“En esta experiencia, que se realizó el mes pasado en todo el mundo, participaron ochenta personas, que salieron a realizar el conteo de aves en distintos lugares de Mendoza”, explicó Elba Pescetti, desde el Laboratorio de Ornitología del Instituto Argentino de Investigaciones de las Zonas Áridas (Iadiza) del Cricyt.
Si bien se avistaron nuevas especies, también se encendió una luz de alerta en la provincia, porque los especialistas afirmaron que continúan en peligro de extinción el cardenal amarillo, el águila coronada y la parina chica, que es un tipo de flamenco.
En ese sentido, las instituciones Aves Argentinas y Bird Life International están trabajando en el proyecto Áreas Importantes para la Conservación de las Aves (Aicas), que intenta rescatar los lugares en los que habitan las distintas especies (ver aparte).
Conocimiento y difusión
Además de conocer la población de aves, este conteo tiene el objetivo de que la población conozca y cuide a la fauna silvestre. “Mucha gente llegó al Iadiza interesada en participar de esta actividad, sobre todo personas grandes y adolescentes. Se pudieron capacitar y hacer un trabajo profesional”, especificó Virgilio Roig, director técnico-científico honorario del Zoológico y jefe de la Unidad de Zoología y Ecología Animal del Iadiza.
Las observaciones se realizaron en todas las áreas protegidas de Mendoza y las entidades locales contaron con el respaldo de instituciones nacionales e internacionales: Aves Argentinas y Bird Life International (es una red de organizaciones conservacionistas que trabaja junto a la población para proteger los hábitats de las aves).
Un joven experto
Raúl Ábalos tiene 16 años de edad y dos años y medio de experiencia en avistaje de aves. Vive en San Rafael, cursa el segundo año del Polimodal y tiene las primeras fotografías de la nuevas especies de aves en Mendoza.
“Estos animales son muy importantes para la ecología, ya que son los primeros que demuestran la contaminación que hay en el ambiente”, relató el joven aficionado.
Él divisó, en el Lago Nihuil, al falaropo, que es parecido a un pato chico, de 16 centímetros de largo. “Sólo lo habían visto en Buenos Aires, es la primera vez que se ve en la provincia”, aseguró orgulloso.
En tanto que el cabecita negra, un jilguero, se avistó en la Ciudad y también en San Rafael. “En general, salimos a realizar estas observaciones por la mañana muy temprano o a última hora de la tarde. Llevamos una planilla muy completa en la que detallamos todas las características del ave, por ejemplo, color, lugar de avistaje, etc.”, puntualizó otro participante de esta tarea durante 2004, el guardaparque Ariel Domínguez.
Roig hizo hincapié en la importancia que tiene la realización de esta tarea cada año, ya que las aves cumplen una función sanitaria, limpiando los desechos orgánicos y ayudando con el cuidado de la salud ambiental.
“No hay que olvidarse de que las causas que provocan la reducción de la biodiversidad de aves son: la deforestación, la persecución directa y la escasez de presas naturales”, concluyó el especialista. PB
Peligra un tipo de águila
A través del contacto directo con las aves se quiere obtener el apoyo popular necesario para evitar la pérdida de especies y proteger sus condiciones de vida, ya que el contexto no es muy alentador: el número de aves en peligro aumentó un 22 por ciento en cuatro años, de 92 especies en 2000 a 120 en 2004.
“Esta situación muestra a las claras la necesidad de dos cosas: por un lado, nuestros políticos deben conocer esta situación antes de tomar decisiones y, por otra parte, se necesita educar mucho más sobre temas ambientalistas”, reflexionó Roig.
En la provincia se está trabajando para proteger al águila coronada, que habita en Lavalle. “Se están haciendo más estudios para determinar los requerimientos ambientales del águila coronada y se ha propuesto la declaración de la especie como Monumento Natural Nacional. También se está pensando en proteger al cardenal amarillo, que habita en el monte Telteca y en Ñacuñán, y al parina chico, que es un flamenco de Llancanelo ”, clarificó Elba Pescetti.
En Mendoza se proponen como áreas de importancia para la conservación a las reservas Ramsar Lagunas de Llancanelo (Malargüe) y Guanacache (Lavalle), los bosques Telteca (Lavalle), Ñacuñán (Santa Rosa) y Parque Aconcagua (Las Heras).