Un grupo de investigadoras del Conicet y de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) desarrolló una fórmula para elaborar galletitas “saludables” en base a aceites vegetales, con bajo contenido de azúcar y sodio: un alimento sin grasas “trans” o conservantes, edulcorantes, colorantes ni saborizantes artificiales. Es decir, “galletitas con sabor a casero”, aseguró a Página/12 Cecilia Lupano, directora del proyecto. Por el momento, sólo algunos niños saborearon el nuevo alimento, pero “nuestro interés es que alguna empresa se interese y comercialice las galletitas para el público en general”, confirmó Lupano.
A partir de la certeza de que la obesidad, los problemas cardiovasculares y hasta algunos tipos de cáncer pueden ser derivaciones de una mala alimentación, tres especialistas del Centro de Investigación y Desarrollo en Criotecnología de Alimentos (Cidca), dependiente de la Universidad Nacional de La Plata y del Conicet, desarrollaron una fórmula novedosa para elaborar galletitas semidulces y saladas. La formulación parte de una relación de hidratos de carbono, lípidos y proteínas cercana a la recomendada por la OMS y la FAO.
También se respetó la recomendación de la OMS que señala que se debe limitar el consumo de grasas, sustituir las saturadas por insaturadas y eliminar los ácidos grasos trans de las dietas. Porque el grupo de investigadoras empleó ingredientes totalmente naturales para la fórmula de las “galletitas saludables”: “No tienen edulcorantes, saborizantes ni conservantes. Tampoco colorantes artificiales, que perjudican las arterias y provocan mayor riesgo de sufrir enfermedades prevenibles”, dijo Lupano.
Aunque no tengan conservantes, “las galletitas tienen la ventaja de una larga vida útil, porque tienen bajo contenido de humedad –confirmó la doctora–. Si están bien cerradas duran mucho tiempo”. Durante varios años, Lupano junto con Paula Conforti (bioquímica y farmacéutica de la UNLP) y Silvia Suárez (estudiante de la carrera de Nutrición de la UBA) se dedicaron a la investigación teórica de las galletitas. Por eso, “llegamos a la conclusión de que ese alimento posee varias ventajas sociales en comparación con otros. Por ejemplo, la facilidad de su conservación a temperatura ambiente, la amplia aceptación de la población y es un alimento fácil de comer y de transportar”, confirmó Lupano.
Por otra parte, la directora del equipo interdisciplinario destacó que “no son galletitas de bajas calorías, pero sí son muy sabrosas; además superaron la exigente prueba a la que fueron sometidas: el paladar de varios niños”. Las investigadoras están probando la incorporación de distintos sabores: canela, limón o chocolate (para las semidulces) y orégano, pimentón o tomillo (en las saladas).