El programa de Red Informática Comunitaria (RIC) funciona en Mendoza desde 2003, con la participación de cuatro organismos: la Universidad Nacional de Cuyo, la Universidad Tecnológica de Mendoza, la Subsecretaría de Relaciones con la Comunidad del Ministerio de Justicia y Seguridad y la fundación Favim.
La experiencia piloto empezó en la unión vecinal del barrio Suárez de Godoy Cruz. Allí se instaló la primera Escuela de Informática Comunitaria, una experiencia que ya tiene cerca de doscientos egresados. Este año, el proyecto consolidado se extendió a dos bibliotecas populares de Las Catitas y la villa cabecera de Santa Rosa y hace una semana arrojó cuarenta nuevos alumnos.
Con esto, el programa continúa demostrando que sirve como herramienta para fomentar el desarrollo local de cada barrio y contribuir a la igualdad, a través de la inclusión digital. Pero además les da a las universidades la posibilidad de conectarse con la sociedad.
Es que la diferencia con otros institutos de computación es que en las escuelas se utiliza la metodología: aprendizaje-servicio, impulsada por las universidades. En este caso, la informática se usa como estrategia para enseñar a la gente la historia de su lugar, a identificar cuáles son sus necesidades locales, a que reflexione sobre sus problemáticas. A su vez se busca motivarlos para que solucionen esos problemas, con proyectos finales que son contemplados por los municipios.
“Asistiendo a las clases se sienten protagonistas y responsables de su entorno. Rompen con la individualidad y comienzan a pensar en el vecino”, contó Ivana Velázquez, estudiante de la carrera de Trabajo Social de la UNCuyo y parte del equipo de comunidades de la Red Informática Comunitaria.
El papel de las Universidades
Las Escuelas de Informática Comunitaria son espacios de educación no formal. El personal encargado de enseñar a los líderes de las organizaciones de base pertenece a la UNCuyo y a la UTN.
La UNCuyo aporta trabajadores sociales, profesores de informática y pasantes de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales y de la de Educación Elemental y Especial. Por su lado, la UTN colabora con estudiantes de Ingeniería Electrónica, técnicos y con el Laboratorio, donde se reciclan las PC que luego usan en Godoy Cruz y Santa Rosa (ver aparte).
Con este grupo, las universidades, entrenan a los encargados de las Escuelas de Informática comunitaria para que se desempeñen en tres roles, como coordinadores de las escuelas, técnicos en reparación de computadoras y capacitadores. Estos últimos son los responsables de alfabetizar digitalmente a otras personas de su comunidad y transmitirles los valores cívicos.
Para eso cada programa -que los miembros de una comunidad aprenden a manejar en la PC- va acompañado de trabajos prácticos y proyectos finales, que contienen elementos extraídos de su propia comuna.
“El programa motiva a la gente y no sólo amplía sus oportunidades individuales a través del manejo de la tecnología, sino que además apunta a lo colectivo, mejorando su calidad de vida y haciendo que sean partícipes de mejoras en su comunidad”, indicó el coordinador del programa, Javier Ávila.
De hecho, en las escuelas Informáticas de Santa Rosa implementadas este año surgieron diferentes iniciativas. Algunas de ellas son la recuperación del patrimonio histórico, concientización sobre el cuidado del medio ambiente y la transformación de terrenos baldíos en espacios de esparcimiento.
Las experiencias se suman a los quince trabajos realizados en los cursos que se vienen dictando desde hace tres años en Godoy Cruz. De los cuales 11 entraron en el presupuesto participativo de la Municipalidad de ese departamento, y algunos de ellos ya se han llevado a la práctica en el barrio.
“Hay que pasar mucho tiempo con la gente y tener perseverancia. En Santa Rosa, los jóvenes tenían muy debilitado el sentido de pertenencia y trabajamos muy duro para hacerles sentir que pueden ser protagonistas de los cambios y generar soluciones que beneficien a su entorno”, contó una estudiante de la UNC.
Cada una de las organizaciones participantes y las Escuelas de Informática Comunitaria se autosustentan tanto técnica como económicamente. Ahora la idea es abrir en febrero del año que viene diez escuelas informáticas más. Cinco en zonas semirrurales y el resto en lugares urbanos, alcanzando a los departamentos de Lavalle, San Martín, Las Heras, Guaymallén, y también en el Carrizal.
El reciclado de las computadoras
En mayo de este año, la Universidad Tecnológica Nacional de Mendoza inauguró su Laboratorio de Reciclado de PC del Programa Red Informática Comunitaria. En el lugar, los estudiantes del último año de Ingeniería Electrónica son los encargados de reparar y reciclar las máquinas, que llegan desde la Campaña Informática Solidaria que realiza la empresa Compudat. (Para donación llamar al 4298200).
“Más o menos de diez máquinas se reparan y arman tres o cuatro buenas en el Laboratorio, que son las que se donan a las escuelas informáticas. Además dictan cursos básicos de computación para los que después serán los capacitadores en las comunidades”, destacó José Ortiz de la UTN.
Nuevos egresados
La unión vecinal del barrio Suárez de Godoy Cruz tendrá 70 nuevos egresados, del tercer curso de la Red Informática Comunitaria. El acto será en la plaza del lugar, Río Juramento 2574, el 9 de diciembre a las 21.30, donde se presentarán cuatro proyectos culturales. Para concurrir a los cursos desde cualquier barrio llamar al 4285098.
Virginia Di Bari - vdibari@losandes.com.ar
