“Asumo siendo consciente de que en este espacio se encuentra un estilo de vida” comentó Liliana Sánchez, la flamante directora del Coro Superior de la Escuela del Magisterio de la UNCUYO y aseguró que en su nuevo rol realizará diversas actividades para enriquecer la experiencia coral de sus integrantes. Entre esos proyectos se encuentra la posibilidad de hacer un campamento y un viaje fuera de la provincia. "Asumo este desafío con muchísima alegría y cariño", afirmó.
Con la mirada de una egresada y con la trayectoria construida con años de labor, Liliana Sánchez asegura que halló, en el Coro, un estilo de vida. Encontró allí su vocación, que guio sus estudios de grado y que hoy la coloca al frente del Coro Superior de la Escuela del Magisterio tras el paso del maestro Ricardo Portillo, quien indiscutiblemente dejó una huella en este espacio luego de su jubilación, en 2022.
Liliana transmite energía positiva cuando habla de su nuevo rol, aunque ya es asistente de dirección desde hace 20 años, y espera mantener los hilos que tejen una larga tradición en el colegio, pero al mismo tiempo lograr transmitir su impronta mientras rescata actividades que enriquecerán la experiencia de quienes atraviesen el coro del Magisterio.
Actualmente se desempeña como maestra del Coro Inicial de la Escuela del Magisterio y el Coro del Club Mendoza Regatas, donde ha sido distinguida en numerosas oportunidades. También integra el equipo de coordinación del Programa Provincial de Coros y Orquestas de la Provincia de Mendoza donde se desempeña como referente provincial del área coral. En el presente año concursó la dirección del Coro Superior de la institución, siendo designada para tal fin.
Expectativas de la directora en su nueva labor
-¿Cómo asumís este nuevo desafío?
-Lo asumo con muchísima alegría y cariño. Primero, porque fue el lugar que a mí me formó. Yo fui integrante del coro cuando estaba en la escuela y trabajo allí hace 20 años como asistente de dirección, luego dirigiendo el coro inicial. Es un lugar muy querido por mí, muy importante. Porque es el lugar donde encontré mi vocación, cantando en ese coro. Asumo este desafío siendo muy consciente de lo que ese espacio genera en muchas chicas que pasan por el coro. Chicas que encuentran en la música un estilo de vida.
"Mi responsabilidad es mantener esa situación que se da con las chicas. Que encuentran una vocación o una actividad que las acompaña el resto de su vida cuando toman otros caminos, cuando siguen cantando o ligadas a la música. Esa es mi manera de asumir este enorme desafío. También estoy contenta de que haya sido por concurso que legitima mi paso por el colegio como docente desde hace 20 años y que hoy puedo ser la directora legítima de ese coro".
Ricardo fue una figura muy importante tanto en mi carrera como en cada integrante del coro. Lo asumo manteniendo todas las premisas que él sostuvo durante tantos años, como el trabajo en equipo, el disfrute de las chicas y descubrir un mundo nuevo que es el mundo de la música.
-¿Qué impronta pensás darle a un coro con tanta trayectoria como el Magisterio?
-La impronta que pienso darle es, primero, mantener una trayectoria que nos posiciona como segundo coro femenino del país, creado por el maestro Felipe Vallesi, luego del coro de Morón, en Buenos Aires que fue el primero. Pero también atendiendo a las realidades creo que es necesario empezar a pensar en integrar a todas aquellas personas que desean aprender a cantar. Probablemente en proyectos concretos. Entonces, una de las primeras acciones es hacer un sondeo en la población de varones y si alguno está interesado en cantar, evaluar qué número de chicos son y cómo podemos articularlos en este proyecto, que sería paralelo al coro femenino que nos parece una trayectoria realmente importante para sostener.
"Queremos abrirlo a otras personas que deseen aprender a cantar. Tal vez no integrar el coro de manera regular durante todo el año, pero sí que encuentren un espacio donde podamos enseñarles a cantar".
También me gustaría que el coro pueda participar de actividades que ocurren en la escuela. El coro siempre ha participado del acto central, de la fiesta de la tradición y ha tenido mucha actividad fuera de la escuela. La idea es mantener esa actividad artística fuera de la escuela, porque en el medio coral mendocino es un coro que suena, pero también poder darle mayor participación a través de articulación con profesores en distintos actos tal como ocurrió el 24 de marzo, el día de la memoria, donde hicimos una obra, pero estuvimos presentes dentro del colegio.
-¿Qué características tienen quienes participan del Coro del Magisterio?
-Las integrantes del coro del Magisterio tienen como característica haber pasado por una prueba que hacen al inicio, cuando ingresan en primer año, cuando evaluamos su salud vocal que reflejan mucho de su salud integral. Ya hace muchos años que el colegio realiza esta prueba de manera obligatoria a todas las mujeres que ingresan a la escuela. Ahí evaluamos sus aptitudes musicales, que las tienen todas, y sus posibilidades de cantar. Solo tenemos en cuenta a quienes manifiestan el deseo de cantar, no obligamos a nadie.
"Son chicas que tienen ganas de aprender a cantar e integrar el coro. Luego deben saber organizarse porque tienen una carga horaria un poquito mayor que el resto y ensayan dos días a la semana en el coro (los días que tienen educación física)".
En resumen, sus características son aptitudes musicales, ganas de aprender a cantar y poder de organización de la carga horaria, compromiso y responsabilidad.
-¿Qué proyectos en cuanto a repertorio, por ejemplo, tenés para este año?
-El repertorio siempre es universal popular y académico. Buscamos que las chicas, del inicial y del superior, tengan un pantallazo de todo lo que se puede hacer en la actividad coral. No nos quedamos con un solo estilo. Hacemos música en distintos idiomas, lentas, rápidas, o de mucha influencia en la música popular, urbana o folclórica. También hacemos música académica compuesta por grandes de la historia de la música o compositores contemporáneos que se dedican a la música académica popularmente conocida como clásica.
"También tenemos pensado para el Superior retomar el viaje anual, como se hacía durante muchos años antes, para participar de coros juveniles. Y queremos retomar el viaje de una vez al año fuera de la provincia".
Otra idea es realizar, con el inicial y superior, el ensayo intensivo que es una suerte de campamento que se hace los días sábado y domingo, donde cantamos y ensayamos pero también hacemos actividades de convivencia, juegos. Esos fines de semana son muy enriquecedores para las chicas. Como proyecto fuerte, el concierto anual con la Orquesta Sinfónica de la Universidad Nacional de Cuyo junto al Coro de la Escuela Martín Zapata. Es una experiencia muy impactante para las chicas, porque cantar con una orquesta, que a su vez es tan reconocida en el país es muy importante y significativo para ellas. Y, por supuesto, los proyectos de incluir al coro en distintas actividades articulando con los docentes a cargo de esas actividades como actos y festivales.