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Los Andes: El atleta de Dios se entrena para dar otra marca

Está de vuelta en Mendoza. A los 70 años trabaja junto a los atletas de la UNCuyo y se prepara para correr su maratón número 50. Un ejemplo de vida.

Fue uno de los jugadores más notables del fútbol mendocino durante las décadas del 50 y 60, cuando brilló en Andes Talleres, campeón del ‘55 y Deportivo Guaymallén.

Después de casi 30 años de vida plenamente futbolera, Rubén Cordón se inclinó por el atletismo, con casi 50 años. Actividad que practica desde el año 1983.

A sus 70 años y a punto de concretar su maratón número 50, “pienso correr por lo menos hasta los 80”, desliza con humor, mientras también recuerda sus días de gloria en las canchas azulgrana e italiana.

En estos días, de vuelta en Mendoza (hace 16 años que está radicado en Nueva York), Rubén Cordón se prepara para disputar la maratón internacional A Pampa Traviesa, que se disputará el domingo en la ciudad de Santa Rosa, La Pampa.

“He cumplido 49 maratones en total estoy a punto de concretar la número 50. Después de que me retiré del fútbol, a los 40 años, jugué en ligas independientes hasta los 49. En el año 1983 empecé con el atletismo con Leandro Espínola, mi entrenador de toda la vida”, manifiesta orgulloso, y además aclara que siempre corrió para la UNCuyo.

-¿Siempre terminó todas las competencias?

-Sí, pero para eso hay que prepararse. Es un estilo de vida y hay que dedicarse por completo para que la mente y el organismo resistan. A veces, durante las carreras dan ganas de largar todo e irse a la casa, pero es natural. Sobre todo cuando se llega a la famosa pared de los 30 kilómetros. Esto le ha pasado a deportistas de altísimo nivel pero es algo que hay que saber trabajar también.

-¿Toda una vida dedicada al deporte?

-Sí, y pienso seguir hasta los 80 años por lo menos. Mientras el cuerpo resista.

-¿En qué año comenzó a jugar al fútbol?

-En el año 48’. Yo jugaba con los muchachos de la parroquia y un amigo, un gran jugador de fútbol, Héctor Robles, me invitó a Andes Talleres. Así empecé hasta llegar a primera.

-¿Fue campeón con Talleres?

-Sí, salimos campeones en el ‘55, en primera y reserva. En el ‘56 pasé a Guaymallén, y en el ‘57 jugamos la final frente a Boca de Bermejo, que salió campeón. Boca tenía un equipazo, con el grandote Pandolfi, mi gran amigo Félix Scola, Carrizo, Nicolás el Negro Bustos, Camilo Pérez y otros. En el ‘60 me fui a Maipú y en el ‘64 volví a Talleres. Salimos campeones y logramos el ascenso en una final impresionante que jugamos frente a Boca, en la cancha de Gimnasia.

Rubén Cordón es muy agradecido. Además es una persona muy creyente y con una completa actividad religiosa. Por lo cual nunca se olvida de todos aquellos que influyeron en su vida.

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