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Los Andes-Domingo 28: Música, un negocio que suena bien

La televisión, el sueño de ser famoso y brillar con luz propia, animar veladas o simplemente experimentar el disfrute musical, son algunos de los motivos que despiertan la compra de instrumentos musicales en nuestra provincia.

29 de agosto de 2005, 15:23.

En general el perfil de los clientes arroja que son, en su gran mayoría, adolescentes y niños.
“Nuestra firma cumplió 50 años en el mercado minorista de la música y es otra garantía de calidad”, señaló Jorge Duboe, de DAM artículos musicales.
También hace lo suyo la fuerte presencia de la televisión a través de sus canales musicales y los programas televisivos de mayor rating.
Los canales de música
“Los canales de música son los que más influencia tienen sobre los adolescentes, no sólo en cuanto a sus preferencias por determinados instrumentos, sino hasta por la vestimenta que usan sus ídolos. Aunque los programas televisivos de Tinelli y Susana Giménez han tenido repercusión, no se han reflejado en un aumento de ventas”, explicó Guillermo Hoffmann, de Hoffmann Instrumentos.
También fechas especiales como el Día del Niño incrementan el interés por adquirir instrumentos musicales.
“La televisión juega un rol esencial en la difusión del arte de la música. Este año, con motivo del Día del Niño, hemos notado un incremento en la demanda de guitarras y armónicas en especial”, señaló Duboe.
Además de las anteriores, en Mendoza existe una tercera firma tradicional, Rosaenz, pero desde allí prefirieron no participar de esta nota.
 
Los top
En el universo de preferencias, los instrumentos musicales líderes siguen siendo las guitarras, armónicas y baterías juveniles. “En nuestro caso la especialidad es las guitarras clásicas, que es lo que más vendemos, como así también armónicas y baterías juveniles. Las razones son diversas pero la guitarra criolla es un instrumento clásico, práctico y al alcance de cualquier presupuesto”, explicó Duboe.
Hoffmann, por su parte, asegura que “los instrumentos que más se venden son las guitarras criollas y eléctricas con sus equipos de amplificación”.
Y añade: “La guitarra es el instrumento más popular, está en todos los asados, las peñas, las escuelas, convoca a los amigos y es infaltable en un campamento con fogón. Sin duda que los instrumentos preferidos van a seguir siendo la guitarra criolla y los instrumentos de percusión para las murgas”.
 
Precios
Tanto Duboe como Hoffmann coinciden en que las ventas de hasta $ 150 se realizan generalmente al contado, y que las de montos superiores suelen financiarse a través de tarjetas de crédito.
Desde las casas de música auguran un aumento progresivo de la demanda hacia determinados instrumentos.
“Es probable que se note un incremento en la venta de órganos electrónicos, y en cuanto a precios estimamos un pequeño incremento debido a la tendencia a los aumentos. Los mayores consumidores son adolescentes varones, que quieren formar sus propias bandas, seguidos por los niños, que se inician con las guitarras criollas. Ellos seguirán marcando las tendencias de consumo del sector”, concluyó Duboe.
 
Más inscriptos en las facultades
Lejos del prejuicio que afirma que el arte no ofrece oportunidades laborales, las carreras universitarias relacionadas con la música han aumentado el número de sus inscriptos en los últimos años. Y ha crecido el rol de los nuevos medios electrónicos en la formación artística de los jóvenes.
La variedad de perfiles profesionales, el descreimiento acerca de las carreras tradicionales, los nuevos ámbitos de inserción laboral y la incorporación de los nuevos medios a la creación artística, son las razones que explican la transformación de la pasión musical en un trabajo.
Desde tiempos prehistóricos, el hombre ha desarrollado su vocación musical. Y hay quienes deciden convertir su pasión por la música en un camino profesional. Desde las clásicas carreras de composición musical hasta las nuevas que incorporan medios electrónicos, las universidades ofrecen una amplia variedad de perfiles para aquellos que deseen convertir su arte en un trabajo.
Según cifras del Ministerio de Educación, los estudiantes de carreras artísticas en 1998 eran alrededor de 17.000 sumando universidades nacionales y privadas. En 2003, esta cifra se elevó a 41.000. “En los últimos años, la matrícula de la Facultad de Artes y Ciencias Musicales ha crecido aproximadamente un 15% anual”, sostiene Guillermo Scarabino, decano de la Facultad de la Universidad Católica Argentina (UCA).
“Las carreras musicales, y en general todas las carreras que se dictan en nuestra Facultad de Artes y Diseño, han visto incrementada la matrícula en progresión geométrica”, indica Omar Arancibia, director de las carreras musicales de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo).
El fenómeno también se produce en el ámbito de las carreras de música no tradicionales. Mariano Cura, director de la Licenciatura en Composición con Medios Electroacústicos de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), afirma que "cuando inauguramos la carrera teníamos 10 alumnos por año, y actualmente recibimos 80 estudiantes en marzo y se inscriben 400 por cuatrimestre”. Un caso similar es el de la Licenciatura en Artes Electrónicas de la Universidad Nacional de Tres de Febrero, donde según su director, Norberto Griffa, “por año la inscripción sube entre 50 y 60 alumnos”.
Jaquelina jimena jjimena@losandes.com.ar

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