El autor del proyecto, Mario Martínez -doctor en reproducción animal de esta universidad -con sede en Valdivia-, contó que el experimento comenzó el año pasado al obtenerse células de la oreja de un vacuno. Los embriones fueron instalados en varias vacas, de las cuales dos resultaron preñadas, pero una de ellas murió.
Martínez dijo que la única vaca sobreviviente “se encuentra en buen estado, según la última ecografía”.
El investigador señaló que se eligió para la clonación un ejemplar de la especie bovina overo colorado, que está perdiendo condiciones de adaptación al helado y lluvioso clima del sur del país, lo que ha afectado su fertilidad. “Estamos rescatando la genética de los animales más puros y así multiplicarlos idénticamente, para resguardar esa genética que se está perdiendo”, explicó.
El experimento, sin embargo, no resultó fácil, lo que se reflejó en la dificultad para afirmar la gestación en las vacas preñadas. El investigador comentó ayer a la prensa que los embriones se mantienen bien en el laboratorio, pero al ser transferidos al útero animal sufren trastornos genéticos, lo que dificulta la gestación.
“Esto se produce por la anormalidad de los fetos. Por eso hay una tendencia a que se pierdan y el organismo de la vaca receptora los rechace”, dijo.
Martínez señaló en una entrevista anterior que se opone a la clonación humana porque sería “éticamente incorrecta”. Sin embargo admitió que “ya es posible, con la tecnología actual. Asusta un poco, es como ir contra la naturaleza”, opinó.
También precisó que se escogió un ternero por factores productivos. “Podría ser otro animal, pero lo que buscamos es que tenga alguna utilidad. Los bovinos son importantes para Chile. Después se podrían producir animales transgénicos, que sean resistentes a enfermedades”, dijo el científico al diario “Las últimas noticias”. /AP, AFP
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27 de noviembre de 2024