El derecho de huelga también lo está.
Ahora bien, como la vieja pregunta sobre qué fue primero si el huevo o la gallina, yo me pregunto, y valga la redundancia: ¿cuál de estos derechos es más importante? Y me contesto a mí mismo: legalmente son los dos iguales, pero que sea legal no significa que no haya otras diferencias entre ellos.
Toda esta introducción está referida al “eterno” paro de los docentes de las universidades nacionales, en nuestro caso la de Cuyo específicamente.
Soy padre de dos alumnos del DAD y, sinceramente, hoy me encuentro francamente desmoralizado al ver que los “adalides” de la defensa de la educación pública, es decir los gremialistas del sector, están logrando el efecto contrario a lo que pregonan, ya que muchos padres -entre los que lamentablemente me cuento- estamos pensando en cambiar a nuestros hijos a la educación privada ya que, más allá de tener que pagar un arancel que afectará nuestros salarios (no muy superiores a los de “esclavos” que según el Sr. Cortese cobran los docentes) sabemos que tendrán clases en forma normal y se formarán mejor para enfrentar el ingreso a la universidad.
Lamentablemente, los docentes que hoy trabajan en los colegios de la UNCuyo están priorizando sus intereses personales (y tal vez futuros posicionamientos políticos) por sobre el interés general, siendo lo más grave que quienes están de rehenes de todo esto son los futuros hombres y mujeres del país.
Pero no sólo los docentes se ven incluidos en esto, también debemos culpar al gobierno nacional, que al estar en una eterna campaña electoral sufre de una terrible miopía que no le permite ver que de esta forma se está hipotecando (un poquito más) el futuro de nuestra Patria.
Como dicen las fórmulas de juramento, “que Dios y la Patria se lo demanden”.
Rubén Darío Borquez, DNI 16.854.754