- El que surge cuando un espectáculo está encarado seriamente, con apoyo para poder hacerlo. En este medio el artista tiene que estar pendiente desde las sillas, hasta cantar y hacer la prensa. Si esas condiciones ya estuvieran dadas, creo que sería el tono más apropiado. Pero esto no sucede sólo en Mendoza, sino también en todo el país. Montar un espectáculo cuesta muchísimo esfuerzo para que tenga un resultado fructífero. Yo tengo siempre mucha fe, voy para adelante y me adapto a las condiciones. No me siento una diva, sé dónde estoy parada.
2 ¿En qué reside el lirismo de un espectáculo?
- ¡El lirismo abarca tantas cosas! Pero siempre está esa mezcla de lo afectivo que le puedas poner a una obra. En el caso de El Mesías, tenés ciertas arias en las que el tono lírico está puesto, además de en la música, en los textos.
3 ¿Cuál es la nota que más te cuesta sostener?
- En lo musical, como a toda soprano, el fa y el fa sostenido. En lo humano sería el poco apoyo que recibimos en lo que hacemos culturalmente. No me refiero sólo a mí, sino a aquellos con quienes trabajo; a todos los que intentamos emprender proyectos culturales. Sí me siento sostenida es en el plano familiar y afectivo. Agradezco personas como mi esposo Héctor Colombo, mi maestro Fernando Lara, el profesor Gustavo Gatica y el profesor Mario Colombo.
4 ¿Cuál fue el momento en que te has sentido en la cuerda floja?
- He tenido pérdidas de familiares que no esperaba. Han sido momentos de dolor, pero también de crecimiento. Se trata de un aprendizaje: o te caés de la cuerda para siempre o seguís adelante.
5 ¿Qué situaciones merecen un final a toda orquesta?
- En este caso, y como es El Mesías, la respuesta del público sería verdaderamente un final a toda orquesta. ¡Ojalá así sea!
6 En lo personal, ¿qué esperás de El Mesías?
- Transmitir con lo que sé hacer, cantar, lo que el texto dice en esa obra. Interpreto al personaje de un ángel y espero realmente poder transmitir lo que dice ese texto.
7 ¿Cuándo un grito se transforma en canto o viceversa?
- Si tengo que relacionarlo con lo técnico, hay obras que te piden un grito de dolor, y lo tenés que hacer. Si no, no interpretás.
8 ¿A qué espectador privarías de tu canto?
- A los de la familia. Porque a pesar de pertenecer a una que está rodeada de músicos, llega un momento en que me quiero sentar, tomar unos mates, y no escuchar hablar de la música. En ese momento los privo del canto.
9 ¿Cuántas veces te tocaron el timbre?
- Desde que empecé a estudiar me lo vienen tocando, y mientras esté en esto será así. El timbre es la campanilla que no tiene que dejar de sonar.
10 Pregunta no contestada: ¿Qué finales te parecen cantados?
Voz con sede en Mendoza
Marcela Carrizo (37) comenzó muy joven a templar las cuerdas de su garganta: apenas a los 15, cuando la formación coral supo contener sus ansias de cantar. Luego de pasar por la Escuela de Música y una extensa formación con el maestro chileno Fernando Lara, Marcela acuna el sueño de alcanzar el corazón de los mendocinos. De hecho, su tarea está concentrada en la formación de niños y jóvenes: en el Coro de Niños y Jóvenes de la UNCuyo, colaborando con el profesor Gustavo Gatica en la aplicación del método Suzuki para el aprendizaje del piano en niños de edad temprana e, incluso, asesorando vocalmente al grupo folklórico Los Cerrillanos. “Yo no sueño con irme del país, sino con que en Mendoza se instaure una temporada de ópera”, precisa.
La soprano, que ha cantado junto a la Sinfónica de Chile dirigida por Del Pino Klinge y junto a Daniel Vinelli, está preparando un viaje a Ecuador en noviembre (ha sido invitada, con Fernando Ballesteros, para interpretar la ópera Hansel y Gretel en Quito y Guayaquil). Mientras tanto, y a cortísimo plazo, se apresta para la función de esta noche, a las 21.30, en el Teatro Gran Rex (Buenos Aires 63, Ciudad), en la que será una de las solistas del oratorio El Mesías, de George Händel. ¿Su personaje?: un ángel.