La
erupción del Chaitén, en Chile, cuyas cenizas llegaron hasta Buenos Aires,
inauguró una nueva preocupación sobre qué podría ocurrir si se diera un
fenómeno similar de este lado de
Científicos
de
Algunos
de los peligros de una posible erupción pueden ser las coladas volcánicas, es
decir, el manto de roca que se forma producto de la solidificación del magma,
nubes piroclásticas, que se forman cuando la lava con alto contenido de gases
se enfría y descomprime al alcanzar la superficie, o caída de ceniza.
Los
volcanes andinos se caracterizan por tener erupciones explosivas con eyección
de gran cantidad de cenizas que los vientos dominantes del oeste esparcen
rápidamente por todo el territorio de Mendoza. Esto indica que la caída de
cenizas será el peligro más importante, como ocurrió recientemente con el Chaitén.
Pero
los perjuicios no serían exclusivos de Mendoza, sino que podría afectar también
a gran parte del centro del país. Un ejemplo de esto es lo que ocurrió en 1934
cuando hizo erupción el volcán chileno Quizapú, que distribuyó sus cenizas en
todo Mendoza y llegaron inclusive a otros países como Brasil y Sudáfrica.
Ceniza
de cenizas
El
proyecto estudió una serie de volcanes que pueden hacer erupción y a qué zonas
pueden afectar. La lista incluye los limítrofes con Chile, que tuvieron
erupciones en los últimos 10 mil años y se pueden repetir. A todos se les tomó
muestras de materiales volcánicos de sus erupciones, se determinó su edad y se
los analizó químicamente. La misma tarea se realizará este verano en volcanes
del otro lado de
Aunque
todavía es pronto para señalar a algún volcán en riesgo, se sabe que los que
mayores posibilidades de erupción tienen son San José, Maipo y el conjunto
Planchón - Peteroa y alguno de
* Dirección de Prensa - Universidad Nacional de Cuyo