La ministra Alicia Kirchner se anticipó a todos y en el acto de apertura manifestó que no la convence para nada un programa social único “llámese renta social o ingreso ciudadano”. Al otro día, la experta en políticas sociales Irene Novacovsky dijo que el plan Jefes y Jefas de Hogar debería reformularse y tender a un proyecto como el de Suplicy. En tanto, la socióloga María del Carmen Feijoo, una de las creadoras del programa Jefes, admitió que esa salida es posible, aunque rechazó la universalización.
Suplicy, uno de los fundadores del Partido de los Trabajadores, dialogó con Los Andes y explicó su idea.
-¿En qué consiste la renta básica de ciudadanía?
-Es el derecho de todas las personas, sin importar su origen, raza, sexo, edad, condición civil o socioeconómica, a participar de la riqueza de la Nación a través de una modesta suma, que en la medida de lo posible será suficiente para atender las necesidades básicas de cada uno.
-¿Cuando habla de todos incluye a los que no son pobres también?
-Según la ley, será para todos los ciudadanos brasileños. ¿Vamos a pagarle también a Xuxa, a Pelé, a Ronaldo, al senador Suplicy? Sí. Claro que estas personas van a contribuir proporcionalmente más para que ellos y todo el resto reciban el ingreso mínimo. Igual, se aplicará gradualmente, empezando por los más necesitados y los beneficiarios no deberán cumplir con ningún tipo de contraprestación.
-¿Cuándo se empieza a aplicar este programa?
-Hoy, en Brasil se está desarrollando como parte del proyecto “Hambre cero” el programa Beca Familia, que es el primer paso, el comienzo de la renta básica de ciudadanía, y apunta a los más necesitados. Éste consiste en el derecho de todas las familias con ingreso hasta 100 reales per cápita por mes a recibir una renta mensual. Quienes ganan hasta 50 reales per cápita, reciben 50 reales extra más 15, 30 o 45 reales, dependiendo de si la familia tiene uno, dos, tres o más niños.
-¿A cuántos ciudadanos comprende?
-En octubre de 2003 había 2,3 millones de familias inscriptas, 3,5 millones en diciembre y hoy hay 5 millones. Para diciembre está previsto asistir a 6,5 millones. Y para 2006 se extendería a 11,2 millones de familias (45 millones de personas). Entonces, prácticamente se universalizará el derecho para todas las familias en Brasil que están bajo la línea de pobreza (la canasta básica en Brasil cuesta 100 reales mensuales por persona). El presidente Lula quiere cumplir así su objetivo de que todos los brasileños puedan alimentarse tres veces al día.
-¿La renta mínima se puede aplicar en la Argentina también?
-Para la Argentina será fundamental acompañar lo que va a suceder. Brasileños y argentinos precisamos estar conscientes de los efectos de programas de transferencia de renta que existen en los países desarrollados, como EEUU y Gran Bretaña. En Estados Unidos, el sueldo mínimo es de 10 mil dólares anuales y al trabajador que gana eso el Estado le entrega 4.200 dólares si tiene esposa y dos o más hijos. Esto hace que el trabajador tenga un mayor grado de satisfacción y consecuentemente torna la economía norteamericana más competitiva aún.
-¿Este sistema ayuda a reducir la inequidad y la pobreza?
-La literatura económica y los cientistas sociales dicen que la mejor forma de erradicar el hambre y la indigencia, disminuir la pobreza y construir una sociedad más justa y equitativa es a través de un ingreso básico igual para todos.
-¿Pero cuánto cuesta garantizar ese ingreso?
-Es mucho más racional que cualquier otra política social. Es cuestión de voluntad política.
-¿Y cuáles son las ventajas?
-Primero, se elimina toda la burocracia que implica tener que saber cuánto gana cada uno en los mercados formal e informal para otorgarle una ayuda. Segundo, se elimina la vergüenza, el estigma, que la persona siente al tener que admitir que necesita una ayuda económica estatal. El tercero, y más importante, es que desde el punto de vista de la libertad y dignidad de la persona es mucho mejor para cada uno saber previamente que los próximos 12 meses va a contar con un monto suficiente para pagar sus alimentos. Así todos los mendocinos, ricos y pobres, van a tener el derecho de pasear por el Parque San Martín tranquilamente.
-¿Esto también significa acabar con el clientelismo?
-Claro que sí, acaba con todo eso.
-¿Sabe que la ministra Kirchner se manifestó en contra de la renta básica?
-Seguramente es porque no estudió el tema con la profundidad debida.
La pobreza, el eje central del Congreso
El objetivo fue ver cómo y por qué la pobreza en la Argentina creció de 5 a 50 % en los últimos 30 años. Y a la vez tratar de vislumbrar alguna salida para cambiar esta realidad y reducir las desigualdades entre ricos y pobres. El tema, que ocupa el principal lugar en la agenda de los encuentros empresarios y eclesiásticos, convocó a más de 2.200 personas, que participaron del II Congreso Nacional de Políticas Sociales.
El encuentro se realizó en Mendoza entre el miércoles y viernes últimos. Los asistentes colmaron el primer día el auditorio Bustelo y luego desbordaron los salones y aulas de Ciencias Económicas, Ciencias Políticas y Artes.
Gente de todas las provincias, e incluso Chile y Brasil, participaron de charlas y debates. Por supuesto, hubo muchos mendocinos, aunque se vieron pocos funcionarios y legisladores. Claudia García, subsecretaria de Relaciones con la Comunidad, fue a la mayoría de las conferencias. Y María Inés Abrile, funcionaria de Desarrollo Social de la Nación, no se perdió ninguna de las principales. Pero el resto tuvo apariciones fugaces.
Entre los principales panelistas, hubo economistas, funcionarios y representantes de organismos internacionales como Naciones Unidas y la Cepal, además del Banco Mundial. Sólo hubo un mendocino, el senador nacional justicialista Celso Jaque, cuya exposición quedó opacada por sus compañeros de debate: el brasileño Eduardo Suplicy, la socióloga María del Carmen Feijoo y el diputado nacional Claudio Lozano.
Perfil
Eduardo Matarazzo Suplicy es profesor, economista y administrador de empresas, especializado en la Universidad de Michigan (maestría y doctorado).
Es uno de los fundadores del Partido de los Trabajadores de Brasil y se convirtió en el primer senador nacional que tuvo esa fuerza política, la misma que llevó a la presidencia a Lula da Silva. Antes fue diputado estadual y nacional.
Es el ex esposo de Marta Suplicy, la poderosa alcaldesa de San Pablo. Y tiene en su haber más de media docena de publicaciones relacionadas con la economía brasileña y la distribución de ingresos en ese país.
Lo que se dijo
“Hay países del primer mundo, como Bélgica o Alemania, con índices de desigualdad similares que la Argentina. ¿Qué cambia? La redistribución que hace el Estado de las riquezas, producto de los impuestos recaudados”. (Jesko Henstchel, Banco Mundial)
“Con un 3 % de crecimiento anual, como se prevé para el año próximo, al final de la década vamos a seguir teniendo más de dos dígitos de desempleo. Sólo con 6% de crecimiento anual alcanzaríamos un dígito de desempleo en 2009”. (Ernesto Kritz, economista especializado en economía laboral)
“En la Argentina hoy la población consume en bienes y servicios una cifra que alcanzaría para que vivan 110 millones de personas por encima de la línea de pobreza. Redistribuyendo sólo 17% de ese consumo no habría más pobres”. (Claudio Lozano, diputado nacional)
“Argentina produce hoy 40% menos de valor agregado industrial que hace 30 años. Esto no tiene antecedentes en ningún país”. (Bernardo Kosacoff, Cepal)
“El grueso de la pobreza es por falta de plata. Hacer política social hoy en la Argentina es aumentar el ingreso de las familias a través del trabajo”. (Daniel Arroyo, secretario de Políticas Sociales de la Nación)
“Cuanto más rico es un país, es más efectivo para la reducción de la pobreza disminuir la equidad que aumentar el crecimiento. Este es el caso argentino”. (Ricardo Paes de Barros, especialista del Instituto de Investigación Económica Aplicada de Brasil).