Es cierto que su mandato nunca se caracterizó por el consenso y la calma, condición que la funcionaria justifica asegurando que “el que nada hace no gana opositores”. Será por eso que a días de concluir un “año duro y demasiado largo” -en sus palabras-, propuso cambios estructurales y polémicos que alcanzarán a todos los niveles.
-Al finalizar las clases ¿cuál es su balance de 2005?
-Se han validado algunos caminos de la política educativa. Nos fue mejor con los globales porque se involucró a la comunidad; recuperamos la evaluación externa, que se había dejado de lado; culminamos la capacitación sobre historia de Mendoza por TV y hubo menos casos de indisciplina. Además, la mayoría de los alumnos cursó hasta el final; creció realmente la cantidad de días de clases. Y terminamos algunos programas que marcan un desafío: como el Servicio Cívico o Estudiar es Trabajar.
-¿No hay nada negativo?
-Lo negativo es que tanta gente no haya terminado la escuela. Hay cosas que hubiéramos querido optimizar. Por ejemplo, que cada chico tenga un libro, que nadie diga que no va a la escuela porque no tiene zapatillas...
-¿Se vieron limitados por el presupuesto?
-La educación es gratuita, pero no es gratis. Es una realidad que está subpresupuestada y espero que la ley de financiamiento resuelva ciertos temas. El funcionamiento del sistema es caro y, cuando no se aporta lo debido, hace falta mucho voluntarismo. Como al Estado le cuesta, la gente la tiene que ponerla en valor: que el padre apague la TV y se siente junto a su hijo para ver qué aprendió.
-¿Habrá más dinero en 2006? ¿Cuál será la prioridad?
-Vamos a estar algo mejor, pero seguimos con un presupuesto escaso. Nos propusimos poner a punto las escuelas, hacerlas medianamente dignas y rever su seguridad: que las puertas abran para afuera, que tengan vidrios. No pueden faltar papeleros ni espacios verdes. Hay escuelas que parecen ‘Villa Cañita’ porque están hechas con casillas de madera. Esto requiere inversión, son años de abandono y muchos alumnos nuevos. Hoy tenemos la misma infraestructura que cuando había la mitad de alumnos en el sistema.
-¿Qué metas se proponen con el plan de cambios?
-Partimos de la visión de Mendoza como una provincia sustentable, con perfil internacional y servicios. Debemos preparar al alumno para el mundo del trabajo y para el mundo universitario.
-¿Todos los cambios se concretarán el año que viene?
-Estamos diciendo: en 20 años tienen que pasar ciertas cosas en educación. Marcamos una agenda de transformaciones, no todas para 2006.
-¿Cuáles se efectivizarán?
-Nos gustaría al menos iniciar algún cambio en el polimodal. Podría ser la implementación de los itinerarios de formación laboral. Ampliar la evaluación de calidad al egreso de la EGB3 y el Polimodal; que todos los chicos de primero de EGB tengan su libro de lectura (es el curso con más abandono) y avanzar en equipar a las salas de 4 y 5.
-¿Por qué el nivel inicial?
-Porque es más necesario ahora; de hecho yo no fui al jardín. En otros tiempos, la madre estaba todo el día en casa enseñando a su niño; ahora están solos o en guarderías. Hace falta una ley de regulación: hoy se abre una guardería casi con los mismos requisitos que una carnicería. Y hace falta que los chicos reciban más estimulación en la escuela: psicomotricidad, teatro, educación física. Muchos llegan a la EGB sin determinadas competencias, sin hablar bien.
-Los docentes piden espacio y material didáctico...
-Es verdad, una hora más para hacer lo mismo y en un espacio inadecuado, no tiene sentido.
-¿Y si el Consejo no se expide pronto sobre el Polimodal?
-Tiene un tiempo para expedirse. A las escuelas no se les puede avisar inmediatamente. El tablero del polimodal es más complejo y requiere una serie de movidas incómodas. Si no se expide vamos a tomar una decisión. En inicial es más complejo porque se debe ir a paritarias.
-¿Reverá el tercer ciclo como indica el Consejo?
-La mayoría está de acuerdo con lo actuado en Tecnología y propone concentración horaria de Formación Ética y Ciudadana, que puede ser interesante. Junto a Buenos Aires y Capital Federal, planteamos talleres de adolescencia. Igual creo que el principal problema ético de la escuela hoy es la exclusión en la EGB3, el hecho de que se nos vaya la mitad de los alumnos.
-¿Le molesta que digan que improvisa, no consulta?
-Sí, creo que hay que dar un debate profundo y sincero sobre educación. Si decimos que la escuela no prepara para la universidad, entonces sumamos materias de fundamento y ciertos actores se oponen. Que cada uno se haga cargo de su postura. El que hace siempre genera enemistades, pero hay que tomar decisiones. Si Sarmiento hubiese querido quedar bien con todo el mundo, no habría creado el sistema educativo más eficiente de Latinoamérica.
La polémica por la vuelta a clases
Hay quienes se oponen, incluso se habla de una ley que impediría que las clases empiecen antes en Mendoza por la vendimia. Esto choca con la intención del gobierno escolar de que los chicos vuelvan el 27 de febrero a las aulas.
“La cantidad no es garantía, pero sí condición de calidad y la Argentina sigue siendo el país con menos días de clases de América”, señaló Cunietti. La funcionaria dijo que siguen apostando a iniciar en esa fecha y concluir el 7 de diciembre, lo que suma 185 días.
“No podemos decir que el obstáculo sea la cosecha, porque si los chicos están cosechando o pidiendo o cartoneando en la vendimia, la sociedad no lo debería permitir”, opinó. También, ironizó: “Si hay que esperar que termine la cosecha, deberíamos empezar a fines de abril”.
Por Gisela Manoni - Foto: Walter Moreno