La actividad realizada en las carpas instaladas en la plaza Independencia, tuvo un golpe de mala suerte, porque el temporal de hace 15 días obligó a cerrar las instalaciones, cancelándose muchas presentaciones de autores. La feria, por ese factor climático, se prolongó una semana más, ya que debía haber terminado el lunes 19.
El coordinador de la feria por el ministerio, Miguel Calderón, consignó anoche que los visitantes alcanzaron a 50.000 y que las ventas llegaron a “un nivel aceptable”. Como autocrítica, señaló que para 2006 hay que ajustar la fecha de realización y varios aspectos organizativos.
En general, varios de los representantes de grupos editoriales y librerías consultados señalaron que el principal paseo capitalino tiene que seguir siendo la sede de la feria, pero casi todos coincidieron en que como infraestructura para recibir al público, la carpa, no resultó adecuada.Volver al Museo de Arte Moderno es una posibilidad que hay que discutir.
Mariano Rossignoli, de Simoncini y Gómez, afirmó estar muy conforme con los resultados y es de la idea de formar una comisión del sector privado para trabajar la organización de los próximos encuentros. En cambio, Alejandro, de Zeta Editores, sostuvo que la comercialización fue magra. “La gente estaba interesada, pero por la fecha del mes en que se hizo esto, había poca plata”. En este stand, Chanti dibujaba caricaturas para deleite de sus seguidores.
Olga Maravilla (45), lectora de Las Heras, no se mostró preocupada por las instalaciones, y ponderó los precios, “aceptables”, y la posibilidad de haber encontrado autores mendocinos. Oscar Agüero, de la Editorial de la UNCuyo (Ediunc), sostuvo que las ventas no alcanzaron las expectativas, pero privilegió el hecho de que el libro alcanza un primer plano en estas reuniones con el público.
Uno de los últimos actos de la jornada fue la presentación de la revista cultural La Vena.
Miguel Títiro titiro@lanet.com.ar