El párrafo anterior no es más que una muestra de los términos y expresiones que usan hoy los chicos cuando escriben. Ya no es la mala ortografía y peor sintaxis lo que horroriza a las profesoras de Lengua cuando intentan ‘descifrar’ las redacciones de sus alumnos.
Aunque subsisten, esos errores clásicos quedaron en segundo plano frente a un dilema macro: “Los chicos no pueden mantener medianamente un tópico y redactar un escrito que sea entendible para el lector”, señala Susana de Hocévar, directora del Instituto de Lectura y Escritura de la Universidad Nacional de Cuyo y titular de la subsede de la cátedra Unesco.
El problema de fondo es que, al tratarse de una acción mental compleja, las falencias en la escritura indican que las ideas no son claras. Por esto, la producción textual hoy es un objeto de desvelo científico mundial.
Las observaciones de los docentes mendocinos ratifican el angustiante diagnóstico: “No manejan las reglas básicas de la escritura”, “sufren la limitación de un vocabulario cuasi indigente”, “no hay concordancia entre sustantivo y verbo”, “para ellos no existen los puntos ni las comas” ... y el lamento sigue.
Pero la conclusión en la que coinciden todos los especialistas es que “los chicos escriben como hablan”. Así -sin ningún prejuicio- saltan de un tema a otro, relatan sobre referentes nunca citados, elaboran enunciados interminables y, si los asalta una idea, la meten a presión en el escrito, logrando que el lector se dé definitivamente por vencido.
El ‘voceo’ es moneda corriente tanto en la redacción de cartas, como en informes y hasta exámenes, donde responden a la maestra como chatean con su amiguito: “viste que cuando Colón llegó a América...” o “si escribís una palabra esdrújula tenés que ponerle acento”. Ante tamaña indiferencia juvenil, el modo impersonal y el registro formal se retiraron a invernar.
María Julia Amadeo, responsable de Lengua en la Comisión Curricular de la Dirección General de Escuelas, marcó las diferencias entre dos estudios realizados en Mendoza. “En 1995, las faltas más comunes residían en la conexión entre oraciones y enunciados. En 2003 sobresalen las fallas en el uso del registro; no escriben en función del destinatario”, explicó.
Todo mal
La maestra ya no sólo debe dilucidar la grafología del alumno, sino también interpretar el código que ha creado, xq’ reducen kda vez + las palabras. “Están en una era cuando la comunicación por mail, chat o mensajes de texto con sus amigos es crucial y trasladan esa economía de letras a la escuela”, indicó la maestra Viviana Gantus.
A estas mutaciones del vocabulario, se suman las muletillas que abundan en sus diálogos y las frases televisivas. “Tipo que en la segunda cosa (guerra) mundial todo mal porque...” puede fácilmente exponer una redacción de EGB3. “Leyéndolos uno se da cuenta de su entorno sociocultural y si pasan todo el día frente a la TV”, comentó la profesora Noemí Gottardini.
Hocévar explicó que si estas prácticas no están equilibradas con mucha lectura, el niño nunca asimilará las reglas y convenciones que entran en juego en la escritura. Por su parte, Amadeo destacó que “si la escritura es una extensión de la oralidad, lo que importa es si el niño maneja una oralidad primaria (elemental, de la TV) o secundaria (basada en lo escrito, con padres que leen mucho)”.
Cuando el niño aprendió a escribir -a su manera- para poder chatear con sus primos y al llegar a primer año se encuentra con que la maestra le enseña frases como “mi mamá me mima”, tendrá -al menos- un conflicto cognitivo fuerte a la hora de escribir un texto solo.
En su instituto, Hocévar ha detectado una falta de práctica de escritura en las aulas mendocinas que “asusta” . “Desde hace tiempo, nosotros y la DGE estamos capacitando a los docentes en nuevos enfoques (cognitivos, psicolingüísticos) pero les cuesta mucho cambiar”, acotó.
La especialista admitió que la escritura hace agua en todos los niveles educativos. Señaló que hay que incluir las nuevas tecnologías en la escuela y empezar a enseñar a escribir en secuencias prácticas, instando al niño a realizar un cuento en grupo, después en díada y finalmente solo.
“Es bueno que la lengua haya vuelto a tener un lugar preponderante dentro de la currícula. Antes era mala palabra hablar de los contenidos de gramática y los problemas actuales se dan porque no tienen esos conocimientos de base”, opinó Gantus.Los padres pueden ayudar a que sus hijos escriban mejor. Para ellos, a continuación van algunos consejos:
Incentivar la lectura y comentar los textos.
Revisar las consignas dadas por el docente, ver que sean claras y no muy académicas.
Darles distintos disparadores temáticos para que ellos elaboren una composición.
Leer sus producciones textuales y corregirlas juntos.
Hacer que escriban textos con sentido, dirigidos a un destinatario real.
Consejos
Los padres pueden ayudar a que sus hijos escriban mejor. Para ellos, a continuación van algunos consejos:
Incentivar la lectura y comentar los textos.
Revisar las consignas dadas por el docente, ver que sean claras y no muy académicas.
Darles distintos disparadores temáticos para que ellos elaboren una composición.
Leer sus producciones textuales y corregirlas juntos.
Hacer que escriban textos con sentido, dirigidos a un destinatario real.
Alfabetización inconclusa
El sistema educativo considera que el niño termina su alfabetización convencional en tercer año; sin embargo un estudio realizado por Susana de Hocévar mostró que no sólo no se da en la realidad, sino que en este nivel los niños aún no manejan el código de escritura.
Según Hocevar, si en su etapa de socialización primaria (familia) el niño no empezó a alfabetizarse, la escuela no puede pasar por alto este bache y seguir adelante con el programa. “La alfabetización hoy se está logrando mucho más tarde y ojalá se lograra antes de salir de la EGB”, acotó.
El problema es que esto no sólo ocurre en la educación básica; se ha detectado que la mayor causa de deserción en los posgrados es que la gente no termina de escribir su tesis.
En los estudios de formación docente, también se ve este dilema. Por ello, la cátedra Unesco ha propuesto un taller de escritura obligatorio para los institutos terciarios. Éste permitiría realizar un diagnóstico y una nivelación. La idea es que quien quiera ser docente alcance los logros básicos.