La principal herramienta de presión que utilizará el Ejecutivo para terminar con el conflicto es no conceder ni un solo peso de aumento. Con esto, los hombres de Cobos buscan enfrentar a la dirigencia sindical con los trabajadores, que se quedarían sin cobrar plata extra luego de dos semanas de tensión en los hospitales. El único beneficio que tendrían los trabajadores sanitarios es el que se consensuó con ATSA hace dos semanas, que implica el reescalafonamiento del personal de planta y el pase de los contratados -en dos tandas- a la planta. Pero este beneficio, que ronda los 12 millones de pesos, está muy por debajo de los 30 millones de pesos ofertados el lunes.
En total, las instrucciones que dejó Cobos a sus ministros ayer antes de partir rumbo a Washington son seis. Además del no aumento, se cuenta la decisión de que la Subsecretaría de Trabajo declare ilegal las asambleas permanentes en los hospitales por ser éstas por tiempo indeterminado. Esto permitiría, a su vez, al Gobierno sancionar a los trabajadores que se sigan plegando al paro.
Una cuarta decisión sería reemplazar, en la medida de las posibilidades, a los profesionales que hagan huelga. La quinta es derivar los pacientes a los efectores privados, corriendo el Estado con el gasto de las consultas y las intervenciones quirúrgicas (ver aparte), y la sexta es hacer una nueva presentación judicial para frenar el conflicto. Este último punto fue adelantado por Cobos en el aeropuerto, pero Fidel no quiso precisar qué tipo de presentación hará ahora la Provincia ante la Justicia.
Con esta postura, el Gobierno se aprestaba ayer a enfrentar hoy un verdadero día “D” en el conflicto de la salud.
A las 12, los empleados de los centros de salud de toda la provincia tendrán una asamblea interhospitalaria en el Notti donde terminarán de decidir la respuesta que a las 17 le darán al Ejecutivo en la paritaria respecto a la oferta de aumento salarial de 115 pesos para los trabajadores no profesionales y de 180 pesos para los profesionales.
Aunque la decisión recién se tomará este mediodía, las cartas ya están echadas. Tanto ATE como Ampros se inclinarán por rechazar la propuesta que el lunes hizo el Gobierno, por considerar que está lejos de los 300 pesos que reclamaban y porque no mejora el básico de los trabajadores. Sucede que las sumas ofrecidas por los hombres de Julio Cobos son remunerativas -ya que a ellas se le hacen descuentos patronales-, pero no son bonificables, es decir que no contribuyen a la jubilación y al aguinaldo. Además, los gremios rechazan que no se haya incluido en la propuesta el blanqueo de los 150 pesos que el Gobierno concedió en julio del año pasado a todos los estatales.
En las planillas que ATE y Ampros repartieron el martes a sus afiliados, más del 80% de los trabajadores se han volcado hasta el momento por el “no” a la propuesta hecha por el Gobierno. Pero la dirigente emblemática de la protesta, Raquel Blas (secretaria adjunta de ATE) auguró que el rechazo será aún más contundente cuando los trabajadores se enteren de las declaraciones que Cobos hizo ayer en San Carlos, durante los actos patrios, en las que repitió que su Gobierno no hará una nueva contraoferta y que pondrá dinero de las arcas estatales en el sector privado de la salud (ver aparte).
“Apelamos a la racionalidad de los dirigentes gremiales, porque si rechazan la propuesta los trabajadores se quedarán sin aumento. Pero, además, tomaremos todas las medidas legales y sanitarias para asegurar la prestación adecuada. Vamos a garantizar el orden y la paz en la provincia”, advirtió ayer el ministro Fidel.
Pese a estas declaraciones, el funcionario trató de mostrarse optimista y sumó un nuevo condimento al ofrecimiento que hizo el Ejecutivo el día lunes: dijo que Cobos estaría dispuesto a darles un aumento también a los contratados, que no estaban hasta ahora alcanzados por la propuesta de incremento salarial.
Mario Fiore / mfiore@losandes.com.ar
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