“Sólo en los temores y prejuicios que los docentes manifiestan hacia las tecnologías, se entiende que la escuela siga al margen de un modo de comunicación que es casi ‘natural’ para sus alumnos”, explicó Foucher. La académica de la Universidad Blaise Pascal de Francia se especializó en el modo en que los entornos informáticos ayudan al aprendizaje y enseñanza de la lengua. Este trabajo es el que vino a exponer a la Argentina y visitó nuestra provincia por una invitación del Instituto Franco Cuyano del rectorado de la UNCuyo. Dio conferencias sobre las TIC (Tecnologías de la información y comunicación) en distintos ámbitos de formación docente.
-¿Cómo puede la PC ayudar en la lectoescritura?
-En Francia hemos realizado experiencias que estudian el uso del chat y del correo electrónico. De estas investigaciones se dedujo que, por una parte, estas herramientas acercan, refamiliarizan a los niños con lo escrito -hecho por demás relevante- mientras que, por otro, ayudan a mejorar la performance de los escritos.
Además, este uso permite reflexionar sobre los distintos usos de las lenguas. Una persona participa de varios contextos socioculturales y adapta su registro de lengua al contexto: tiene una forma en el chat y otra en una comunicación formal. Hace que el sujeto hablante note que participa simultáneamente de múltiples contextos comunicativos.
-¿Las horas frente a la PC no juegan en contra de la escritura?
-Cuando uno hace evaluaciones, deben estar fundadas en datos empíricos. No hay investigaciones en el mundo que muestren una incidencia negativa o positiva en estas prácticas. Que alguien chatee no significa que vaya a escribir mal. Es un preconcepto instalado en el imaginario social y que no tiene base científica. Las TIC son sólo un instrumento, que hoy está desaprovechado didácticamente.
-¿La sustitución de la escuela por la computadora?
-Es uno de los fantasmas que hay que erradicar. No se trata de dejar al alumno que chatee o juegue sólo por Internet. La computadora no tiene filosofía pedagógica, ni es un método mágico. Las TIC sirven en la medida que hay una persona que prepara estrategias y fija fines, es decir cuando se da en un proyecto pedagógico. El docente no desaparece, asume otro rol.
-¿Cómo se aplica en el aula?
-Una práctica es trabajar en una síntesis entre el charlar y el teclear. Al contrario de lo que se piensa, esta situación genera una cantidad mayor de interacciones orales respecto de un tema y los chicos aplican en lo escrito, estrategias retóricas, códigos y formatos de lo oral. El chateo funciona así, como pasarela entre la escritura y el diálogo.
-¿Cómo trabajar con TIC en escuelas del Tercer Mundo?
-Por lo que conozco de la realidad argentina, advierto que no es un problema de equipamiento tecnológico. No hay carencia de recursos técnicos, sino de preparación para usarlos. Además, de cierto temor entre los docentes.
-¿Cuáles son esos temores?
-Primero hay que destruir el concepto del profesor que se instala en el pedestal, que sabe todo. El maestro es mediador y los alumnos, los constructores de sus conocimientos. Partiendo de allí, los miedos van desde el sentirse sustituidos por la máquina a un desconocimiento de cuáles son los aportes que estas nuevas tecnologías pueden ofrecer a la educación.
-¿Qué pasa en las familias?
-Pasa algo parecido de lo que ocurre con los docentes, sólo que muchos papás están más interesados porque ven que sus hijos están “alfanetizados” y no les queda más remedio que “alfanetizarse” con ellos.
Antecedentes La doctora Foucher es maître de Conférences en la Universidad Blaise Pascal de Clermont-Ferrand, en el Departamento de Lingüística. Desde 1998 integra el Laboratorio de Investigaciones sobre el Lenguaje de Clermont 2. Es responsable del proyecto Dedales (Dispositivos de enseñanza y dispositivos de aprendizajes de las lenguas extranjeras y segundas).
Pocos especialistas
En Mendoza, son pocos los magisterios que dan herramientas y metodologías concretas para que los docentes utilicen la computadora para impartir los contenidos básicos. Gustavo Zonana -especialista local en lingüística, filología y literatura- graficó la situación: “Hay miles de ejemplos -como la creación de páginas web- donde los jóvenes de Mendoza muestran tener una enorme creatividad técnica en el uso de la computadora, pero se nota la carencia de una guía didáctica”, explicó Zonana.
Por su parte, Susana Hocévar, titular de la Subsede de la Cátedra de la Unesco, dijo que hubo laboratorios destinados a capacitación gratuita para maestros y profesores y sólo fueron aprovechados por menos del 1 por ciento de la población docente.