información de relevancia para entender el alcance del servicio.
Qué es la voz y qué elementos la componen
- La voz es el sonido que se origina por la vibración de las cuerdas vocales ubicadas en la laringe por el paso del aire espiratorio. Es un vehículo de comunicación entre las personas y uno de los medios esenciales para expresar y comunicar los conocimientos, los pensamientos y los sentimientos propios. Es el medio de comunicación más utilizado en las relaciones personales y profesionales.
- Está dotada de diferentes cualidades acústicas: timbre, intensidad, tono, duración; además, se incluyen características de la voz hablada: ritmo, expresividad y melodía, articulación, proyección, manejo de intensidades, resonancia, entre otras. Estas cualidades están directamente relacionadas con la postura del cuerpo, el estado tónico muscular, la mecánica respiratoria, el estado de salud general y la gestión óptima de las emociones.
- El proceso de fonación da como resultado la emisión de una voz normal o eufónica que tiene unas cualidades acústicas determinadas. Cuando se produce un cese total del acto de fonación, aparece una ausencia total de la voz, que se llama afonía. Entendemos por trastorno de la voz o disfonía la alteración de las cualidades acústicas básicas de la voz (timbre, altura e intensidad) que afecta a la comunicación de manera que impide desarrollar con normalidad las actividades cotidianas de habla y comunicación.
Para qué sirve evaluar la voz y en qué consiste esta evaluación
La evaluación de la voz es multiparamétrica e incluye las medidas perceptual, acústica, aerodinámica, laríngea y la autoevaluación del paciente. Es el proceso mediante el cual el fonoaudiólogo valora cada uno de los parámetros de la voz, y como resultado de este proceso se obtiene un panorama del estado de la voz del paciente, permitiendo realizar el diagnóstico foniátrico.
Para realizar la evaluación vocal, el fonoaudiólogo debe aplicar diferentes pruebas y procedimientos con el objeto de valorar cada uno de los elementos que intervienen en la producción de la voz hablada y cantada. Estos elementos se analizan en gran parte a través del examen perceptual vocal, que es subjetivo.
Este examen se complementa con el uso del laboratorio de voz (análisis acústico) que es una herramienta objetiva y no invasiva de exploración vocal, que consiste en grabar frente al micrófono una serie de vocalizaciones y de este modo, obtener datos cualitativos y cuantitativos sobre la calidad y funcionalidad vocal.
Se utiliza como complemento del diagnóstico de voz junto al examen perceptual, para establecer la severidad de la disfonía, para seguimiento ambulatorio del tratamiento foniátrico, como mecanismo de retroalimentación visual y auditivo, para determinar la efectividad de las técnicas de rehabilitación aplicadas y para la obtención de datos objetivos con fines investigativos. Su aplicación es sencilla, ya que sólo requiere del seguimiento de indicaciones simples por parte del sujeto evaluado.
Qué quiere decir “observar la voz cuantitativa y cualitativamente”
Dada la compleja naturaleza de la voz, y la cantidad de información que se encuentra incluida en la forma de onda, el análisis acústico aporta información en forma de gráficos y en forma numérica (valores estandarizados). Sobre los resultados gráficos, se realiza una observación cualitativa (regularidad, estabilidad, constancia, permanencia, predominancias, etc). Sobre los valores numéricos se aplica un análisis cuantitativo sobre la regularidad de la vibración de los pliegues vocales en términos de medidas de perturbación de la voz, entre otros, que deberán ser correlacionados con la fisiología fonatoria del paciente.
A partir de valores estándares para edad y sexo de determinados parámetros, es posible cuantificar el grado de desviación vocal de estos valores. En el caso de la señal de voz, se pretende que los mecanismos de parametrización permitan cuantificar el comportamiento de las voces patológicas, diferenciándolas de las voces normales. Los datos obtenidos a través de este medio deben ser cotejados e interpretados considerando los resultados de otras evaluaciones como la aerodinámica, perceptual, endoscópica y con los antecedentes anamnésicos.
En quiénes se recomienda realizar esta evaluación
En todas las personas que padezcan disfonía, que deseen tener un diagnóstico completo sobre su estado vocal, que se encuentren estudiando o deseen estudiar una carrera que requiera uso de la voz, que sean profesionales de la voz o utilicen su voz de forma ocupacional. Este estudio es muy utilizado en medicina laboral, en condiciones pre y post quirúrgicas de cuerdas vocales y en investigación vocal.
- Docentes: representan el prototipo de profesionales que necesitan su voz para desarrollar su trabajo. Depende de la voz que la información se transmita adecuadamente y llegue a cumplir los objetivos docentes y humanos que la relación profesor-alumno requiere. La carga vocal de su trabajo es alta, ya que deben hablar a una intensidad elevada durante muchas horas y a menudo con unas condiciones ambientales desfavorables.
- Personal de telemarketing: por trabajar en cubículos abiertos con un ordenador, auriculares y micrófono, el tono de voz no suele ser alto, ni hay cambios bruscos de intensidad o tipo de voz, de manera que el principal problema consiste en tener que hablar durante muchas horas.
- Cantantes, actores, locutores de radio y televisión, operadores de telefonía, traductores simultáneos, conferenciantes, trabajadores sociales, personal de ventas, abogados, guías de turismo y, de manera general, toda persona que se dirige al público en su trabajo.