A la una y media de la tarde cruzaron la avenida Champagnat pero ya nunca regresaron a su casa. Ayer al mediodía, en una zona del Pedemonte comprendida entre el barrio Dalvian y el predio de la UNCuyo, y unos 600 metros hacia el oeste, sus cuerpos fueron encontrados sin vida al lado de un aguaribay.
La mujer estaba boca arriba y su marido encima de ella: alguien los había colocado en esa posición. Al lado de ambos una de las dos perras quedó como el único testigo del caso. De acuerdo con las pericias primarias -no confirmadas oficialmente-, Pedro Zotomayor presentaba una herida de bala en la cabeza, mientras que Elena Vargas habría sido asesinada a golpes. El destino de la segunda perra que acompañó al matrimonio en lo que fue el último paseo, es un misterio porque no fue encontrada en el lugar del hecho.
Este nuevo homicidio que corona al mes de enero de este año como el más violento que se recuerde con 28 asesinatos en 30 días, provocó una gran conmoción en el barrio Champagnat.
Ayer por la tarde, a Cintia de 19 años e hija mayor del matrimonio, le temblaba la voz a la hora de explicar qué había sucedido con sus padres.
\"En verdad todavía no sabemos nada. Ellos no llevaban dinero encima y si en esta oportunidad lo han hecho, llevaban muy poco\", tal como dijo a este diario.
En este sentido, el móvil del hecho, el saber porqué han atacado de ese modo al matrimonio es en lo que se encuentran trabajando los pesquisas de Homicidios quienes ayer preferían no responder a los llamados de la prensa.
El matrimonio asesinado era oriundo de San Juan; provincia de la que llegaron para instalarse en Mendoza hace ocho años. Tenían dos hijos, Cintia de 19 años, estudiante se Ciencias Políticas y un adolescente de 17 que en el momento del crimen se encontraba precisamente en San Juan de vacaciones, en la casa de sus abuelos.
Según dijeron sus propios familiares, Pedro Zotomayor era un ex empleado de YPF y de lunes a viernes trabajaba en San Juan como operador de una máquina vial en una empresa de aquella provincia. \"Regresaba a Mendoza los fines de semana\", dijo su hija Cintia a este diario.
Elena Vargas, por su parte, trabajaba para la familia de un médico de apellido Marianeti. Todos los testimonios fueron coincidentes a la hora de ponderar la bondad de la pareja ultimada. Javier Berna, quien les alquilaba el departamento del barrio Champagnat dijo ayer a los medios que \"se trataba de un excelente matrimonio que jamás se atrasó en el pago del alquiler y nunca tuvimos ningún problema con ellos. En verdad no se entiende lo que les hicieron\".
El matrimonio Zotomayor hacía cinco meses que se había mudado al barrio Champagnat después de haber vivido durante varios años en la zona de La Carrodilla.
Otro mes fatídico
Con este doble homicidio ocurrido ayer en la zona del Pedemonte, concluyó el mes más negro en lo que se refiere a cantidad de asesinatos de la historia de nuestra provincia. El pasado noviembre, con 19 casos, fue el mes con más crímenes de 2004, pero este año se perfila peor.
Un total de 28 personas fueron ultimas a razón de casi una por día en un ritmo fatal que no conoce antecedentes en los últimos tiempos.
Entre ajustes de cuentas, asaltos, problemas familiares y dramas pasionales los cadáveres se sumaban prácticamente a diario. Pero fue tal vez el incremento de la violencia en los más de los casos lo que ha llamado la atención de los investigadores policiales que, reconocen, \"nunca se ha visto algo así en la provincia\".