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Los Andes: Cuidando el patrimonio cultural

La Municipalidad departamental y la Universidad de Mendoza buscan restaurar algunos íconos históricos.

Reconocer y valorar el patrimonio cultural es una actitud ciudadana que beneficia a toda la comunidad. Tomar medidas, sacar fotografías, hacer dibujos y rehacer planos de antiguos edificios, es parte de un profundo trabajo de arquitectos, investigadores y estudiantes. Ellos, desde distintos ámbitos de la provincia, se preocupan por cuidar estos bienes, documentarlos en archivos y se ocupan de restaurar el patrimonio cultural mendocino.

Existen distintos grupos encargados de la preservación de edificios, y no es sólo para dibujarlos, sino en varios casos el ciclo se cierra cuando se obtienen los recursos necesarios para concretar los trabajos de restauraciones. En torno a todo esto hay siempre distintos tipos de paradigmas y discusiones filosóficas sobre cómo deben protegerse estos bienes. Pero lo importante es que algo se mueve en beneficio para la provincia, las instituciones, los municipios y la sociedad en general.

Un caso concreto

Una propuesta es la que plantea la Municipalidad de Godoy Cruz junto con la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la Universidad de Mendoza, quienes desde el año 2003, en el marco de un convenio firmado por ambas instituciones, han formado un equipo de trabajo dirigido por los arquitectos Marcelo Nardecchia y Diego Kotlik, junto a estudiantes pasantes, con quienes realizan diferentes estudios patrimoniales a través del Departamento de Patrimonio Cultural, en el área de Planificación Urbana.

El primer proyecto de este emprendimiento fue un relevamiento de la casa familiar de la Bodega Tonelli, ubicada en el carril Sarmiento. Se conformó la documentación y fue enviada al Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, el cual otorgó un subsidio con el que se arreglará la electricidad y los sanitarios. Es válido destacar que en la actualidad en este edificio, por medio de la fundación Accionar, viven chicos con problemas de conducta. Entonces será revalorado no sólo para un fin arquitectónico, sino para cumplir un objetivo social.

Este Laboratorio de Diseño, como lo han denominado sus autores, está terminando la remodelación del Cementerio de Godoy Cruz, el que se espera estará listo a fines de marzo. Los cambios podrán observarse en la fachada del Carril Cervantes junto a una mejora de infraestructura interior.

El trabajo que demandó más tiempo, según cuenta el arquitecto Nardecchia, fue la organización del concurso para el Parque San Vicente (ex Matadero). Fueron 7 meses de ardua tarea para relevar el área y de esa forma poder redactar las bases del concurso que se realizó para decidir el proyecto del indicado parque y un conjunto habitacional. La labor del equipo se complementa con proyectos de diseño de mobiliario urbano (se planificaron quioscos, paradas de micros, basureros, columnas de iluminación).

También se restaurará el reloj de la comisaría VII, y la torre en su exterior e interior, la fachada de la iglesia de San Vicente, y el cierre del Concejo Deliberante con un nuevo diseño de rejas.

“Cuidar lo nuestro”

“Cuidar los edificios históricos es cuidarse a uno mismo. Alguien dijo que el Patrimonio son esos bienes o ese tesoro que nuestros hijos nos han prestado para que se los cuidemos. El edificio es materia pero muchas cosas más intangibles, su historia, sus fantasmas. En la restauración hay que ser muy respetuoso y tratar de ponerlo en uso como fue en su origen armonizando con la arquitectura contemporánea. La intervención del arquitecto sirve para que el edificio recupere la dignidad”.

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