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Los Andes-Domingo 4: “El Cricyt no tiene llegada a la comunidad”

Se confiesa y le da rango científico a una sentencia popular: “Los astrónomos vivimos en las estrellas”. Argumentos no le faltan para hablar de constelaciones, planetas, cometas y rayos cósmicos. Y el entusiasmo la atrapa cuando habla sobre su lugar de trabajo: “Hay que saber que nuestro laboratorio es el universo”, dice.

07 de septiembre de 2005, 09:51.

Aunque sonría al decir que durante todo el día mira cuerpos celestes, los pies de Beatriz García (47), doctora en Astronomía, están bien anclados en el planeta Tierra. “A pesar de todo, la ciencia en la Argentina siguió adelante. En Mendoza, hay muchos científicos, y muy buenos, pero el Centro Regional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Cricyt) no tiene llegada a la comunidad”, opinó.
Contundente en las respuestas y profunda en los razonamientos, la investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) cree que la NASA “es como un mundo aparte”. Y explicó porqué: “Cuando uno quiere saber en qué andan los científicos, el peor lugar para ir a preguntar es la NASA, porque hacen misiones de alto impacto social y no sé si tienen tanto interés por el conocimiento científico”.
-¿Esto es lo que pasó con el Discovery?
-Es muy probable. Se gastó mucho en el transbordador que se dañó, que fue lanzado sabiendo que se iba a dañar y que se reparó en el espacio saliendo en las primeras planas de todos los diarios del mundo y volvió con éxito. Con todo esto, uno nunca está muy seguro de que todo lo que hacen es de interés científico.
-¿Fue sólo de interés mediático?
- No lo sé, pero lo que sí es evidente es que en la NASA hay mucha gente que no es demasiado capaz, y que no tiene demasiado interés en el conocimiento científico. Por ejemplo, la misión Impacto profundo es interesante, pero no sé si para tanto gasto.
-Y en la Argentina, ¿hay interés por el conocimiento científico?
-En realidad, la ciencia en la Argentina es un área bastante diferente a otras, porque a pesar de las crisis y de la falta de presupuesto se trabaja razonablemente bien. A pesar de todo, la ciencia siguió adelante y no se han cerrado laboratorios. Los científicos argentinos se han vinculado bien con el exterior y esto ha sido muy bueno.
-Y en Mendoza, ¿en qué situación está la ciencia?
- En la provincia hay muchos científicos, está el Cricyt, allí hay grupos que se desarrollan a un nivel muy bueno, incluso internacional. Por otro lado, las universidades nacionales están tratando de que se armen grupos de investigación. Es decir, hay una visión de la necesidad del desarrollo de la ciencia.
-¿Y los resultados son percibidos por la comunidad?
- Mi mayor crítica al Cricyt es que tiene una salida a la comunidad nula. Mientras trabajé ahí traté de cambiarlo, pero no se logró mucho. Institucionalmente no funciona y la gente no sabe qué se hace ahí. Las autoridades deberían atender esto, porque hay muchos investigadores muy valiosos que con esta actitud institucional pierden el vínculo con la comunidad.
Beatriz García nació en Córdoba, estudió en la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la Universidad de La Plata, trabajó en San Juan, se perfeccionó en Francia y, finalmente, se afincó con su familia en Mendoza.
En la actualidad, la astrónoma es la responsable de Educación y Difusión del Observatorio Pierre Auger Sur, que analiza partículas provenientes de rayos cósmicos y está ubicado en Malargüe. También se suman sus actividades como docente en la Escuela del Magisterio de la UNCuyo, su trabajo en el laboratorio de Física de la UTN, su programa radial (Certeza Cero, por FM UTN junto con la cineasta Cristina Raschia) y además, aclara, “organizo mi casa, cocino y veo si mi hijo hace las tareas”.
-Usted involucra a la astronomía en todas sus actividades, ¿por qué?
-Porque a través del estudio de la astronomía no se adquiere sólo formación en física y matemática, también se ve cómo evolucionó a lo largo del tiempo el pensamiento humano y cómo las ciencias físico matemáticas sirven para la vida cotidiana.
-¿Cómo le transmite esto a sus alumnos del Magisterio?
-Mi objetivo, en un taller de Astronomía y en otro de Física Cuántica, es mostrarles que las ciencias no son aburridas, como se las suelen presentar a los chicos. Mi interés es que vean cómo las ciencias no están desconectadas de las otras actividades humanas, entonces hacemos muchos paralelos con lo que sucedió en otras áreas, épocas y cómo fue la vida de los científicos.
-¿Y cómo responden?
-Muy bien, se muestran interesados. Lo que hay que tener claro es que los chicos están muy informados, aunque tienen problemas en la comprensión de las noticias, pero tienen muchos datos. Introducirlos en el tema no es complicado.
 
De película
De su infancia, lo que más recuerda es que siempre estaba aburrida. Tal vez por eso a los 4 años ya leía, y fue una actividad de la que nunca se separó. Por sus manos pasaron cuentos infantiles, novelas de ciencia ficción y policiales.
-¿Cómo fue que terminó estudiando astronomía?
-El gusto por la astronomía lo tuve desde chica, sobre todo desde la adolescencia. Recuerdo que a los 14 o 15 años empecé a leer más libros de astronomía, sobre todo con descripción del sistema solar y las galaxias.
-¿Recuerda algún texto en particular?
-Un texto no, una película. Siempre recuerdo que cuando tenía 10 años, en 1968, se estrenó 2001 Odisea del Espacio y mis padres me llevaron a verla y fue muy impactante para mí. Después de eso, creció mi interés por conocer más y más sobre este tipo de temas.
 
Perfil
Beatriz García (47) es doctora en Astronomía, especializada en Astrofísica.
La historia. Nació en Córdoba, vivió en Buenos Aires y estudió en la Universidad Nacional de La Plata (en la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas). Trabajó en San Juan y luego se afincó en Mendoza.
La profesión. Es investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y la responsable de Educación y Difusión del Observatorio Pierre Auger Sur. En la actualidad, también dicta el taller de Astronomía y de Física Cuántica en la Escuela de Magisterio dependiente de la UNCuyo.
Beca. Se capacitó en Francia, durante 1988/1989.
La familia. Está casada y tiene un hijo de 15 años, Lisandro.
 
Un inmenso laboratorio de 3.000 km2
Beatriz García es la responsable de Educación y Difusión del Observatorio de Rayos Cósmicos Pierre Auger y comenzó a trabajar en el proyecto, que involucra a quince países, desde el comienzo. “Por casualidad conocí a las personas que desde la Argentina iniciaron este proyecto. Comenzamos haciendo los estudios del cielo en Malargüe cuando todavía no estaba elegido el lugar en el que se iba a instalar el laboratorio Sur”, detalló la astrónoma desde su lugar de trabajo en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN).
En la actualidad, Beatriz viaja a Malargüe para coordinar todas las actividades del Observatorio. El Pierre Auger se ubica a 450 kilómetros de la ciudad provincial, y tiene como objetivo principal saber qué son, de dónde vienen y qué origina a esas partículas, los rayos cósmicos, que bombardean la Tierra en forma permanente. Se extiende en una superficie de 3.000 kilómetros cuadrados.
“Hoy hay 20 personas, entre profesionales, estudiantes y técnicos de la UTN trabajando en el proyecto. Cuando hicimos la convocatoria para saber quiénes podrían estar interesados en este proyecto, la UTN fue la universidad que inmediatamente se sumó”, remarcó.
Por Paola Bruno Foto: Pablo López

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