Las muestras de cómo se aceleró el retroceso sobran. El Plomo es el principal sistema de glaciares de la cordillera. En los distintos monitoreos realizados desde 1914 se nota claramente el retroceso, a tal punto que se separó. Sólo hasta 1974 se habían perdido reservas equivalentes a dos años completos de agua del río Tupungato. Aún falta actualizar los datos de cuánto volumen ha seguido perdiendo ese glaciar, pero las últimas mediciones hablan de que el retroceso es de un tercio de su extensión.
Los glaciares son la principal reserva de agua y regulan naturalmente los caudales y las necesidades de agua. Así, por ejemplo, en temporadas en las que no hay nieve estacional suficiente proveen de agua a la provincia. Pero actualmente no hay regeneración de los bloques de hielo. El aumento de las temperaturas en la altura parece ser la causa.
“Hay períodos en los que naturalmente hay retroceso de las reservas y estamos dentro de esa etapa. Pero no es normal que ocurra de una manera tan acelerada. El aumento de la temperatura es vital”, aseguró Juan Carlos Leiva, jefe de Glaciología del Ianigla. Algunas de las causas de los problemas para regenerar las reservas son las pocas precipitaciones y que hoy el punto de congelamiento se encuentra más alto en la montaña.
“Con la pérdida de los glaciares vamos a depender mucho más de las nevadas de la temporada para abastecernos de agua. Todo se hace más imprevisible”, asegura Leiva, que este fin de semana viajó al Aconcagua para analizar el movimiento extraordinario que está teniendo el glaciar Horcones Inferior, como publicó ayer Los Andes.
Ya no hay discusión sobre que el aumento de la temperatura global es a causa de la actividad del hombre. La liberación de gases de “efecto invernadero” son los que provocan una barrera que aumenta la temperatura. Los tres principales causantes de ese efecto son el dióxido de carbono (que se produce al quemar combustibles fósiles), el metano y el óxido de nitrógeno (que se emiten en las actividades agrícolas). En febrero entra en vigencia el Protocolo de Kyoto, por el cual los países desarrollados se comprometen a disminuir las emisiones. Sin embargo como los gases tienen efecto prolongado, no se puede hacer nada sobre las consecuencias que se sentirán en los próximos 50 años.
Entre las consecuencias que afectan a la región, está la reducción de las precipitaciones provenientes del Pacífico. En Chile ya hay menos lluvias y se espera que la tendencia se acentúe. Por eso nevará menos en la cordillera.
“Se han pronosticado disminuciones del 50% en la lluvias en Chile. Esto va a afectar a la región cordillerana”, aseguró Victor Barros, climatólogo e investigador de la UBA.
Según el especialista, que se basa en estudios internacionales sobre el tema, el calentamiento global puede hacer que los fenómenos meteorológicos, como inundaciones y sequías, se produzcan de manera más severa y con mayor frecuencia. “Hay fenómenos que ocurren cada determinado tiempo, Pero se nota un aumento en la frecuencia de ocurrencia en los últimos años”, dijo Barros.
También se espera que llegue mayor humedad desde el Atlántico, pero no se sabe con precisión cómo repercutirá en el balance general.Sin saberlo, la investigadora estadounidense Bárbara Cohen y su equipo de geólogos, encontraron en la Antártida un trozo de Luna, uno de los 30 que hasta el momento se hallaron en la tierra. “El hallazgo de la roca fue hace casi un año, pero los análisis terminaron hace un mes\", informó ayer Cohen.
En detalle
Menos reservas. Los glaciares de la cordillera están en retroceso acelerado. El Piloto Este perdió un cuarto de su masa entre 1979 y 2003. Se cree que el Plomo perdió un tercio de su tamaño.
Más calor. La temperatura en alta montaña aumenta y el punto de congelamiento se encuentra a más altura. Además, se pronostican menos nevadas en la cordillera a futuro.
Calentamiento global. Los modelos climáticos pronostican que la temperatura global aumentará entre 1,4 y 5,8 grados para el año 2.100 por efecto de las actividades humanas.
Empieza un encuentro clave para el futuro
Mañana comienza en Buenos Aires la décima Conferencia de la Partes (COP 10) del tratado de Naciones Unidas sobre Cambio Climático y se trata de una reunión clave. Es que luego de la ratificación de Rusia, en febrero entra en vigencia el Protocolo de Kyoto, por el cual los Estados firmantes, en especial los países desarrollados, se comprometen a reducir la emisión de gases de efecto invernadero.
Entre otras cosas, en la Conferencia se decidirán las medidas a tomar para reducir las emisiones y para adaptarse a los cambios. Aunque en el tratado están casi todas las naciones, los países desarrollados son los que tienen mayor responsabilidad.
Sólo esos países son los que tienen obligación, a partir de febrero, de reducir la emisión de gases. El compromiso es que esa reducción sea de un 5% entre 2008 y 2012 teniendo en cuenta como base las emisiones registradas en 1990.
Con la ratificación de Rusia se cumplió el mínimo de países exigidos para que entre en vigencia el Protocolo. Pero hay actores fundamentales que no adhieren. Es el caso de Estados Unidos, que emite el 25 por ciento de los gases del mundo. Otro de los países importantes que está fuera es Australia.
En los primeros días de actividades de la COP 10, habrá discusiones y presentaciones de científicos sobre los efectos del calentamiento global. Las Organizaciones de la Sociedad Civil presentarán sus posturas y habrá distintos debates sobre procesos de producción limpios, energías alternativas y adaptación al cambio. Además se plantearán los escenarios futuros.
El plato fuerte de la Cumbre serán los últimos tres días. Allí los ministros y diplomáticos de los países miembros se reunirán para definir las políticas a seguir. Habrá negociaciones para intentar incluir a otras naciones. Aunque el foco está en los países centrales, hay quienes proponen un cambio.
“Yo impulso que los países en desarrollo también tengan objetivos para cumplir dentro del protocolo”, dijo el embajador Raúl Estrada Oyuela, representante argentino en temas ambientales y uno de los principales negociadores dentro del tratado.
Además de las actividades de agenda, está prevista una serie de actividades paralelas y protestas de OSC.