La Asesoría de Planeamiento y Desarrollo de la Municipalidad de San Carlos ha delineado, junto con técnicos de otras instituciones -Cricyt, UNCuyo, INTA y el Consejo Apícola Departamental-, un mapa apícola de la zona que permitirá calcular el potencial de crecimiento de la actividad. El trabajo tomó en cuenta la flora del lugar y la ubicación de las colmenas. “Aunque todavía no podemos dar cifras definitivas, es evidente que existe un potencial de crecimiento importante”, dice Graciana Poloni, jefa de Transformación y Desarrollo Económico de la Municipalidad.
Los apicultores de la zona coinciden en este punto, y hacen una comparación inevitable: “el departamento de Lavalle cuenta, en pleno desierto, con un número de colmenas que duplica cómodamente al de nosotros, que estamos en un oasis”.
De acuerdo a los cálculos de los apicultores sancarlinos y a pesar de la caída general del precio de la miel, 5.000 colmenas representan ingresos anuales por algo más de 400 mil pesos y trabajo para más de cien familias. Y estas cifras bien podrían duplicarse en algo más de una temporada. Los primeros datos que surgen del mapa apícola permiten sacar dos conclusiones rápidas. Por un lado, la mayor cantidad de apiarios se encuentra bien distribuida entre los distritos de La Consulta, Eugenio Bustos y Pareditas. Por otro, la mayoría de los apicultores maneja una unidad de producción de menos de 50 colmenas, lo que indica que la apicultura representa una actividad complementaria -no exclusiva- en la mayor parte de los casos.
“El plan apícola tiene distintas dimensiones”, explica Poloni. “Por un lado, brinda capacitación para las personas y, por otro, cuidado sanitario para las colmenas”, agrega. En abril y mayo pasado, la Municipalidad de San Carlos junto con técnicos del INTA llevaron a cabo un curso de actualización del que participaron algo más de 50 apicultores, quienes luego se inscribieron en el Registro Nacional de Productores Apícolas (Renapa). Al mismo tiempo, las autoridades departamentales destinaron 2.900 pesos para poner en marcha un plan sanitario para pequeños productores, que consistió en la entrega de los remedios necesarios para curar varroasis -principal parásito de las abejas- y que hasta ahora alcanzó a unas 1.200 colmenas en todo el departamento.
El proyecto sancarlino para impulsar la actividad apícola también tiene objetivos de más largo alcance. A mediano plazo, la instalación de una sala de extracción de miel, que podría atraer a apicultores de otros departamentos. Y, para un futuro más lejano, la creación de una denominación de origen para la miel local. Los técnicos del INTA y los apicultores del Valle de Uco coinciden en señalar que la miel obtenida en esta zona cuenta con características bien definidas de color y sabor como para trabajar en una diferenciación del producto.
Sala de Extracción
La parte más ambiciosa del plan apícola que ha puesto en marcha la Municipalidad de San Carlos consiste en la instalación de una sala de extracción de miel y envasado. “Recientemente, el intendente Mario Guiñazú nos ha otorgado un predio para comenzar a instalar una sala de extracción de miel en la zona industrial de Eugenio Bustos”, cuenta Ricardo Gracia, presidente del Consejo Apícola Departamental. El lugar será administrado por la Cooperativa Apícola La Reina y, aunque todavía no existe fecha exacta de apertura, se espera que para la próxima cosecha (diciembre-enero) esté en funcionamiento. La sala tendrá capacidad operativa suficiente como para atender a productores de otros departamentos del Valle de Uco (Tunuyán y Tupungato).