En diez mil metros cubiertos y una hectárea de extensión, la Universidad comenzará a trabajar en la refuncionalización y refuerzo estructural del edificio. Desde hace dos meses ya empezaron con el trabajo de relevamiento de las instalaciones. Todavía no se tiene una fecha prevista para la inauguración oficial.
Con dos subsuelos, planta baja, tres pisos y un cuarto espacio que no está habilitado, la intención es que el nosocomio funcione como un hospital-escuela, centro de día y que sea modelo en atención primaria de la salud. “Los alumnos de la Facultad de Medicina podrán hacer sus prácticas, habrá programas para distintas patologías y se revalorizará la cirugía ambulatoria”, explicó el director general del nuevo hospital y vicedecano de la Facultad de Medicina de la UNCuyo, Benigno Gutiérrez.
Según las previsiones de las autoridades universitarias, la planta baja será la primera en recibir al público y se esperan 175 mil consultas anuales. Estará dividida en dos sectores: emergencia y consultorios programados; en estos últimos funcionarán la farmacia, el laboratorio, radiología, recepción, administración y los programas que le darán respuesta a las distintas patologías.
“Con esta estructura de funcionamiento se resuelve entre el 85 y 90 por ciento de los problemas más comunes que tiene la gente”, detalló el director del Hospital Universitario. Para lograr esto, se trabajará con programas que atenderán diferentes enfermedades y los pacientes podrán acceder a través de turnos.
En una segunda etapa, se pretende que en el primer piso del nosocomio funcione una maternidad y en el segundo se realicen las cirugías. “Para que todo esto se pueda concretar, hay que adecuar las instalaciones a los actuales criterios sismorresistentes. No hay que olvidarse que el edificio fue construido en 1964 e inaugurado en 1967”, destacó el ingeniero a cargo de la obra, Agustín Reboredo.
Durante los primeros meses del próximo año se lanzará una licitación para acopio y compra de materiales. “Queremos ganar tiempo y evitar futuros procesos inflacionarios, ya que la universidad tiene presupuesto”, expresó del director administrativo del hospital, Raúl Parodi.
Sin alta complejidad
Cabe aclarar que no se pretende equipar al hospital con aparatología de alta complejidad, justamente porque el foco estará puesto en la atención primaria de la salud. “Esto significa, por ejemplo, que si se hace una cirugía por la mañana, durante la tarde el paciente puede estar en su casa y así desarrollar el concepto de internación domiciliaria. De igual modo, el hospital funcionará las 24 horas y también tendrá un sector para rehabilitación”, apuntó Gutiérrez.
En tanto que la prioridad a la hora de la asignación de los cargos la tendrán los profesionales de la UNCuyo, aunque todavía no se sabe cuántos médicos trabajarán en el lugar. “Hay que destacar que el hospital funcionará por medio de un modelo de administración centrado en la investigación, la docencia y en la promoción de la salud”, dijo el director.
La inversión para concretar el proyecto
El Hospital Universitario, ex Ferroviario, está ubicado en Paso de los Andes 3051 de Ciudad.
Compra. El 3 de mayo de 2004 se firmó la escritura y el hospital pasó a ser propiedad de la UNCuyo. Costó 3,2 millones de pesos.
Refuncionalización. Las obras comenzarán entre marzo y abril y se invertirán 2,5 millones de pesos.
Participantes. Las facultades de: Odontología, Ciencias Políticas y Sociales, Educación Especial, Economía y Medicina.
Un lugar con historia
El Hospital Ferroviario fue inaugurado en el mes
de noviembre de 1967, durante el gobierno del presidente de facto Juan Carlos Onganía.
En aquellos años, este nosocomio contaba con 160 camas y cerca de 500 trabajadores de la salud.
La maternidad del hospital era uno de los orgullos de Mendoza, con un promedio de 160 nacimientos por mes. En 1997 fue privatizado y pasó por varias manos. El Círculo Médico fue su último dueño y se fundió. En abril de 2002 se fue el último paciente.
En el concurso de acreedores, la obra social de ferroviarios lo puso en venta y la UNCuyo entró en carrera.
La Universidad había previsto un terreno ubicado frente al Hospital Central para trabajar con el concepto de hospital-escuela. Pero con la posibilidad de adquirir el Ferroviario se desechó.
Entre los factores que llevaron a elegir este nosocomio estuvieron el buen estado de conservación del inmueble y que estaba equipado, aunque algunos elementos resultaron obsoletos.