Saltar a contenido principal Saltar a navegación principal

Los Andes: Escribe el lector: Acerca de las elecciones universitarias

En Los Andes del 14 de marzo el Lic. Carlos S. La Rosa informa sobre los candidatos que ‘suenan’ para ser electos Decanos y Rector de la UNCuyo. Digo ‘suenan’ porque en nuestra Universidad no hay un sistema de elecciones con listas de candidatos oficializadas ni programas sobre la misión de la Universidad.

14 de abril de 2005, 13:39.

Es una elección similar a la del Papa, ‘mutatis mutandis’. Nuestra universidad, supuestamente ‘progresista’, que quiere estar a la altura de los tiempos, contradictoriamente usa un sistema electoral vetusto. Con sorpresa he advertido que algunos de los candidatos mencionados por La Rosa, de resultar electos, no podrían completar sus 3 años de funciones debido a que durante dicho período cumplirían 66 años y perderían su calidad de docentes. La guillotina del artículo 69 del Estatuto de la UNCuyo caería implacablemente sobre sus cabezas docentes: “El personal docente cesará en sus cargos un año después de la fecha en que cumpla 65 años de edad” (sólo podrían continuar como decanos o autoridades rectoras si fuesen salvados de la guillotina docente mediando la obtención de la calidad de profesor emérito.) Esta ‘capitis diminutio’ la han sufrido profesores universitarios como -para dar un ejemplo ilustre- Zaffaroni, quien precisamente al momento de cesar como docente por haber cumplido la edad de 66 años, ingresaba a la Corte Suprema de Justicia de la Nación (hemos visto por TV a Zaffaroni cuando, atónito, le contaba a Nancy Pazos acerca de su exclusión de la universidad justamente cuanto estaba a punto de ejercer el máximo Poder Judicial). En la Justicia nacional no hay límites para el ejercicio de la cabeza, pero en las universidades nacionales sí. Ni recursos administrativos de colegas ni quejas en los medios han salvado de este cese vital a profesores de nuestra universidad que todavía tenían y tienen mucho valor intelectual aprovechable. Si a los docentes que están en el llano se les ha aplicado el rigor del artículo decapitante, con igual o mayor razón debería aplicarse a quienes desde el poder universitario lo han mantenido en su vigencia. Es verdad que el Estatuto no impide que se presente como candidato ni que se elija como decano-vicedecano o rector-vicerrector el docente que cumplirá los 66 años de edad recién durante el ejercicio de su mandato. Sobre este punto, el Estatuto presenta una laguna legal (que debería ser subsanada por nuestros representantes universitarios). Queda, pues, en manos del colegio electoral ‘Consejo Directivo’ y del colegio electoral ‘Asamblea Universitaria’ evitar elegir como autoridad decana o rectora a quien se encuentre en la situación que he descrito. De ellos depende preservar el espíritu del Estatuto según el cual a cierta edad los docentes deben ceder su lugar a los jóvenes que desean surgir. Ortega y Gasset, hablando de las generaciones, decía que su emblema debía ser el del desierto: “Bebe en el oasis y deja beber al que sigue”. Algunos rumoreados candidatos po-drían asumir como decanos o rector de resultar electos, pero tendrían que renunciar en medio de su mandato por el cese de su cargo docente. Por lo tanto, podrían pero no deberían ser electos. No sería prolijo votarlos, porque a los candidatos se los elige por 3 años, no por un tiempito. Es responsabilidad de los candidatos y de los electores evitar que se produzca esta situación inconveniente. No permitan que la UNCuyo quede pegada al país de las artimañas jurídicas. Jorge Horacio Evans Civit, DNI. 6.900.213

Contenido relacionado