Si bien los especialistas afirman que el estrés es necesario como eje de motivación para la realización de las actividades diarias, el exceso es nocivo. Además, a esto se suman el devaluado reconocimiento monetario y profesional que afecta la salud del trabajador.
En todos los oficios y profesiones se vive un determinado nivel de estrés, pero en algunos es más intenso y, a veces, el corazón no responde. “Una maestra que está en el aula con un gran número de chicos, un médico de guardia un sábado por la noche en un hospital público y un policía que después de su trabajo es seguridad privada de una farmacia, sin dudas, están trabajando bajo mucha presión y en algún momento pueden sufrir patologías cardíacas”, explicó el presidente de la filial local de la Sociedad Argentina de Cardiología, Carlos Farinelli.
Las dolencias más comunes son las que afectan al funcionamiento vascular, tales como hipertensión arterial severa, aumento del colesterol y el riesgo de infartos. La presión en el trabajo deja huellas en quienes la padecen y por eso merecen una atención especial. “Los principales síntomas del estrés laboral son: los dolores de cabeza, la acidez estomacal, la alteración del sueño y los trastornos alimentarios. Estas señales, con el correr del tiempo, pueden convertirse en una amenaza para la función cardiovascular”, aseguró el presidente de la Fundación Cardiológica Argentina, Horacio Faella.
Ante estas manifestaciones, hay casos en que las personas comienzan a consumir alcohol y tabaco para disminuir el efecto de los síntomas. “El alcohol es un depresor del sistema nervioso y al ingerirlo el sujeto se tranquiliza, pero le hace mal”, clarificó el profesor adjunto de la cátedra de Psiquiatría de la UNCuyo, Juan Carlos Bacha.
>Bajo presión
En la Argentina, el 34 por ciento de los trabajadores sufren importantes trastornos ocasionados por el estrés laboral, con una incidencia mayor en hombres que en mujeres, según una publicación de la sede local de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Este organismo estableció un ranking internacional de profesiones de alto riesgo relacionadas con el estrés laboral, que le dio el primer puesto a los mineros y a los oficiales de policía (ver aparte). En Mendoza, después de consultar a distintos especialistas, la nómina tiene algunas variaciones, y ubica a docentes, médicos y periodistas entre los primeros lugares.
“Cuando sos el único médico de guardia un sábado por la noche en el hospital y empiezan a llegar los accidentado, corrés como loco. Al terminar, ya no sabés ni cómo te llamás”, relató Claudio (35), quien prefirió reservar su apellido y el hospital en el que trabaja desde hace tres años.
La relación entre el estrés laboral y las enfermedades cardiovasculares va en aumento. Un estudio publicado por la British Medical Journal reveló que el riesgo es mayor en trabajadores que permanecían en el mismo ámbito de trabajo durante cinco años. Esta afirmación evidencia que el estrés crónico laboral aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, afecta el sistema nervioso y hormonal, además de incidir en la coagulación de la sangre y perjudicar la resistencia a la insulina.
Una charla para crear conciencia
El próximo miércoles habrá una charla gratuita sobre prevención cardiovascular, a partir de las 19.45, en el Salón Cuyum del Hotel Huentala (Primitivo de la Reta 1.007, de ciudad). Se hablará sobre hipertensión arterial, tabaquismo, dislipidemia y diabetes.
La charla está coordinada por el Departamento de Asistencia Médico Social Universitario (Damsu), de la Universidad Nacional de Cuyo y enmarcada en la campaña de concientización sobre riesgo cardiovascular “Corazón Día a Día”, y ha sido organizada por Bayer y la Fundación Cardiológica Argentina. Para más información hay que comunicarse a la línea gratuita 0-800-888-8020.
En la reunión se hará hincapié en la importancia de educar a los chicos en los temas cardiovasculares, ya que desde temprana edad se puede comenzar a hacer la mejor prevención.
Cabe destacar que la Fundación Cardiológica Argentina es una organización no gubernamental, miembro del tercer sector y brazo comunitario de la Sociedad Argentina de Cardiología.