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Los Andes: Domingo 3: “A los médicos egresados en Mendoza les falta más formación de posgrado”

Se transformó en la primera mujer que logró presidir la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Cuyo (cargo que mantiene), una de las instituciones académicas con más prestigio en el país. Fue una de las primeras profesionales en viajar al exterior para especializarse en genética humana. La contrató la Organización de Estados Americanos (OEA) para dictar cursos de posgrado en su especialidad. Ella es Norma Circé Magnelli (66), y hoy asegura con total convicción que “el nivel de los médicos que trabajan en la provincia es excelente”.

04 de octubre de 2004, 11:19.

Desde el living de su casa de Capital, Norma responde a cada pregunta con absoluta serenidad, pero no sin antes someterla a un riguroso análisis. “Es muy importante lo que los medios le transmiten a la población, más aún si se trata de temáticas médicas, porque una mala interpretación puede ilusionar a la gente con soluciones para su enfermedad que finalmente carecen de sentido”, recalcó la mujer, que tiene cuarenta años de experiencia como médica.

La decana de Medicina, que recientemente fue distinguida con la designación de Profesora Emérita de la UNCuyo, reafirmó la necesidad de que exista cupo en esta carrera, “sobre todo para no engañar a nadie”.

-¿Por qué los médicos que trabajan en Mendoza tienen un excelente nivel?

-Porque mantenemos la calidad de la educación médica que se les ofrece a los estudiantes; esto es fundamental. La calidad consiste en mejorar la enseñanza a todo nivel, favorecer la actividad de todos los docentes y arbitrar todos los medios para que esto sea posible.

-El ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, dijo hace un par de semanas, en Mendoza, que hay demasiados médicos en todo el país. ¿Coincide?

-Sí, hay muchos. Si uno se ajusta a la sugerencia de la Organización Mundial de la Salud, tiene que haber un médico cada ochocientos habitantes; en Mendoza, hay prácticamente tres veces más. En la Argentina egresan por año 4.500 médicos; en Mendoza, entre 200 y 250 profesionales.

-Por eso va a seguir el cupo y sólo seguirán ingresando 120 estudiantes.

-Es necesario, no se puede engañar a la gente.

-Paradójicamente, egresan por año muchos médicos y en un centro de salud o en un hospital público un solo profesional atiende a más de diez personas en una hora.

-Esto responde a decisiones de gobierno. Lamentablemente, esto lleva a que se confunda atención primaria de la salud con atención precaria de la salud.

-¿Qué tipo de recurso humano en Salud sigue faltando en la provincia?

-Tenemos algunas deficiencias. Por ejemplo, faltan técnicos en hemodiálisis y mayor formación de posgrado. Este último aspecto es muy importante, porque cada cinco años los conocimientos en medicina se renuevan en forma notable y el médico debe estar actualizado; la gente lo demanda. Por eso, la parte estatal le debería ofrecer al graduado una formación de posgrado continua, que es cara y a la que no todos pueden acceder.

La clave está en la ética

En 1964, Norma Magnelli ya había leído lo suficiente sobre genética como para saber que le interesaba. Fue entonces cuando obtuvo una beca de la Fundación Rockefeller, de Estados Unidos. Primero estuvo en San Pablo, Brasil. Allí estudió genética básica, después se trasladó al país del Norte, donde se preparó en genética humana.

Pero no se quedó en el exterior, ni en Buenos Aires, volvió a Mendoza y creó uno de los primeros institutos de genética del país (ver aparte). Para ella la ética es clave a la hora de hablar de este tema y, dijo, tiene que estar muy presente en las investigaciones actuales con células madres.

-¿Qué es una célula madre?

-Es una célula capaz de transformarse en células de distintos tipos, por lo tanto con distintas competencias.

-¿De dónde se extraen?

-Del cordón umbilical, cuando nace la persona, y se guardan. Por ejemplo: pasan los años y esa persona desarrolla una leucemia; con las células madres se podría evitar el trasplante que se hace en la actualidad, porque éstas se podrían transformar en células precursoras ya no malignas. Es una labor muy delicada y recién se está comenzando a trabajar, hay que esperar los avances.

-¿Qué consecuencias podría traer la manipulación de las células madres?

-Es un tema complejo, que si no se lleva a cabo con la seriedad debida puede traer muchos problemas.

-¿Las células madres de una personas pueden ser implantadas en otro sujeto de la misma familia?

-Depende. Se deben hacer estudios de compatibilidad. No hay que olvidar que estos trabajos recién están dando sus primeros pasos.

Perfil

Una vida dedicada a la ciencia. Norma Circé Magnelli tiene 66 años y 40 de profesión. Dedicó su vida a la medicina y hoy es la decana de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Cuyo, cargo que por primera vez recae en una mujer. Sus actividades se desarrollan casi todo el día en la Facultad.

Formación. Estudió medicina en la Universidad Nacional de Cuyo y en 1963 comenzó a trabajar en la cátedra de Clínica Médica II. En aquellos primeros años la intención era continuar en esta área, pero comenzaron a aparecer revistas sobre genética y su carrera tomó otro rumbo. En 1964 obtuvo una beca de la Fundación Rockefeller, de Estados Unidos, y se especializó en genética médica; estuvo en el exterior hasta 1968. También fue contratada por la OEA para dictar cursos de posgrado en genética y fue profesora asociada del Departamento de Genética de Wisconsin.

En la provincia. En 1978 fue secretaria de Ciencia y Técnica y organizadora y fundadora de la Fundación de la Universidad Nacional de Cuyo; en 1985 fue secretaria académica de la Facultad de Medicina y en 2002 llegó al decanato de esta institución. Recientemente, la UNCuyo la designó Profesora Emérita.

Creó el primer laboratorio de genética de la región

Cuando Norma Magnelli regresó del exterior, creó en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Cuyo el primer laboratorio de genética de la región. “Fue entre 1969 y 1970, después, en 1981, se creó el Laboratorio de Genética Médica que funciona en la actualidad”, recalcó la médica, quien hoy ya no está en contacto directo con los pacientes.

En el Laboratorio de Genética Médica se detectan anormalidades genéticas en células de distintos tumores, se trabaja en la genética de la ceguera, problemas de retardo mental, malformaciones congénitas de todo tipo, problemas auditivos y esterilidad e infertilidad matrimonial. “Nosotros lo que hacemos es detectar si la patología se generó por algún tipo de alteración genética o no”, detalló Magnelli.

Este laboratorio fue uno de los primeros en formarse en todo el país. Hoy trabajan cinco profesionales, más el personal técnico, de servicio y pasantes.

La genética del futuro

Magnelli fue la presidenta local del Congreso de Genética que se desarrolló en Malargüe del 26 al 29 de setiembre y al que asistieron 300 personas. “Se presentaron muchos avances en genética vegetal, lo que es muy importante para el hombre, porque esas investigaciones después se aplican a los alimentos”, manifestó la decana.

La especialista aseguró que el futuro de la genética estará en las investigaciones destinadas a curar enfermedades. “Esta es la línea que se está siguiendo en la actualidad, todo tendiente a mejorar la calidad de vida de las personas y aportar soluciones”, concluyó la especialista.

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