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Los Andes: Cuentos sonoros para incentivar la imaginación de los chicos

Diferentes instrumentos se agolpan para acompañar un relato lleno de personajes infantiles. La flauta, el tambor, la guitarra, el sonido de pasos, puertas que se abren y cierran, forman parte de uno de los cuentos sonoros que crearon los estudiantes de la Escuela de Música de la UN Cuyo y de la Universidad Champagnat. El trabajo en conjunto arrojó como resultado cuatro producciones musicales, que prometen transportar a los más pequeños hacia un mundo de fantasía.

31 de octubre de 2005, 15:30.

Se trata de una creación inédita en Mendoza, ya que en el medio, sólo se encuentran materiales traídos de España: “Lo que hay no está adaptado a los requerimientos y costumbres de nosotros. Por eso, el objetivo fue crear materiales educativos propios para que usen los docentes de acá”, explicó, Verónica Cortés, profesora de la materia Taller de Especialización II Sonido, de la carrera de Diseño en la Universidad Champagnat.
Cada alumno aportó una cuota indispensable para que el proyecto saliera a flote y ahora pueda trascender las fronteras de ambas instituciones. De esta manera, los estudiantes de cuarto año de la Escuela de Música fueron los encargados de escribir el cuento y buscar los sonidos que mejor se adaptaran a la historia. Por su parte, los futuros diseñadores, especialistas en Multimedia, de la Champagnat tuvieron a su cargo las tareas de grabación, edición y compaginación de los originales cuentos sonoros.
Si bien los trabajos todavía no son conocidos por las escuelas de la provincia, la idea es que aporten una herramienta indispensable para que las clases de música, teatro o dibujo sean más didácticas y divertidas.
El hecho de completar el relato con los sonidos es para que a los chicos no les haga falta tener algo visual adelante. Sólo les bastará con escuchar el cuento sonoro para imaginarse toda la historia y al mismo tiempo desarrollar el lenguaje. Otro aporte interesante es que, como participan instrumentos musicales, los pequeños pueden ir identificándolos de acuerdo a su timbre.
“Es un recurso para usar en varias clases. No sólo se los puede escuchar, sino que además permite integrarlos con otras disciplinas. Los chicos pueden hacer dibujos de la historia y también representarlos en forma teatral”, contaron las estudiantes de música Elena Mazur Kuba, Soraya Jaunín y Mariela Begueri, unas de las responsables del cuento llamado, “A la flauta, qué susto”. Una historia de terror infantil para chicos del segundo y tercer ciclo de EGB.
Cada CD va acompañado de un booklet, pequeño folleto, donde se sintetiza, a través de dibujos, las partes más representativas del cuento sonoro. Estas obras son producto de la creatividad de los alumnos de Diseño de la Universidad Champagnat: “Nos daría mucha satisfacción que los chicos escucharan el cuento. Sirve mucho para estimular la imaginación por la variedad de sonidos. También pueden ir oyendo el cuento y mirando los dibujos del CD, que son una sinopsis de la historia”, señaló Alejandro Vélez coincidiendo con sus compañeros de Diseño.
 
Del proyecto al hecho
Para que el cuento musical dejara de ser un simple contenido teórico dentro de una materia -que se dicta en cuarto año en la Escuela de Música de la UNCuyo-, la profesora Verónica Cortés le propuso a su colega Adriana Piezzi que llevaran los libros a un hecho tangible y que además sirviera como instrumento pedagógico en las escuelas.
Las consignas fueron claras. El cuento podía ser conocido o bien inventado, pero en cualquiera de los dos casos, debía ser posible de interpretar con sonidos. Así, con instrumentos y relato en mano, los alumnos de la UNCuyo llegaron a la Champagnat, donde los diseñadores utilizaron sus computadoras como un estudio de grabación.
“Traíamos el cuento armado de una forma muy distinta a la que finalmente trabajamos acá. Los chicos nos propusieron un método mejor. De esta manera grabamos por un lado las voces y aparte el sonido. Incluso, como nuestro cuento tiene varios personajes, tuvimos que tratarlos en forma separada. Ellos cuidaron todos los detalles para que cuando lo armaran quedara algo armónico”, aclararon las músicas.
Los participantes coincidieron en señalar que fue una experiencia positiva, pero sobre todo rescatan que el hecho les sirve como motivación. No se trató solamente de un simple proyecto dentro del aula, sino que en el futuro será usado por otras personas vinculadas a la enseñanza.
“Este trabajo interdisciplinario optimizó los recursos de ambas instituciones, tanto los materiales como los humanos, porque estamos capitalizando las fortalezas de cada uno de los grupos que participaron en la idea”, agregó Cortés.
 
Las creaciones
Obras: cuatro CD de cuentos sonoros infantiles.
Títulos: El gato pescado, El sapito y sus amigos, Un día de clases animado, A la flauta qué susto.
Destinatarios: sirven como material de apoyo para trabajar en los colegios y estimular la creatividad de los chicos.
Iniciativa: el proyecto lo llevaron a cabo entre los alumnos de la carrera de Diseño Asistido con mención en Multimedia (profesora Verónica Cortés) y los estudiantes de la Escuela de Música de la Facultad de Artes y Diseño de la Universidad Nacional de Cuyo (profesora Adriana Piezzi).
Informes: para obtener el material: veronicacortes@argentina. com.ar o a la Escuela de Música, tel. 4257285.
Virginia Di Bari (vdibari@losandes.com.ar)

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